OBRAS

El otorrino nos da las claves para enfrentarse a los inevitables ruidos del soterramiento de la A-5

La exposición a niveles elevados de ruido puede dificultar la percepción de sonidos cotidianos, provocar estrés y generar una sensación de fatiga auditiva

Consejos para evitar daños en el oído por las obras de soterramiento de la A-5

Consejos para evitar daños en el oído por las obras de soterramiento de la A-5 / EFE/Sergio Pérez

Rafa Sardiña

Rafa Sardiña

La ‘megaobra’ para soterrar 3,2 kilómetros de la A-5 se realiza mediante la técnica ‘cut and over’, que permite trabajar en el túnel subterráneo mientras se urbaniza la superficie, lo que genera menos ruido y no impide que los vecinos que viven en las inmediaciones de la autovía "sufran" las consecuencias acústicas de la maquinaria.

Como explica a este diario el doctor Miguel Vaca, vocal de la comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORLCCC), "la exposición a niveles elevados de ruido puede dificultar la percepción de sonidos cotidianos, provocar estrés y generar una sensación de fatiga auditiva". Además, si los niveles de ruido superan ciertos umbrales, existe el riesgo de provocar acúfenos o daño auditivo permanente.

Así va a afectar al transporte y peatones el soterramiento de la A-5: todas las alternativas

Varios vehículos circulan en la A-5, a 31 de enero de 2025, en Boadilla del Monte, Madrid (España). El soterramiento de la autovía A-5 a su paso por el paseo de Extremadura / Eduardo Parra

Cómo nos afecta el ruido de las obras de la A-5

"Se considera que la exposición prolongada a niveles de ruido superiores a 85 decibelios puede causar daño auditivo permanente, especialmente si la exposición es continua durante varias horas al día", señala el otorrino. La exposición a un ruido por encima de 120 decibelios puede provocar un "daño inmediato al oído".

Incluso cuando el ruido no alcanza niveles peligrosos para la audición, "puede generar efectos negativos sobre la calidad de vida". La exposición constante puede provocar estrés, dificultades para conciliar el sueño, fatiga y disminución de la concentración. "Esto puede contribuir al empeoramiento de problemas de salud como la ansiedad, o incluso elevar la presión arterial", matiza el doctor Vaca.

Los más vulnerables

Los niños y las personas mayores son los «más vulnerables» a los efectos del ruido. En los más pequeños, el sistema auditivo está en desarrollo, y una exposición prolongada a ruidos fuertes "podría afectar su capacidad de aprendizaje y atención". En personas mayores nos encontramos con que suele existir una pérdida auditiva relacionada con la edad, por lo que el ruido puede agravar esta situación y dificultar enormemente la comunicación. Las personas con problemas de audición pueden padecer un empeoramiento de sus síntomas.

  • Sellado de ventanas. Verificar que se encuentra en buen estado el aislamiento acústico.
  • Bajar las persianas. Se consigue maximizar la protección contra el ruido de una forma barata.
  • Cortinas acústicas. Pueden reducir el ruido en 15 dB mientras se modula la luz exterior.
  • Uso de tapones. Para utilizar en los momentos de máxima exposición del ruido en la calle.
  • Auriculares. Los que tienen cancelación de ruido sirven para proteger los oídos.
  • No subir la tele. Evita ruidos fuertes, como subir el volumen de la televisión o música.
  • Doble cristales. El doble acristalamiento mejora el aislamiento sonoro de nuestro hogar.

Consecuencias del ruido

  • Oídos taponados. Es uno de los efectos más habituales a la exposición prolongada al ruido. Y no es otra cosa que esa "sensación" que ocurre en el avión por la presión del aire en la cabina.
  • Acúfenos. Percepción de sonido en ausencia de una señal sonora exterior. La mayoría de las veces suele ser un sonido "desagradable" que se parece a un pitido.
  • Estrés. El ruido genera efectos negativos en la calidad de vida, sobre todo, altos niveles de estrés, que afecta mental y físicamente. El estrés tiene consecuencias sobre la hipertensión y la salud del corazón.
  • Fatiga. Agotamiento físico y mental que puede estar provocado por la exposición constante a altos niveles de ruido. Esto provoca dificultades para conciliar el sueño y disminución de la concentración.
  • Irritación. El ambiente ruidoso produce en los vecinos un aumento de la irritabilidad, que es un estado de ánimo que genera un temperamento desmedido con una sensación de malestar constante.