BALONCESTO

Sergio Vicente, el entrenador trotamundos de Pozuelo que dirigió a Luka Doncic

El técnico pozuelero militó en la cantera del Real Madrid antes de entrenar en Noruega, El Salvador o Suecia

Sergio Vicente, entrenador de baloncesto nacido en Pozuelo de Alarcón

Sergio Vicente, entrenador de baloncesto nacido en Pozuelo de Alarcón / EPE

Nacido en Pozuelo de Alarcón, Sergio Vicente es un entrenador de baloncesto con gran experiencia en banquillos nacionales e internacionales que ha tenido la suerte de dirigir a Luka Doncic. 

Pese a estar acostumbrado a vivir fuera de Pozuelo, al residir en países como Inglaterra, Noruega, Suecia o El Salvador, la localidad pozoleña tiene un hueco muy especial en su corazón: “He vivido toda mi vida en Pozuelo. Mi madre nació allí cuando era un pueblo muy pequeño. De hecho, una calle lleva el nombre de un tío suyo: Francisco Beleña”.

“Estudié en los Escolapios y todos mis amigos son de Pozuelo. He visto al pueblo crecer. Cuando era pequeño no se habían construido el Hipercor, la M-40 o la Avenida de Europa. Todo estaba rodeado de campo. Recuerdo ir a comer los domingos a la Casa de Campo con mi familia”, rememora.

Sergio discrepa con la gente que etiqueta a Pozuelo de Alarcón como una de las ciudades más ricas de España: “Mis padres ya están jubilados, pero eran gente obrera. Mi madre era administrativa y mi padre tenía un pequeño comercio en la zona de la estación. Nosotros hemos vivido toda la vida en la zona del pueblo. La gente te etiqueta por ser de Pozuelo pensando que eres rico y hay mucha gente humilde. Pero como La Finca y Somosaguas están en Pozuelo y ahí viven políticos, deportistas y empresarios de alto nivel….”, declara.

La vocación por el baloncesto le corre por las venas: “Mi padre jugó y fue uno de los fundadores del Club Baloncesto Pozuelo. Ahora está en la junta directiva. Yo empecé a jugar con nueve años y, con 16, me ofrecieron entrenar a un equipo de chicos pequeños. Cuando me hice mayor, me dí cuenta de que no iba a poder ser jugador porque no era suficientemente bueno, pero entrenar se me daba bien y me saqué todos los cursos de entrenador”, comenta.

Y tras formarse en Pozuelo, a Sergio, aficionado madridista, le llegó la llamada del equipo de sus sueños: “El Madrid entrenaba en el Valle de las Cañas antes de que hicieran Valdebebas y tuve la suerte de que me llamasen para entrenar en la cantera. Fue una alegría inmensa porque te vas al mundo profesional. Es otro nivel”, dice.

En el Real Madrid coincidió con Doncic

En el club blanco dirigió a Luka Doncic, jugador de los Dallas Mavericks y estrella de la NBA: “En el Madrid estuve tres años como ayudante. En el equipo Junior tuve la suerte de coincidir con Luca Doncic o Santi Yusta. Tuvimos un muy buen equipo. Fuimos campeones de España y de Europa. Tengo muy buenos recuerdos".

Sergio Vicente (derecha), celebrando un título con el Real Madrid

Sergio Vicente (derecha), celebrando un título con el Real Madrid / EPE

Por aquel entonces, cuando tan solo tenía 16 años y jugaba contra gente mayor, Sergio ya veía a Doncic como un jugador especial: “Era diferencial. No estaba físicamente desarrollado porque, aunque era alto, era muy delgado. No como ahora que está muy fuerte. Recuerdo su capacidad competitiva en cualquier entrenamiento. Él era un ganador y, aunque era más pequeño que sus compañeros, no dejaba que nadie se relajara. Quería ganar en todo. Recuerdo un partido que perdíamos contra el Virtus Bolonia y metió ocho o nueve triples seguidos”.

Y no duda en que será recordado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos: “Todo dependerá de los anillos que gane. Si consigue ganar alguno seguro que estará considerado entre los mejores. Ya es uno de los mejores europeos de todos los tiempos”.

Del Real Madrid se marchó a Azuqueca: “Estaba a unos 45 minutos de Pozuelo e hice muchísimos kilómetros. Todos los días hora y media de coche. Cuando empiezas como entrenador tienes que hacer sacrificios. Salía de mi casa a las nueve de la mañana y volvía a las diez de la noche. Tengo muy buenos recuerdos. Conseguimos ascender a LEB Plata y el pueblo estaba volcado. Pero tuvimos la mala fortuna de que el Ayuntamiento no podía poner más dinero y el proyecto desapareció”.

Su primera experiencia en el extranjero fue en Inglaterra: “Fue un poco diferente porque entrenaba en una academia. Salí de mi zona de confort y recuerdo que vivía en una casa con una pareja de ingleses. Fue una etapa un poco solitaria, pero tengo buenos recuerdos. La califico como una experiencia vital. Mejoré mucho mi inglés”.

Confinamiento en Noruega

Inglaterra fue la primera de las muchas vivencias en el extranjero. A partir de ahí, una amplia lista. Noruega, donde estuvo confinado a causa de la pandemia, fue su siguiente destino. Tras entrenar en La Roda, recibió una oferta del Tromso Storm, equipo de una localidad conocida como 'Capital del Ártico'. Nada más aterrizar, tuvo que guardar una cuarentena en casa por venir de uno de los países más golpeados por el coronavirus: “Pasé 15 días en mi apartamento. Yo preparaba los entrenamientos y el ayudante los grababa. Nadie te controlaba. Podías salir a la calle o al supermercado. Pero en los países escandinavos la gente es muy respetuosa y si les dicen que tienen que hacer algo, ellos lo hacen”.

Y tras pasar por Salamanca, se aventuró a vivir su etapa más exótica: El Salvador. “Salvé al equipo en la primeta temporada. En el segundo año empezamos mal y decidieron hacer un cambio de entrenador. Como la temporada había empezado en Europa, decidí irme a El Salvador”.

El Salvador, su experiencia más exótica

Sergio vivió de cerca la construcción de las cárceles de Bukele y el conflicto con los grupos pandilleros: “Era uno de los países más conflictivos del mundo. Mi vida era vivir en un hotel, ir al pabellón a entrenar y volver. Tenía un conductor que me llevaba y me traía. No me dejaban salir porque al no ser de allí me podían robar y era peligroso. Es un país donde no hay clase media. Los empresarios controlan el dinero y hay personas muy pobres. La gente iba armada y en los partidos había mucha tensión”.

Recuerda un partido donde fue amenazado por los mareros: “Jugábamos contra el último clasificado en un pabellón que estaba totalmente destartalado. Era una cancha que no les correspondía y nos hicieron una encerrona. Empezaron a entrar muchos mareros armados y el presidente dijo que allí no íbamos a jugar. Recuerdo que se me acercó un pandillero y me dijo: “Profe, ustedes de aquí no se van a ir. Ustedes van a jugar”. Al final tuvimos que salir corriendo, meternos en el autobús y salir pitando. Pasé mucho agobio”.

Luchando por el campeonato, vivió una invasión al pabellón de 2.000 personas: “En cuartos de final jugamos contra un equipo que se llamaba los Brujos. Íbamos ganando y uno de mis jugadores se encaró con el banquillo contrario. Dije: “Ya verás lo que va a pasar”. Y efectivamente, acabó el partido y unas 2000 personas entraron en la pista. Me acuerdo que el presidente me metió en su coche y salimos corriendo de allí. Le dije: “Yo he venido a entrenar, no a jugarme la vida”. Ellos están acostumbrados y lo veían como algo normal”.

Y añade: “Mantengo el contacto con mis ayudantes y creo que ahora está la cosa más tranquila. No volvería a entrenar, pero sí a visitarlo. Es un país muy bonito”.

Sergio Vicente, dando instrucciones durante un partido

Sergio Vicente, dando instrucciones durante un partido / EPE

Actualmente, dirige al Nassjo sueco: “La liga de Suecia es la mejor en la que he estado. Los jugadores y los miembros del club son muy profesionales. El año pasado lo hicimos muy bien y llegamos a la final de Copa. Esta temporada empezamos mal, pero llevamos una racha de cinco victorias seguidas. La gente es muy abierta y educada”, manifiesta.

En Navidad volverá a casa: “Echo de menos a Pozuelo. Hablo con mis amigos a diario. Como no vivo allí, cuando regreso veo cómo va evolucionando todo. Voy todos los veranos. Lo que más echo de menos es la comida y el sol. Aquí se hace de noche muy pronto. En Navidad solo puedo ir cuatro días porque en Suecia la liga no para. Estaré del 21 al 24 y espero disfrutar mucho”, expone.