EIR 2025

Beatriz Poveda, la enfermera número 1 de Madrid y 3ª de España del EIR, sueña con ser matrona

La joven madrileña de 22 años cursó el Grado de Enfermería en la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón

Beatriz Poveda, número 3 en el EIR 2025 a nivel nacional

Beatriz Poveda, número 3 en el EIR 2025 a nivel nacional / Beatriz Poveda

Beatriz Poveda Gutiérrez, graduada en Enfermería en la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón, ha logrado la mejor puntuación de la Comunidad de Madrid y la tercera mejor nota a nivel nacional en el Examen de Enfermero Interno Residente de 2025.

El EIR, al igual que el MIR en Medicina, permite a los enfermeros acceder a una de las seis especialidades oficiales tras superar una exigente prueba tipo test.

En ella participaron 7.932 aspirantes y, tras muchos meses de esfuerzo, Beatriz logró la tercera mejor nota de España para hacer realidad su sueño: ser matrona.

A la joven madrileña de 22 años, la vocación por la enfermería le viene desde hace mucho tiempo: "He tenido la suerte de ser buena estudiante y he sacado siempre buenas notas. Cuando estaba en la ESO me planteaba qué estudiar. Siempre me ha gustado estar con las personas, escuchar a los demás y poder aportarles cosas valiosas. Dudaba entre Medicina, Psicología y Enfermería, pero me decanté por Enfermería por la cercanía con el paciente. Me llamaba más eso que estudiar la enfermedad o curarla. Siempre he procurado ser muy sincera conmigo misma y fiel a cómo soy yo. Y como médico hubiese envidiado mucho a las enfermeras", declara Beatriz a este diario.

Sacó un 13,95 en la EBAU

Realizada la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad), Beatriz, gracias a su 13,95 sobre 14, podía permitirse estudiar en cualquier universidad pública. Sin embargo, decidió estudiar en la Francisco de Vitoria por los valores que promueve el centro: "En un trabajo tan humano me parecía muy importante que me enseñasen unos valores y una forma de ver la vida acorde a lo que yo creo. Además, también influyeron motivos prácticos: me becaron y estaba cerca de mi casa. Mis decisiones muchas veces se han cuestionado porque es un camino diferente al que hubiesen hecho otras personas, pero por suerte mi familia y mis amigos siempre me han apoyado", afirma.

Beatriz recuerda el grado de Enfermería en la Francisco de Vitoria con "muchos sentimientos encontrados": "Estoy infinitamente agradecida a lo que me ha aportado la Universidad. He conocido a personas increíbles y he podido aprender a nivel científico y humano cosas muy valiosas. Pero también salí dolida con el Grado, no con la Universidad, por ciertas gestiones y maneras de tratar las cosas. Aunque tengo la esperanza de poder sanar con el tiempo esa herida y no me arrepiento de tomar la decisión por las oportunidades que me han dado".

Compaginó la preparación del examen con la carrera y el trabajo

Beatriz comenzó la preparación para el EIR en marzo mientras terminaba 4º de Enfermería. Durante tres meses compaginó la academia con el TFG, las prácticas y la carrera, y en julio comenzó a trabajar como enfermera a tiempo completo: "Trabajaba siete días a la semana en turnos de mañanas, tardes o noches. Fue muy complicado compaginarlo. Hacía lo que podía. A veces estudiaba ocho horas y otros días una", explica.

Beatriz Poveda Gutiérrez, estudiante del Grado en Enfermería de la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón

Beatriz Poveda Gutiérrez, estudiante del Grado en Enfermería de la Universidad Francisco de Vitoria de Pozuelo de Alarcón / Universidad Francisco de Vitoria

No obstante, en los últimos meses de preparación decidió centrarse plenamente en el EIR: "A partir de octubre quise dejar de trabajar y dedicarme solo al examen. Fue una decisión muy buena. La academia nos insistía en tener un día de descanso y los otros seis días los dedicaba al 100% a estudiar. Es muy importante ser constante y me lo tomé muy en serio. El último mes estudiaba 10 horas diarias a un ritmo muy exigente. He acabado muy cansada", asegura.

El 25 de enero de 2025, fecha del examen, Beatriz respiró aliviada: "Estaba contenta de que por fin llegara el día del examen. Estaba tranquila. No me puse demasiado nerviosa. En la academia nos prepararon mucho y hacíamos simulacros más largos y tediosos".

La fe fue clave en la preparación

La dura preparación, las numerosas horas de estudio y la fe fueron las claves para realizar uno de los mejores exámenes de la prueba: "Yo sabía que me iba a salir como me tuviera que salir. Reconozco que la fe ha tenido un papel muy importante en mi preparación porque sabía que había muchos factores que no dependían de mí. Dios iba a hacer lo que quisiera conmigo y abrazar esa incertidumbre pudo ayudarme a ir muy tranquila", manifiesta.

La joven madrileña salió del examen con buenas sensaciones, aunque con cierta incertidumbre: "Al final nunca sabes al 100% cómo ha ido porque importa cómo te ha salido a tí y cómo le ha salido al resto",  apunta.

Sin embargo, esas buenas sensaciones no tardarían en confirmarse después de comprobar las estimaciones de la academia, realizadas antes de que salgan los resultados oficiales: "Ahí me llevé mi primera gran alegría porque me estimaban entre 2ª y 5ª. Cuando salieron las notas oficiales ya me lo esperaba. Pero aún así fue un alivio muy grande. Me siento afortunada y orgullosa porque lo he dado todo de mí", declara.

Superado el examen, los sueños de Beatriz se harán realidad y ejercerá como matrona: "Es uno de mis grandes sueños. Me cautiva mucho. Siento una gran pasión con todo lo que tiene que ver con el milagro de la vida, el embarazo y la belleza de la maternidad. Me parece un privilegio acompañar a las madres y ayudarlas a que vivan la maternidad de la forma más bonita posible",  afirma.

A Beatriz le gustaría trabajar de matrona en Puerta de Hierro "por cercanía y por ser un hospital muy potente donde puedo aprender mucho", pero tampoco descarta otras opciones como La Paz.

Trabajará como enfermera en Sierra Leona

Aunque para ello todavía quedan unos meses que aprovechará para descansar y cumplir otra de sus grandes metas: "Necesito descansar. Estos meses han sido muy duros. Pero tengo proyectos muy bonitos en la mente. En marzo me iré a Sierra Leona como enfermera. Irme a África como voluntaria para ayudar allí también era uno de mis grandes objetivos porque se necesitan muchas manos", culmina.