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ARTE

El misterio de las 39 fotoesculturas que el Palacio Real imprimió en 1863: "Era una técnica que no existía, es sorprendente"

La Galería de las Colecciones Reales ha recuperado 39 piezas que, hasta el 18 de enero, en la Sala Borbones, desvelarán al público este antecedente del 3D

Fotoescultura de la familia de Isabel II que acoge las Galerías de las Colecciones Reales.

Fotoescultura de la familia de Isabel II que acoge las Galerías de las Colecciones Reales. / CEDIDA

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Madrid

Aquella mañana se construyó en el Palacio Real un estudio nunca antes visto. El fotógrafo de la reina Isabel II, Jean Laurent, trajo a Madrid al inventor de una técnica desconocida en España hasta entonces: la fotoescultura. François Willème (1830-1905) la patentó en el París de 1860 con un objetivo: obtener una obra tridimensional con absoluta fidelidad. El proceso era complejo, pero rápido: bastaban 10 segundos y una sesión. Ahora bien, necesitaba 24 cámaras para ello. La Galería de las Colecciones Reales ha recuperado 39 piezas que, hasta el 18 de enero, en la Sala Borbones, desvelarán al público este antecedente del 3D.

“En aquella época era una técnica que no existía, es muy sorprendente”, ha subrayado Leticia Azcue, comisaria y conservadora de escultura del Museo del Prado. Las obras, que están realizadas en diversos materiales, tamaños y formatos, representan a miembros de la familia real, así como a otras personalidades del momento.

Busto de la reina Isabel II realizado con la técnica de fotoescultura.

Busto de la reina Isabel II realizado con la técnica de fotoescultura. / CEDIDA

Para llevarla a cabo, Willème colocaba las 24 cámaras en forma circular con el protagonista en el centro, de tal modo que todas disparasen a la vez sus fotografías. De este modo, conseguía 24 placas fotográficas con 24 siluetas del retratado. A continuación, para componer la imagen tridimensional, utilizaba una linterna mágica y un pantógrafo, un dispositivo mecánico usado para copiar imágenes acoplado a una máquina de corte que transfería los perfiles a un bloque de arcilla. Las piezas solían finalizarse en porcelana blanca sin esmaltar, pero también en otros materiales, como terracota, escayola o bronce.

Su producción sólo tuvo lugar entre 1860 y 1868, debido principalmente a su elevado coste. De hecho, llegó a arruinarse al poco tiempo. Dejándola de lado y encarando otros retos. “Él siguió su carrera como fotógrafo y como escultor, pero no volvió a emplear una técnica que luego se ha ido desarrollando hasta llegar al 3D de la actualidad”, ha señalado Azcue.

La reina premió a Willème

La pieza de fotoescultura que representa al completo a la familia real española es la más importante de la colección. En ella aparecen la reina Isabel II junto al príncipe de Asturias, futuro Alfonso XII, acompañada del rey consorte, Francisco de Asís, y de tres de sus hijas, las infantas Isabel, Pilar y Eulalia. Asimismo, se recrea el estrado del Palacio Real con los cuatro leones, símbolos de exaltación del poder regio. El conjunto se realizó mediante un proceso electroquímico, utilizando plata sobre cobre con la técnica de la galvanoplastia.

Busto del rey Francisco de Asís.

Busto del rey Francisco de Asís. / CEDIDA

La reina quedó tan satisfecha con el resultado que condecoró a Willème con la Orden de Carlos III. Además de las fotoesculturas adscritas a los fondos de Patrimonio Nacional, existen otras piezas en colecciones públicas y en manos de coleccionistas privados, en las que se representan personajes de la aristocracia, el mundo del arte o de los negocios.