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CAMBIO DE HORA

Madrid se prepara hoy para el cambio de hora: este es el momento en que entra en vigor

Desde 1974, los relojes se adelantan en primavera y se retrasan en otoño

De momento, y a pesar de las controversias, el cambio de hora sigue vigente

De momento, y a pesar de las controversias, el cambio de hora sigue vigente

Madrid

Como cada año, llega el temido momento del cambio de hora. Pese a la negativa común, en muchos países alrededor del mundo llega en otoño la hora de ajustar los relojes para adaptarse al cambio de horario en octubre. Este cambio, conocido como el cambio al horario de invierno, se produce generalmente el último fin de semana de octubre, en la madrugada del sábado al domingo.

Aunque no nos guste, esto significa que nos despedimos de una vez por todas del buen tiempo. La rutina se va imponiendo tras las vacaciones --que muchos han conseguido alargar hasta ahora-- y ya no queda rastro de aquel Madrid vacío de las vacaciones, donde las calles estaban desiertas. Ahora, las grandes ciudades empiezan a llenarse y recuperan su frenético ritmo habitual.

¿Cuándo llega el horario de invierno?

En nuestro país se producen dos cambios de hora: el de invierno y el de verano. El pasado mes de marzo se llevó a cabo el primero, que tuvo lugar el último domingo de octubre. Ahora, por desgracia, es el turno de segundo, ese del que no nos alegramos tanto por arrebatarnos las horas de sol que nos da el verano.

La noche del sábado 25 de octubre al domingo 26, a las 3:00 horas de la madrugada, la hora oficial se retrasará hasta las 2:00. Será en ese momento cuando habrá que hacer el cambio al horario de invierno en todos los aparatos electrónicos en los que no esté automatizado el cambio de hora. Esto quiere decir que el nuevo horario empezará la madrugada del sábado 25 de octubre al domingo 26 de octubre de 2025.

¿Por qué se cambia la hora?

El cambio de hora de verano a invierno es una práctica establecida en España desde hace décadas. El objetivo principal es aprovechar al máximo las horas de luz natural y reducir el consumo de energía.

Esto comenzó a implementarse de manera regular en 1974, como respuesta a la crisis del petróleo, y la idea era adaptar los horarios de actividad diaria para aprovechar mejor la luz solar, reduciendo así la necesidad de utilizar energía eléctrica en las horas de la mañana y la tarde.

Desde entonces, cada año, los relojes se adelantan una hora en primavera y se retrasan una hora en otoño, generando con ello debate entre los ciudadanos.

Mientras algunos estudios sugieren que la medida contribuye a un ahorro energético, otros argumentan que este cambio afecta negativamente a la salud de las personas, alterando los ritmos circadianos y causando problemas de sueño. De momento, y a pesar de las controversias, el cambio de hora sigue vigente.