ENTREVISTA

Manuel Urios, violinista: "Disfruto creando experiencias donde la música clásica y el vino se armonizan"

El violinista galardonado y exmiembro de prestigiosas orquestas juveniles, fue academista dos temporadas en la Residentie Orkest de La Haya. Combina en su carrera la interpretación y la docencia. Actualmente colabora con orquestas como la Sinfónica de Madrid, titular del Teatro Real, o la Orquesta Clásica Santacecilia

Andrea San Martín

Andrea San Martín

Madrid

Pregunta. ¿Qué tiene el violín que no tenga otro instrumento?

Respuesta. Empecé a tocar el violín a los cuatro años, realmente por decisión de mis padres, no mía. Yo no fui muy consciente a esa edad, pero sí recuerdo mirar el instrumento con admiración incluso antes de saber tocar. Con el tiempo, me he dado cuenta de que el violín encaja muy bien con mi personalidad porque tiene un repertorio clásico enorme, es muy versátil y, aunque es difícil, me atrae mucho su capacidad para el virtuosismo y la forma en que se puede cantar con él.

P. ¿Cuál es su formación?

R. Aprendí desde pequeño con profesores; primero en la guardería, luego en una escuela de música privada y más tarde entré al Conservatorio Victoria de los Ángeles, en Villaverde. Allí, entre los 10 y 14 años, tuve un profesor distinto cada curso, lo cual fue complicado porque en el violín la relación con el profesor es muy personal y esa inestabilidad me hizo perder tiempo. No me quejaba porque en ese momento tampoco me lo tomaba tan en serio, aunque intuía que se me daba bien.

P. ¿Y qué fue lo que le animó a que eligiera esta profesión ?

R. La gran diferencia llegó cuando conocí al profesor David Santacecilia en un curso. Él se dio cuenta de mi situación, y decidió llevarme al Conservatorio Profesional de Música Amaniel para que pudiera acabar el Grado Medio con continuidad y con él como profesor fijo. Ese cambio fue clave porque me motivó, me dio estabilidad y me hizo darme cuenta de que quería dedicarme al violín profesionalmente. Diría que aproximadamente el 97% de la gente que estudia en el conservatorio no da el salto al grado superior. No tengo el dato exacto, pero es una cifra aproximada. Muchas veces es porque no tienen el nivel necesario para afrontar una carrera profesional, porque no les apasiona lo suficiente, o simplemente porque el mundo de la música es complicado y deciden tomar otro camino. 

Manuel Urios, violinista.

Manuel Urios, violinista. / Alba Vigaray

P. Ha trabajado con músicos y profesores madrileños como David Santacecilia y Joaquín Torre. ¿Qué huella han dejado en su forma de interpretar?

R. He tenido dos maestros que han sido muy importantes en mi carrera, junto con otros profesores que vinieron después, ya en el Grado Superior. Tener un maestro es fundamental porque es una guía y una referencia constante. De cada uno he aprendido cosas distintas. Concretamente, de David aprendí a disfrutar la música de forma profunda y a afrontar las situaciones con más positivismo. Y de Joaquín, en el superior, aprendí a ser disciplinado.

P. ¿Qué papel ha jugado Madrid en su desarrollo artístico y personal y qué significa haber estudiado en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid?

R. Estoy encantado de haber podido estudiar en mi ciudad, en Madrid, porque me parece un lugar fantástico donde tengo todo lo que necesito. Madrid te ofrece soluciones para cualquier cosa en cualquier momento, y eso lo notas especialmente cuando te vas fuera y empiezan a surgirte necesidades que allí no puedes cubrir como aquí. Además, hablando del mundo de la música, Madrid tiene muchísima más oferta laboral. En mi caso también influye que llevo toda la vida aquí y tengo muchos contactos, lo cual es clave en esta profesión. Pero, más allá de eso, al ser la capital y una ciudad grande, hay muchísimo más movimiento musical que en otras partes de España. Cualquier músico de otra provincia te lo podría confirmar.

P. ¿Qué le aportó formar parte de la Joven Orquesta Nacional de España y de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid?

R. Entré en la Orquesta Joven de la Comunidad de Madrid en 2015, y estuve unos cuatro años. Luego, con 20 años y en segundo de Grado Superior, tuve la suerte de entrar en la Joven Orquesta Nacional de España, que es una orquesta de gran renombre entre las jóvenes orquestas del país. Estuve allí hasta 2022, participando en giras y tocando muchísimo repertorio orquestal. Fue una experiencia brutal. El nivel es altísimo y te rodeas de los mejores jóvenes músicos de España, lo que te aporta contactos, aprendizaje y un entorno muy comprometido. Además, tocas grandes obras del repertorio clásico, lo cual es fundamental porque la orquesta es una de las salidas más importantes de esta profesión.

Manuel Urios, violinista.

Manuel Urios, violinista. / Alba Vigaray

P. ¿Cree que la música clásica está en decadencia entre los jóvenes?

R. Desde fuera parece que se está extinguiendo, porque mucha gente no la escucha. Pero cuando yo toco en sitios como el Auditorio Nacional o el Teatro Real, suelen estar llenos. Eso sí, la mayoría del público es gente mayor, y muchos jóvenes que asisten son también músicos o estudiantes. Creo que lo que le falta a la música clásica es acercarse más al público joven y salir un poco de los espacios tradicionales.

P. ¿Cómo ve el papel del músico clásico en la sociedad actual? ¿Cree que la música clásica debe salir de los teatros?

R. A mí me gusta ser un músico con formación clásica que es la base de un buen músico, sin duda. Entonces, siempre intento estudiar y seguir mejorando, además de llevar la música a nuevos espacios. Me gusta participar en eventos donde combino música con otras disciplinas, como la gastronomía, y siempre intento explicar lo que toco para que el público pueda entenderlo y disfrutarlo más.

P. ¿Qué opina de la fusión entre música clásica y otras artes como la gastronomía o el diseño?

R. Me parece una forma muy enriquecedora de compartir la música. Trabajo en eventos donde maridamos vino y música, buscando que cada obra clásica refleje las características del vino. No es solo ambientar, también es crear una experiencia donde ambos mundos se complementan y emocionan como en el nuevo proyecto Gourmet Harmony.

P. ¿En qué consiste?

R. Es una iniciativa que llevo con mi madre, donde armonizamos vinos con obras clásicas seleccionadas especialmente. No se trata de amenizar, sino de crear un diálogo entre el vino y la música, haciendo que ambos se potencien y el público descubra nuevas sensaciones. Leemos las características de cada vino y busco una pieza que conecte con su personalidad. La Bodega Palacio de Bornos nos apoya en esta iniciativa, y gracias a ellos hemos podido llevar estas experiencias a un nivel más profesional. No es solo amenizar: es armonizar y crear una experiencia sensorial completa, donde el vino y la música se enriquecen mutuamente.

Manuel Urios, violinista.

Manuel Urios, violinista. / Alba Vigaray

P. ¿Qué consejo le darías a un joven violinista que quiera explorar caminos poco tradicionales en la música?

R. El camino en la música no es fácil y no debe elegirse por evitar otras opciones. Sin embargo, si se tiene una verdadera conexión con la música y el instrumento, puede ser un mundo muy especial y gratificante. A pesar del esfuerzo, los momentos difíciles y los rechazos, vale la pena si se es persistente.