La gran tradición navideña de Pozuelo de Alarcón salta a la vista: “Hay belenes en todos los sitios”

El belenismo es una de las grandes tradiciones de Pozuelo de Alarcón. En Navidad, la localidad pozoleña, que inauguró su gran Belén Municipal el pasado jueves, cuenta con belenes en el Ayuntamiento, las parroquias, los comercios o los espacios culturales.

“En Pozuelo hay mucha cultura belenista. En todos los sitios hay belenes y a nosotros nos encanta ponerlo en casa”, declaraba José Luis, uno de los asistentes al acto de inauguración.

Y todo gracias a organizaciones como la Asociación de Belenistas o Scout Eslabón: “Empezamos a trabajar en febrero. Cada año varían las escenas que se pueden ver en el belén”, comenta Segundo Redondo, presidente de la Asociación de Belenistas”.

Para Segundo, el belenismo, introducido en España por Carlos III, es un ‘arte’:

• “Nos consideramos artesanos. Es una tradición que permite mantener la artesanía y oficios que se están perdiendo en este país. Saber escayolar, poner una luz o dar profundidad son actividades que se deberían fomentar”.

Además, con la técnica de los espejos que hoy en día se utiliza mucho, se logra la profundidad, "recreando escenas llamativas y agradables".

Concursos, mercadillos y rutas de belenes

La asociación, que nació en 2017, tiene como objetivo “mantener la tradición y seguir generando adictos al belenismo“. Para ello, realizan un mercadillo belenista con complementos para el belén, cursos, charlas o concursos de belenes con AFAN Pozuelo (Asociación de Familias numerosas de Pozuelo de Alarcón).

• “Es un concurso virtual. Nosotros somos el jurado y las familias nos mandan un vídeo de 1 minuto de duración. Damos premios y visitamos el belén de los ganadores”.

Además, en la Ruta de Belenes recorren junto a los vecinos y visitantes 18 comercios con dioramas y tres belenes de Pozuelo para explicar el trabajo artesanal y disfrutar de la atmósfera navideña a través de la música.

“Empezamos en la Plaza del Padre Vallet con un concierto de villancicos, tomamos una bebida caliente con aperitivo y terminamos en el Ayuntamiento”, expone.

Para Segundo, el belenismo es una pasión a la que le dedica “mucho tiempo”. “Abrimos tres días a la semana y estamos entre cuatro y seis horas diarias”, declara.

"Empecé haciendo belenes con escoria"

La afición por los belenes le viene desde su juventud: “Cuando era pequeño hacía belenes con escoria. Luego usamos el corcho y el musgo. Ahora empleamos poliespan al ser más fácil de trabajar”.

Segundo, quien siente “envidia sana” por el belén de Alcalá de Henares, admite que, sin lugar a dudas, lo que más disfruta es cuando ve terminada su obra: “Me encanta provocar sentimientos en la gente”.

Manuel Martín, presidente de honor del comité de padres de "Scout Eslabón" y vocal de la Asociación Cultural La Poza, comenta que en Pozuelo “hay muchos belenes de calidad”. Aunque reconoce la dificultad que tiene montar uno: “Todos los belenes tienen elementos clásicos como las escenas, los pastores, el castillo, el desierto, el huerto o el río. Hay que tener cuidado para que todo funcione bien”.

El vocal de la Asociación Cultural La Poza afirma que el belenismo “resucita el espíritu navideño” y recomienda a todo el mundo que se aventure a ello: "Siempre asusta ver el belén del Ayuntamiento.  En el belenismo hay que hacer de fontanero, carpintero o electricista. Uno no sabe lo que es capaz de hacer hasta que se pone. No hay que tener miedo”. 

La juventud, la 'cuenta pendiente' del belenismo

Y ambos coinciden en la necesidad de atraer a los jóvenes porque aunque porobablemente son los pequeños los que más disfruta al ver los belenes, ponerse manos a la obra es otra cosa. Y para que la tradición siga vigente son necesarios aunque “es difícil porque hace falta tiempo, sosiego y tranquilidad, y ahora tienen otras aficiones”, manifiesta Manuel.

“Los jóvenes quieren todo rápido y para hacer un belén hay que hacer muchas actividades. Engancharlos es nuestro asunto pendiente”, dice Segundo.

Y están tan empeñados en conseguirlo para mantener la tradición, que solo con el gancho de las cosas tan bonitas que hacen seguro que acaban conquistando a muchos jóvenes.