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TODOS LOS SANTOS

Las pastelerías madrileñas calientan para el Día de Todos los Santos: "De las 550 toneladas de dulces que se venden, 400 son de buñuelos"

Entre los dulces típicos del Día de Todos los Santos, destacan los buñuelos de viento, los panellets y los huesos de santo

De tamaño pequeño y forma redonda, los panellets son dulces típicos que se comen durante la festividad de Todos los Santos

De tamaño pequeño y forma redonda, los panellets son dulces típicos que se comen durante la festividad de Todos los Santos

Madrid

Poco a poco, entramos en la época en la que es difícil decir 'no' a un dulce. Mientras los más pequeños ponen el foco en ultimar los detalles de sus disfraces de Halloween o en vocear el típico 'truco o trato' puerta por puerta, el resto de la población espera con ansias el Día de Todos los Santos para llevarse a la boca la mañana del 1 de noviembre un par de buñuelos de viento, huesos de santo o panellets.

Y es que, por mucho que nos queramos cuidar, obviar estos dulces no es tarea fácil. Con la llegada de la festividad, las pastelerías artesanas de la Comunidad de Madrid comienzan a elaborar y sacar hornadas y hornadas de los postres más tradicionales de estas fechas, haciendo que sea más fácil que nunca pecar y probar un par de ellos.

Eso sí, hay una tendencia clara entre tanto dulce. Los buñuelos de viento se consolidan indiscutiblemente como el más demandado. "Es el que más gusta al público, y se elaboran muchísimos rellenos" destaca Jonatan Yagüe, dueño de La Oriental y presidente de ASEMPAS.

"De dulces típicos, se venden unas 550 toneladas en toda la Comunidad de Madrid y, de esas 550 toneladas que se venden, 400 son de buñuelos", detalla Yagüe. Ahora, respecto al resto de postres, los huesos de santo acaparan los 88.000 kilos, los empiñonados y almendrados cerca de 11.000, y los otros dulces basados en Halloween alrededor de los 22.000. Además, también se consolida la incorporación de nuevas propuestas, como el pan de muerto mexicano.

De las 550 toneladas de dulces, más de 400 son únicamente de buñuelos

Parece mentira que lo más simple sea lo que más guste entre el público. Estas pequeñas esferas colmadas de distintos tipos de relleno triunfan tanto entre niños como entre adultos, gracias a las distintas variedades que ofrecen.

Los buñuelos de viento se elaboran a partir de la pasta choux, la misma masa que da vida a profiteroles o lionesas y eclairs. Un punto destacado de este postre es la selección y consumo de las distintas materias primas empleadas básicamente en su preparación. La receta se compone de agua, sal, azúcar, mantequilla, harina, huevos y leche y, tras freírse, adquiere su característica textura ligera y esponjosa.

Los rellenos más populares son los de nata, crema pastelera, chocolate, trufa, café, limón y dulce de leche, junto a otros productos tradicionales del campo como el famoso cabello de ángel --hecho a base de calabaza-- y crema de batata, ingredientes muy ligados al otoño y a las fiestas.

Ahora, si bien es cierto que todos los sabores tienen buena acogida entre los consumidores, desde los más novedosos como el pistacho o la fresa hasta los más clásicos como la nata o el chocolate, está claro que "la tradición manda", sentencia Jonatan. Lo novedoso tiene fecha de caducidad, "dura una campaña y luego pasa de largo" y, al final, los buñuelos que más se consumen y evocan a esas tardes de invierno de nuestra infancia son "los de toda la vida".