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FALSO AGENTE SECRETO

De "reclutador" a recluso: detienen a un hombre que se hacía pasar por policía de los servicios de inteligencia en un cuartel

Llegó a ganarse la confianza de personal de un complejo militar de Madrid, donde se presentaba como “el reclutador” y hasta recogía currículums de aspirante

Momento en el que el detenido es conducido a dependencias policiales.

Momento en el que el detenido es conducido a dependencias policiales. / Policía Nacional

Héctor González

Héctor González

Madrid

La Policía Nacional le ha echado el guante un hombre que llevaba meses haciéndose pasar por agente destinado en “servicios de inteligencia”. Con un carné profesional y una placa falsos, y armado con un arma de airsoft de apariencia real, llegó a ganarse la confianza de personal de un complejo militar de Madrid, donde se presentaba como “el reclutador” y hasta recogía currículums de aspirantes.

La historia arranca el pasado agosto, cuando los agentes detectaron a un varón intentando acceder a un cuartel identificándose con un carné profesional y una placa que ya entonces levantaron sospechas. Le frenaron en el control, pero no desistió: siguió acudiendo con frecuencia, cultivó relaciones personales y, a base de labia y atrezzo, se hizo “de la casa”. Entre bambalinas, el impostor presumía de misiones en el extranjero y contactos institucionales, vendiéndose como un operador curtido en destinos sensibles.

Valiéndose del personaje creado, el hombre bautizado como "el reclutador" entrevistó a militares interesados en “dar el salto” y llegó a recopilar currículums para supuestas vacantes en esos servicios. El decorado incluía carné y placa emblema fraudulentos y un arma de airsoft casi indistinguible a simple vista. En una ocasión, llegó incluso a ofrecer un revólver y mostró fotografías del arma para apuntalar su relato. Todo para dotar de verosimilitud a una doble vida que, puertas adentro, muchos daban por buena.

El fraude quedó expuesto el pasado 25 de septiembre, cuando fue detenido y puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito usurpación de funciones públicas, falsedad documental y tenencia ilícita de armas. Pese a las graves acusaciones, el individuo no supuso un peligro directo para las dependencias que frecuentaba, señalan fuentes policiales, que no le vinculan a grupos criminales ni aprecian motivación ideológica o política en su conducta.

La razón de su extraño proceder, concluyen los agentes a cargo de la investigación, fueron la "satisfacción personal" y la "creación de relaciones personales". No obstante, el caso abre el interrogante de cómo un desconocido pertrechado con credenciales falsas y un disfraz pudo colarse durante tanto tiempo en un cuartel militar sin que nadie diera la voz de alarma