El chef alcalaíno Aurelio Morales agita La Finca de Pozuelo de Alarcón con nuevos sabores

Aurelio Morales tiene nuevo escenario donde mostrar su maestría ante los fogones. El chef de Alcalá de Henares, con estrella Michelin en su haber y pasado por templos gastronómicos como El Bulli o Miramar, aterriza como asesor en Mena, el buque insignia de Grupo Lew Brand en el cotizado espacio de LaFinca Grand Café de Pozuelo. ¿El resultado? Una carta recién estrenada donde la técnica depurada de Morales se fusiona con el alma de Mena: ese fuego imbatible de brasas y horno de leña.

Su firma, a través de la consultora Goncodi Gastro, ya se palpa en platos que prometen animar a un peregrinaje gastronómico: un sorprendente bacalao confitado a baja temperatura con callos a la madrileña, un Lomo de rodaballo a la brasa con su bilbaína o una lasaña de guiso de txangurroy alcachofa crujiente.

Es la visión de Morales, absolutamente "ilusionado" con este proyecto, impregnando la esencia de este local de diseño donde se dan cita deportistas de renombre, empresarios, aristócratas y familias que residen en esta urbanización exclusiva del norte de Madrid.

Para Pedro López Mena, CEO del Grupo Lew Brand, es un "salto más" en su decidida apuesta por un concepto de primer nivel en Pozuelo. Morales, tras su etapa en Abya y mientras planea su "vuelta a la alta cocina", deja su impronta formando al equipo de Mena para que cada servicio respire su estilo. De lunes a viernes, la cocina ofrece, además de las propuestas de la carta, un menú del día por 28 euros o uno ejecutivo por 32.

La propuesta se redondea con una bodega potente de más de 300 referencias seleccionadas por el sumiller Ángel Luis Pasero y una coctelería clásica bien ejecutada a tan solo 10 minutos de la capital.

Distribución y ambientes ideados por Alejandra Pombo

Ubicado en Pozuelo, a aproximadamente diez minutos del corazón de Madrid, Mena La Finca presenta una propuesta de ocio que se extiende desde la mañana hasta la noche en sus 1.500m². El diseño interior, a cargo de Alejandra Pombo, se desarrolla en un entorno donde la vegetación tiene un papel principal. El establecimiento se articula en varios espacios diferenciados.

En la planta principal se encuentran:

• La terraza del lago. Este espacio al aire libre, con vistas al agua y dos pantalanes, reabrió el 8 de mayo. Su oferta gastronómica se centra en raciones y preparaciones frías del "raw bar" con servicio continuo.
• Comedor Oasis. Concebido con una pérgola, busca ofrecer una sensación de conexión con el exterior y la naturaleza para garantizar un espacio funcional cubierto durante todo el año.
• La barra interior. Situada con visibilidad hacia la cocina, dispone de mesas altas para un ambiente más dinámico.

 La primera planta alberga:

• Sala Nenúfar. Este espacio adquiere un ambiente más animado durante la noche para centrarse en la coctelería una vez finalizado el servicio de cenas.