Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

MERCADO INMOBILIARIO

Madrid, en el podio menos deseado de la UE: sus habitantes gastan más de dos tercios de su sueldo en vivienda

Los ciudadanos de la capital de España destinan un 74% del salario a pagar su casa, solo por detrás de los de Lisboa y empatados con los de Barcelona

Varios edificios de viviendas en Madrid.

Varios edificios de viviendas en Madrid. / Alberto Ortega - Europa Press / Europa Press

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Existe una regla financiera que muchos expertos consideran básica y que afirma que cada ciudadano debería destinar menos de un tercio de su sueldo a la vivienda (aproximadamente el 30% o menos) para mantener un equilibrio saludable en sus cuentas. Este es el tope que, según los cálculos más fundamentales, permite poder afrontar otros gastos y, a la vez, ahorrar, la aspiración más elemental de cada familia.

Algo que, a la vista tanto del frío dato como del click más aleatorio en cualquier portal de búsqueda de vivienda, roza lo imposible en la capital de España. Y es que vivir en Madrid, ya sea alquilando o comprando, sigue siendo un auténtico desafío cuando se cobra un sueldo medio, tal y como queda refrendado en un informe que difundió este miércoles el Consejo Europeo y que sitúa a la ciudad como una de las tres donde más porcentaje del sueldo destinan sus habitantes a la vivienda en toda la UE.

Según el estudio del departamento de investigación y análisis del Consejo con datos del instituto de investigación del Deutsche Bank, los ciudadanos de Lisboa destinan un 116 % del sueldo a la vivienda, seguidas de Madrid y Barcelona, ambas empatadas con un ratio del 74 %. Estas tres grandes urbes de la Península Ibérica se sitúan muy por encima de otras ciudades como Luxemburgo y Fráncfort (ambas con 34 %), Helsinki (35 %) o Viena (37 %).

"Problema estructural"

El informe del Consejo, titulado "Un techo, muchas realidades: la compleja crisis de vivienda de Europa", reconoce que la crisis de la vivienda es un "problema estructural" de la Unión Europea, pero "con características locales y variaciones entre regiones". Según explica, la vivienda se ha encarecido de media en la UE un 58,33 % entre 2015 y el primer trimestre de 2025 y, de nuevo, ese cálculo arroja situaciones asimétricas en el bloque comunitario.

Archivo - Una familia observa los anuncios de viviendas en venta en una inmobiliaria de Palma de Mallorca (Baleares)

Archivo - Una familia observa los anuncios de viviendas en venta en una inmobiliaria de Palma de Mallorca (Baleares) / Tomàs Moyà - Europa Press - Archivo

El mayor alza se registró en Hungría (237 %), Portugal y Lituania (147 % en ambas), según los datos de Eurostat que maneja el Consejo, que apuntan a que España se anotó un 72 % y sitúan en la parte baja de la tabla a Finlandia (0,4 %), Italia y Chipre (ambas con 13 %) y Francia (26 %).

"Al mantener un debate estratégico sobre la vivienda, el Consejo Europeo destaca su importancia fundamental, no solo para el bienestar de los ciudadanos, sino también como un factor clave para lograr una Unión Europea más competitiva y cohesionada", agrega el documento sobre la vivienda, que tiene un peso del 5,3 % en el PIB de la UE.

El análisis del Consejo insiste en que la capacidad de Europa para actuar es limitada, ya que "muchas soluciones dependen de los Estados miembros", por lo que es complejo elaborar "políticas 'ideales' aplicables a todos".

Edificios viejos

Eso sí, la institución que representa a los líderes de los Veintisiete sí que identifica preocupaciones comunes: el coste de la vida, la presión del alquiler sobre la oferta y los tipos de interés.

La compra de viviendas cae un 1 % en julio y las hipotecas y los precios moderan su subida

La compra de viviendas cae un 1 % en julio y las hipotecas y los precios moderan su subida / .

"La acción europea puede complementar los esfuerzos nacionales para mejorar el parque existente y corregir fallos de mercado, pero algunas medidas plantean dilemas", añade el documento del Consejo Europeo, que incide en que "las políticas de asequibilidad deben evitar agravar desigualdades, frenar la construcción o generar cargas financieras duraderas".

La institución añade que existen también "factores ajenos a la política de vivienda tradicional pueden aliviar parte de las presiones, como la movilidad laboral, la planificación territorial o la política energética" y apunta que el 85 % de los edificios fueron construidos antes del año 2000 y, el 75 %, tiene baja eficiencia energética.

El documento señala también que más de dos tercios de los residentes de la UE son propietarios de su vivienda, con un 51,7 % viviendo en casas y un 47,7 % en apartamentos. Además, agrega que los precios se han mostrado volátiles en los últimos años, con un pico antes de 2022, una caída en 2023 y seis trimestres consecutivos de subidas desde 2024, mientras que los alquileres crecieron de forma continua.

Los jóvenes que más tardan en independizarse

En cuanto a los arrendamientos, la creciente demanda ha presionado al alza los alquileres, sobre todo en las regiones urbanas y económicamente dinámicas, añade la institución comunitaria, que añade que las diferencias nacionales también son importantes, con una media de encarecimiento del 28,8 % en el conjunto de la UE entre 2010 y 2025.

"Los Estados del este y bálticos, como Hungría (+277 %) y Estonia (+250 %), donde los precios se han triplicado, muestran un crecimiento explosivo por la convergencia económica y los bajos niveles de partida", señala el Consejo, que detecta también "aumentos fuertes" en Letonia (+162 %), Chequia (+155 %) y Portugal (+141 %), reflejo de disparidades regionales".

En el polo opuesto se sitúan Italia (-1 %) y Grecia (-9 %), los dos únicos países donde los alquileres han bajado de precio.

"Los jóvenes, estudiantes y hogares de bajos ingresos tienen más dificultades para acceder a viviendas estables", prosigue el informe, que concluye que "muchos optan por alquilar al no poder financiar una compra, incluso en países donde la propiedad era tradicionalmente la norma".

Los jóvenes europeos se independizan con 27,4 años de media, y por encima de los 30 en España, Italia y Grecia.