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Intoxicación por monóxido de carbono en Arganzuela: seis afectados en un garaje subterráneo

Los trabajadores estaban realizando labores de pintura en el parking subterráneo en el momento que se produjo la fuga del monóxido de carbono

Archivo - Ambulancia de SAMUR Protección Civil frente al Hospital 12 de Octubre de Madrid

Archivo - Ambulancia de SAMUR Protección Civil frente al Hospital 12 de Octubre de Madrid / EMERGENCIAS MADRID - Archivo

Luisjo García

Cinco trabajadores y una usuaria de un garaje en calle Ciudad Real, en el distrito de Arganzuela, han sido intoxicados durante la tarde del lunes después de inhalar monóxido de carbono. Las víctimas fueron trasladadas a dos hospitales de Madrid después de recibir atención médica de Emergencias Madrid. Los bomberos se encargaron de ventilar la zona afectada, mientras que la Policía está investigando las causas del incidente.

Los trabajadores estaban realizando labores de pintura en el parking subterráneo en el momento que se produjo la fuga del monóxido de carbono. Dos de los afectados presentan síntomas moderados, mientras que el resto han sido intoxicados de forma leve.

¿Cómo se produce?

El monóxido de carbono es un gas que se origina a causa de una combustión incompleta de materiales que contienen carbono. Es extremadamente peligroso, debido a que es muy complicado detectarlo con facilidad, ya que no se puede percibir ni con la vista ni con el olfato.

Este gas tóxico se produce principalmente cuando combustibles como gasolina, gas natural, carbón, madera o propano no se queman completamente. Puede ocurrir, por ejemplo, en motores de vehículos, calderas defectuosas, estufas mal ventiladas, generadores portátiles, chimeneas obstruidas, entre otros. Cuando la combustión se realiza completamente se produce dióxido de carbono y agua, pero si no hay suficiente oxígeno, el carbono se oxida de forma parcial y genera monóxido de carbono.

El riesgo aumenta en espacios cerrados o mal ventilados, como garajes subterráneos, lugar donde ocurrió el acontecimiento en Delicias, sótanos o viviendas sin sistemas de extracción adecuados. En estos lugares, el monóxido puede alcanzar niveles peligrosos a gran velocidad.

Por este motivo, es aconsejable comprobar que los sistemas de calefacción estén en buen estado y ventilar los espacios donde se utilizan aparatos de combustión. En un caso más extremo, instalar detectores de monóxido de carbono es una buena opción para prevenir un accidente.

En cualquier momento del año puede producirse una intoxicación, pero en invierno hay más posibilidades. Esto se debe a que se activan los sistemas de calefacción y no suele haber ventilación en los espacios cerrados.

Síntomas

La inhalación de este gas reduce la capacidad de transportar oxígeno de la sangre y provoca que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega. Esto afecta tanto al cerebro como al corazón y puede producir intoxicaciones graves, pérdida de conciencia o incluso la muerte.

Los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono pueden ser:

  • Problemas respiratorios, ausencia de la respiración, dificultad respiratoria o respiración rápida
  • Dolor en el pecho 
  • Coma
  • Visión borrosa
  • Confusión mental
  • Convulsiones
  • Mareo
  • Somnolencia
  • Desmayo
  • Fatiga
  • Malestar y debilidad general
  • Dolor de cabeza
  • Hiperactividad
  • Deterioro del juicio
  • Irritabilidad
  • Presión arterial baja
  • Debilidad y pérdida de control muscular
  • Latidos cardíacos anormales o acelerados
  • Shock
  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida del conocimiento

Al principio pueden interpretarse como indicios de gripe, jet lag o enfermedades estomacales. Sin embargo, un alto nivel de exposición provoca que las señales se desarrollen más rápidamente. Especialmente la confusión mental y la pérdida de control muscular.

Para prevenir que la situación empeore, es aconsejable buscar lugares de aire natural y contactar con un médico inmediatamente.