UN ORIGEN, DOS SIGNIFICADOS

¿Conoces la diferencia? El distrito Latina no es el barrio La Latina, aunque sí tienen la misma madre

He aquí la diferencia entre el distrito Latina y el barrio La Latina, dos comunidades que comparten una 'madre común', Beatriz Galindo, pero que tienen identidades separadas

Beatriz Galindo, humanista y profesora de Isabel Católica, apodada como 'La Latina'

Beatriz Galindo, humanista y profesora de Isabel Católica, apodada como 'La Latina' / Archivo General

El nombre y los padres no se eligen. Al nacer, vienen impuestos, sin opción a decisión. Pero en el caso del distrito Latina y el barrio La Latina, la historia dio un giro: fueron sus propios habitantes quienes, con plena conciencia y orgullo, adoptaron el apodo de esta erudita en latín, cuya figura, al igual que la de una madre, se convirtió en una pieza clave en su historia.

Quién fue 'La Latina'

Imagen de Beatriz Galindo, LA LATINA, en su cenotafio de 1531

Imagen de Beatriz Galindo, LA LATINA, en su cenotafio de 1531 / Carlos Teixidor Cadenas (Archivo)

Bajo el enigmático apodo de La Latina se ocultaba Beatriz Galindo, una escritora y humanista que se alzó como una de las figuras más sobresalientes del Renacimiento español. Su dominio absoluto del latín la convirtió en una auténtica prodigio.

Con tan solo quince años, ya era capaz de hablar, traducir y escribir en esta lengua con una fluidez y precisión impropias para una mujer de la época. Fue precisamente este asombroso talento lo que propició que fuera elegida por la reina Isabel la Católica para ser su profesora de latín y la de sus hijos, haciéndose un hueco en la historia con un sobrenombre que reflejaba su maestría en la lengua clásica por excelencia.

Su buena relación con la Reina incentivó que su rol como maestra diera paso a ser nombrada dama de compañía y su confidente.

Esta privilegiada posición le permitió contraer matrimonio con Francisco Ramírez de Madrid, consejero de los Reyes Católicos.

Más allá de latín

Aunque ya era conocida por su destacado papel en la corte, fue tras dejarla al enviudar, con la repentina muerte de su esposo en combate, cuando realmente conquistó el corazón del pueblo por su generosa contribución a la sociedad, marcada por una profunda vocación caritativa.

Una de sus mayores hazañas fue la construcción, en 1499, del convento de la Concepción Francisca, que ocho años después pasó a llamarse el hospital de la Concepción de la Nuestra (más conocido como el hospital de La Latina), ubicado en la calle Toledo. Este edificio, que también sirvió como hospital militar durante la Guerra de Independencia, es testimonio de su incansable dedicación y esfuerzo al bienestar común.

Por otro lado, en 1506, se terminó de construir su nuevo y deseado convento junto a la plaza de la Cebada, también en el actual barrio de La Latina.

Aunque ambas construcciones fueron derribadas en 1904 para ensanchar la calle Toledo, hoy se conserva restaurada la puerta, la escalera y los sepulcros de La Latina y su marido. Una placa conmemorativa, situada donde ahora se erige el teatro del barrio, recuerda el legado de este hospital que, durante siglos, fue un símbolo de solidaridad y esperanza para la comunidad.

La huella de Beatriz Galindo perdura en cada rincón del barrio y del distrito, recordando que su compromiso social trascendió intocable en el tiempo, dejando un legado que se sigue conmemorando siglos después.

En la encrucijada entre el paseo de Extremadura y la plaza de la Puerta del Ángel se encuentra, desde 1999, esta escultura de bronce, obra de José Luis Paredes, como homenaje a su labor.

En la encrucijada entre el paseo de Extremadura y la plaza de la Puerta del Ángel se encuentra, desde 1999, esta escultura de bronce, obra de José Luis Paredes, como homenaje a su labor. / Luclamaz

Entonces, es: ¿Latina o La Latina?

Sin 'La', para el distrito, por Beatriz Galindo

Aunque quedan pocas huellas físicas de la valiosa contribución de ‘La Latina’, estas fueron suficientes para que, en 1948, tras la anexión de los Carabancheles y la creación de un nuevo distrito, sus habitantes decidieran rendir homenaje a esta humanista del siglo XV que revolucionó el panorama social, adoptando su apodo como nombre para la nueva zona.

Con 'La', para el barrio, por el hospital que fundó

El que fuera el barrio de la Morería, por el alto número de musulmanes, pasó a ser La Latina en el siglo XVII cuando disminuyó el asentamiento musulmán y el hospital se convirtió en un punto de encuentro. Fue entonces cuando el barrio adoptó el nombre de la construcción ideada por ‘La Latina’.

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