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La churrería de Madrid que visitó Ed Sheeran en su visita a España: los más antiguos de la capital

El cantante tuvo tiempo de probar este manjar madrileño durante su visita

Ed Sheeran.

Ed Sheeran. / ARCHIVO

Madrid

El cantante británico Ed Sheeran visitó España el pasado mes de mayo como parte de su gira 'Mathematics European Tour 2025'. El artista protagonizó una doble actuación en el Cívitas Metropolitano, donde encandiló a los más de 140.000 fans que allí se dieron cita. Además de ofrecer estos dos conciertos, Sheeran tuvo tiempo de disfrutar de la capital como cualquier turista corriente. Prueba de ello fue la camiseta con la que saltó al escenario a dar unos de sus shows, una prenda típica de las tiendas de souvenirs del centro de la capital.

El cantante de 34 años visitó el restaurante StreetXO, de Dabiz Muñoz, tal y como publicó en redes sociales. Pero sus largos paseos por Madrid han dado para mucho más. Incluso, para degustar uno de los grandes manjares dulces de la capital.

Madrid 1883, la churrería de Sheeran en la capital

Sheeran difundió a través de Instagram un vídeo visitando diversos lugares históricos de la urbe. En él, se puede apreciar su visita a Madrid 1883, la churrería más antigua de la ciudad, donde a buen seguro pudo disfrutar de una buena merienda.

En pleno barrio de Malasaña, lo que antaño se conocía como barrio Maravillas, podemos disfrutar de  Madrid 1883, la churrería más antigua de la ciudad. Inaugurada en el año 1883, se fundó como un establecimiento destinado a las gentes más humildes que por aquel entonces habitaban un barrio que, a día de hoy, se ha convertido en un inmenso 'hotel' plagado de apartamentos turísticos.

Se encuentra localizada en el número 8 de la calle Espíritu Santo, y en sus primeros años llegó a vender hasta leche fresca por litros. El café que servían, ante la escasez de producto, procedía de los posos que dejaban los grandes hoteles de las inmediaciones. Sus ricas porras y churros la convirtieron en un habitual de las personas que acostumbraban a acudir al rastrillo de Maravillas, un mercado de puestos que ocupaba casi todo el barrio.

Combinación de lo moderno con lo tradicional

Madrid 1883 es, a día de hoy, un acogedor local donde se pueden degustar unos fritos hechos a través del mismo procedimiento ancestral que la familia Huertas -- primera propietaria de la churrería hasta la llegada de los Mendoza Manzano -- ya utilizaba en pleno siglo XIX. El romanticismo hacia su profesión les hace resistir en un barrio que, poco a poco, ha ido perdiendo este tipo de establecimientos en las últimas décadas.