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LA 'PLAYLIST' DE EPE

Las 6 canciones que tienes que escuchar este fin de semana

Cada viernes, los dos miembros de la sección de cultura de este periódico, con sus diferentes filias y fobias musicales, proponemos tres temas por cabeza para la degustación y (esperamos) disfrute de nuestros lectores. Solo hay que darle al play

Miss Caffeina, con Alberto Jiménez en el centro.

Miss Caffeina, con Alberto Jiménez en el centro. / ARCHIVO

Madrid

'Baila', de Alex Wall

Completamente alejado del ruido, Alex Wall tiene en su haber un puñado de canciones bonitas. Las historias que paladea, con su inicio, nudo y desenlace, bien producidas y con la dosis justa de chulería, le sobrevivirán. Resultan tan auténticas que no les hace falta más y más capas para sonar actuales. Les basta ser sinceras, crueles y voraces para diferenciarse de la masa y, por qué no, ojo, volverse virales gracias al boca a boca de antes. Baila es tan sólo una pildorita.

'Hoy va a ser el día', de Miss Caffeina

Lo que cuenta Alberto Jiménez en Buena suerte, su último disco, el sexto, es una salvajada. Ha convertido el dolor de una ruptura en el, posiblemente, ojo, el cancionero más audaz de Miss Caffeina. "Ha sonado una canción que me recuerda a aquel momento en el que me lancé al vacío y te abracé por si acababa", canta en la narcótica Hoy va a ser el día. Un punto y aparte sonoro que, aunque menos guitarrero, qué pena, pone en valor la voz de su líder. Sin duda, una de las más hipnóticas del pop español.

'Seúl', de Guisasola

A Manu Guisa le gusta el pop, las patatas fritas, el color verde y las series coreanas. Con esta definición que cada uno saque sus propias conclusiones, en lo musical también. Seúl, su último tema, es un cóctel de aquellas cosas que nos encantan, pero en su justa medida. No empacha y eso, en un momento de tanto estímulo, resulta hasta un plus. Seguramente, a la segunda escucha no se la puedan quitar la cabeza. Pero no se asuste: un poquito de sake y a por otra.

Las 3 de Jacobo de Arce

'Non é reale', de Andrea Laszlo de Simone

Andrea Laszlo de Simone es una de las mejores exportaciones musicales italianas de los últimos tiempos. Cantautor curtido en el indie, con pulsión experimental y amante de la clásica del que nunca sabes muy bien por dónde puede salir, el turinés es un tipo esquivo al que no le gusta prodigarse en público, y en sus canciones su voz lleva casi siempre un velo de efectos con el que podría parecer que también quisiera ocultarse, pero que le da una personalidad muy reconocible a su sonido. Casi ocho años después de su último largo ‘pop’, con mucho single y una fantástica banda sonora (la de Animal Kingdom) de por medio, ahora publica Una Lunghissima Ombra, un nuevo y exquisito largo que esconde golosinas como esta.

'Love Me Or Leave Me', de Peggy Lee

Aunque la versión canónica, monumental e insuperable sea la de Nina Simone, la siempre insuficientemente alabada Peggy Lee hizo al menos dos versiones de este standard de Walter Donaldson y Gus Khan: una dentro de los moldes más clásicos en su estupendo Black Coffe (1953) y, veinte años después, esta otra que lo lleva a la música disco y que forma parte de los descartes que no llegaron a formar parte de Mirrors, su esotérico álbum de 1975 que produjeron nada menos que Leiber y Stoller (autores de Hound Dog y una tonelada de hits más) y que lucía una portada digna de Mina. Para regocijo de todos, se acaba de reeditar con extras ahora que cumple medio siglo.

'There's A Place', de Matt Martians

Cuánto echamos de menos a Odd Future pero qué buenos ratos pasamos con lo que hacen sus antiguos miembros por su cuenta. Recordemos que por el colectivo de hip hop de Los Ángeles pasaron, entre otros, Tyler the Creator, Earl Sweatshirt o Frank Ocean, es decir, algunas de las cabezas mejor amuebladas de la música reciente. Uno de sus fundadores fue Matt Martians, quizá de todos ellos el que más se ha alejado de los parámetros del rap en su carrera posterior, orientándose hacia una especie de neo soul con un punto experimental. Esta There's A Place pide que nos dejemos mecer con su sample tan lo-fi y esas voces multiplicadas que crean una sensación de gozosa irrealidad.