El Puente de Segovia, el más antiguo de Madrid, roza los 443 años… y no es el de los suicidios

Construido bajo el reinado de Felipe II, este emblemático viaducto ha sobrevivido a siglos de historia… y a más de un malentendido popular

El Puente de Segovia, el más antiguo de Madrid, roza los 443 años… y no es el de los suicidios

El Puente de Segovia, el más antiguo de Madrid, roza los 443 años… y no es el de los suicidios

El próximo 6 de junio se cumplirán 29 años desde que el Puente de Segovia fue declarado Bien de Interés Cultural. Y, aunque para muchos esta construcción no es más que un punto de conexión entre el Paseo del Marqués de Monistrol y el de la Ermita del Santo, lo cierto es que Arganzuela alberga una auténtica joya histórica en sus calles.

No en vano, se trata del puente más antiguo de Madrid: con más de cuatro siglos de historia, sigue en pie y en pleno funcionamiento. Todo ello se debe, como suele decirse, a que ha sabido adaptarse a las necesidades y a los nuevos tiempos.

Y es que esta construcción, iniciada en 1582 por encargo del rey Felipe II, no solo embelleció la ciudad de su tiempo, sino que también logró algo crucial: conectar a la entonces nueva capital, Madrid, con el resto de España.

Debajo de él se encontraba el de Segoviana

Durante las obras de soterramiento de la M-30, a 95 metros de profundidad, se descubrieron los restos de un antiguo puente: el de la Segoviana. Mandado construir en el siglo XVI, su identidad se confirmó gracias a un pilar con tajamar y los arranques de dos arcos de medio punto encontrados, elementos que coinciden con las descripciones recogidas en documentos de la época.

El punte de Segovia se encargó de asentar a Madrid como capital

Aunque su construcción inicial concluyó en 1584 bajo la dirección de Gaspar de Vega y Juan de Herrera, el puente cumplió con éxito algunos de sus propósitos: mejorar la conexión con Madrid y reforzar así su papel como capital.

Su ubicación estratégica lo convirtió en una obra viva, sujeta a transformaciones a lo largo de los siglos para adaptarse a las exigencias de cada época. Paradójicamente, ninguna de estas modificaciones logró alcanzar el objetivo original: conectar directamente con el municipio que le da nombre.

Además, esta joya del Renacimiento fue criticada por su apariencia; algunos señalaron un exceso ornamental que desviaba la atención del porqué de su construcción: el río Manzanares.

No obstante, hay que matizar, que son justamente sus materiales los que han incitado su antigüedad. Está construído con: sillares de granito sacados de la Sierra de Guadarrama, los cuales se caracterizan por ser piedras grandes y robustas.

Comparten nombre, pero no es el puente no es el viaducto de Segovia

Cuando se menciona al Puente de Segovia, es fácil caer en la confusión y pensar en el Viaducto de Segovia. A pesar de compartir nombre —y estar separados por pocos metros—, son dos construcciones muy distintas.

El viaducto, elevado y solemne, es tristemente conocido como «el puente de los suicidios». Durante años, su gran altura, la falta de barreras protectoras y su conexión directa al tráfico lo convirtieron en un escenario trágico.

De hecho, en 1998, se llegó a registrar una media de ocho suicidios al mes. Fue entonces cuando se decidió poner fin a esa reputación. ¿Cómo? Levantando las primeras barreras de seguridad.