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DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Los buñuelos de viento, producto estrella para endulzar el Día de Todos los Santos en Madrid: "Es el que más destaca y gusta al público"

Las primeras referencias a los buñuelos se sitúan en el siglo II, en una receta romana conocida como 'globos'

Entre los rellenos tradicionales de los buñuelos de viento, destacan el de cabello de ángel, batata o marrón glacé

Entre los rellenos tradicionales de los buñuelos de viento, destacan el de cabello de ángel, batata o marrón glacé / ESPIA EN LA COCINA

Madrid

Madrid vive una de sus épocas más dulces. Halloween, Todos los Santos, La Almudena, Navidad... la capital se prepara para la avalancha de dulces que inundarán las pastelerías y los estómagos de la gente. Y es que no importa la ocasión: siempre habrá un postre que acompañe la festividad que se nos presente.

Ahora, con la llegada del Día de Todos los Santos, los establecimientos madrileños calientan para ofrecer a los ciudadanos los mejores dulces del momento. Panellets, huesos de santo y buñuelos de viento conforman el top 3 de dulces de la festividad. Eso sí, pocas cosas gritan más casticismo madrileño que los últimos, esas pequeñas esferas tan fáciles de elaborar que, repletas del relleno que más nos guste, se convierten en auténticas bombas de sabor.

Los datos hablan por sí solos. Si las pastelerías esperan vender un total de 550 toneladas de dulces durante la jornada de Todos los Santos, se espera que más de 400 sean de buñuelos. Si no, que se lo pregunten a Jonatan Yagüe, presidente de ASEMPAS y dueño de La Oriental, que remarca que este producto "es el que más destaca y el que más gusta al público".

Historia del buñuelo: ¿cuál es su verdadero origen?

Parece mentira que una receta tan sencilla que se compone de agua, sal, azúcar, mantequilla, harina, huevos y leche sea el dulce preferido no solo por madrileños, sino de toda la población española para festejar el Día de Todos los Santos. Lo más curioso es que su origen no está del todo claro. Hay quien dice que ya en la época de los romanos disfrutaban de una versión, pero la historia más extendida data en los años de la reconquista española.

Según cuentan en Casa Mira, confitería famosa por elaborar el "mejor turrón de España" y fundada en 1842, los buñuelos surgieron "al azar". "El origen de los buñuelos de viento es una de esas historias en las que las cosas buenas son el resultado de un gran aprieto", detallan. Fue una creación improvisada que surgió en un momento de necesidad donde se utilizó lo que se tuvo a mano para sobrevivir.

Las primeras referencias a los buñuelos se sitúan en el siglo II, en una receta romana conocida como 'globos'. Ahora, cuenta la historia que estos dulces también pudieron surgir durante los años reconquista, a partir de los árabes que estaban siendo asediados en un pueblo de Málaga. Las murallas protegían el pueblo y, como forma de contraataque, se colocaban sobre las almenas calderos con aceite hirviendo con el fin de lanzárselo a todo aquel que quisiera trepar por la muralla.

Tras un largo tiempo de cerco por parte de los cristianos, los alimentos y la leña empezaron a escasear, por lo que uno de los panaderos del pueblo decidió hacer una torta con los ingredientes de los que disponía: harina y agua. La mezcla dio lugar a una especie de tortas, que luego se frieron en el aceite hirviendo ya preparado contra la invasión cristiana. El resultado dio lugar a lo que hoy conocemos como buñuelos.

Crema, chocolate, nata y hasta pistacho: ¿cuál es el relleno más popular?

Claro que todo se ha modernizado más a día de hoy y la receta de los buñuelos de viento ha mejorado con el transcurso del tiempo. Entre las diferentes versiones de este postre los encontramos rellenos de chocolate, de crema, de nata o hasta de fresa. Eso sí, por muy tradicional que sea el postre, lo cierto es que también ha sabido adaptarse a las tendencias gastronómicas del mercado.

Jonatan Yagüe cuenta que en su pastelería, La Oriental, cuentan con "ocho o diez sabores diferentes" de buñuelos y, si bien tratan de respetar los rellenos tradicionales, como el de cabello de ángel, batata o marrón glacé, también se han sumado a las tendencias del momento, sacando este año el buñuelo de pistacho. "Son sabores con los que vamos innovando un poco para que la gente vea algo diferente, pruebe" explica, pues "al final, los sabores que son muy tradicionales el público de ahora lo consume menos, porque tienen otro tipo de paladares". Pero que no cunda el pánico, porque Yagüe garantiza que, a pesar de todo, los sabores de toda la vida "están ahí y la gente los pide y consume mucho".

Otros productos en los que "la tradición manda" son los huesos de santo. Pese a que los buñuelos de viento sean el producto estrella de estas fechas, "el público que tiene entre 60 y 80 años compra encantadísimo los huesos de santo", señala Jonatan. Y es que la explicación es sencilla: "La gente mayor está acostumbrada a consumir esos productos y, como es algo tan estacional, están deseando que llegue la época para poder consumirlos".