Hace 77 años de la anexión de Carabanchel a Madrid, que ayudó a convertirse en una gran capital

‘Los Carabancheles’ fueron los primeros de los 13 municipios limítrofes que se anexionaron a Madrid

Hace 77 años de la anexión de Carabanchel a Madrid, que ayudó a convertirse en una gran capital

Hace 77 años de la anexión de Carabanchel a Madrid, que ayudó a convertirse en una gran capital

R. Gómez

El 29 de abril de 1948, la historia de Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo cambió para siempre.

Se hizo oficial la anexión de ambos pueblos a la ciudad de Madrid. El último alcalde de Carabanchel Bajo, Rufino Goñi, firmó el acta que oficializaba la incorporación de Carabanchel Bajo a Madrid. Horas después, a las 19:30, hizo lo propio el regidor de Carabanchel Alto, Rafael López.

En el bando sobre la anexión de Carabanchel Bajo a la capital, que acompaña a esta noticia, se puede leer cómo su último alcalde pidió a los vecinos "engalanar los balcones de sus casas con las colgaduras nacionales" para celebrar en la plaza del pueblo.

Bando que informaba de la unión de 'los Carabancheles' a Madrid

Bando que informaba de la unión de 'los Carabancheles' a Madrid / EPE

El Ayuntamiento celebró su unión con "los de la gran urbe". Ese mismo día tuvo lugar el último pleno de la corporación municipal, que fue presidido por el gobernador civil, Carlos Ruiz, y al que también acudió el alcalde de Madrid, José Moreno Torres.

‘Los Carabancheles’ fueron los primeros de los 13 municipios limítrofes que se anexionaron a Madrid. Esta integración formó parte de un plan de transformación que se prolongó de 1947 a 1954. No fuimos los únicos. Aravaca, Canillas, Canillejas, Barajas, Fuencarral, Hortaleza, Chamartín, Villaverde, El Pardo, Vallecas y Vicálvaro fueron los otros 11 pueblos que dejaron de ser independientes hace más de 70 años.

Lo que ganó la ciudad de Madrid

La capital sumó casi 70.000 habitantes con la anexión de ‘los Carabancheles’, lo que le permitió, junto con la unión de los que ahora son considerados distritos, convertirse en una gran ciudad. Carabanchel aportó su propia cultura, con la Ermita de Nuestra Señora la Antigua, el edificio más antiguo de Madrid; la emblemática Colonia de la Prensa, y la Ermita de San Isidro.

Lo que ganó Carabanchel: Desde el momento de la anexión, Madrid comenzó a dotar a Carabanchel de servicios públicos, de los que hasta ese momento carecía. Se incorporaron una red y un sistema de transporte eficiente, multimodal y articulado con el resto de la ciudad. Además, se añadieron otros equipamientos municipales, como las bibliotecas La Chata y Ana Matute, así como dos mercados municipales, Puerta Bonita y San Isidro.