OBRAS PÚBLICAS

¿"Protección" para no quemarse o "molestia visual"? Los polémicos toldos de Sol dividen a madrileños y turistas

Las nuevas instalaciones de sombra en la Puerta del Sol por 1,5 millones de euros generan opiniones encontradas entre los visitantes en pleno calor veraniego

Los toldos de la plaza dela Puerta del Sol.

Los toldos de la plaza dela Puerta del Sol. / EPE

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

Julián vino de Ecuador a Madrid para la boda de su tía. Se queda unas dos semanas en la capital y es la segunda vez que pasa por la plaza de la Puerta del Sol. Está sentado, esperando a su familiar. "Llevo aquí un rato y me han ayudado mucho a protegerme del sol", responde al ser cuestionado por su opinión sobre los toldos bajo los que reposa. No le molestan estéticamente. Al revés, piensa que mejor ese material que otro. Puede que, intrigado por esta cuestión, responde preguntando a la redactora si a ella le gustan.

En otro de los bancos, más alejada, se encuentra otra turista: Linda, de Noruega. Ella es bastante más negativa. En inglés, responde que "arruinan las vistas de los edificios" y que "tampoco ayudan demasiado" a protegerse del sol.

Son las 16:00h de este jueves y los termómetros de zonas cercanas marcan los 38 grados a la sombra. El sol apenas da tregua. Si caminar por la ciudad en estas horas centrales del día no es especialmente agradable, el asfalto no invita a cruzar esta plaza, un lugar que se ha convertido más en una zona de paso que de recreo para la gente que vive o trabaja en la ciudad. Si a eso se le suma que el presupuesto para colocar estos toldos prácticamente se ha triplicado, hasta rozar los 1,5 millones de euros, la polémica -ajena para muchos turistas- está hecha.

Con todo, a esas horas las personas más valientes que se paran cinco, diez, quince minutos en la plaza, lo hacen sentados en esta instalación con 32 toldos que concluyó hace apenas unos días. La colombiana Diva, que se toma un helado junto a su hijo, apunta a que al menos "da un poco de sombra". "Me parece que está bien. Tampoco lo veo mal estéticamente... Ni bien", añade. Eso sí, tiene claro que mejor los toldos que nada.

Y como hay más gustos que colores, Jenni, que es de la Sierra, asegura que "es muy bonito": "Es muy bonita la estética y queda bien". "La plaza está vacía y está todo el mundo buscando sombra", añade. Y estos toldos beige, asegura, ayudan. Arancha y María, que pasan por la Puerta del Sol por primera vez desde que pusieron los toldos, se limitan a decir que "mejor esto que nada".

Con todo, María reconoce que no le gusta nada la reforma que se ha hecho de la plaza "Se echan de menos los árboles, la fuente... Algo verde por tener la sensación de frescura aunque nos esté matando el calor", razona.

¿Por qué no hay árboles?

Tanto con la obra de la plaza, como ahora con los toldos, la pregunta que se han hecho muchas personas es por qué no se ponen árboles para paliar el calor.

La respuesta del Ayuntamiento vino dada por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, que defendió este modelo alegando que la plaza es un Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que "no se puede plantar ni un árbol ni instalar estructuras permanentes". También resaltó la inviabilidad de modificar la estructura para implementación de árboles, dejando una plaza de cemento en su lugar.

En cuanto a la funcionalidad de los toldos, García Romero subrayó que estos cuentan con "una enorme calidad y una resistencia importantísima", y que su diseño ha sido avalado por ingenieros de caminos.

Con todo, y hasta que se busquen otras soluciones, Madrid sigue siendo una de las seis principales ciudades del mundo con una mayor diferencia térmica entre el centro urbano y sus alrededores: hasta 8,5 grados, según el estudio Urban Heat Snapshot, realizado por la consultora internacional Arup, especializada en desarrollo sostenible.