PARQUE CASTELLANA

Tras Ventas, llega la Castellana: las obras de soterramiento del norte de la M-30 empezarán el 1 de julio

El proyecto definitivo incluye modificaciones para mejorar la movilidad en el entorno y la conectividad peatonal

Recreación de la futura plaza sobre la M-30.

Recreación de la futura plaza sobre la M-30. / Ayuntamiento de Madrid

Héctor González

Héctor González

Madrid

Si la semana pasada se anunciaba el inicio de las obras de Parque Ventas, el proyecto de cubrición de la M-30 a la altura del puente homónimo, este jueves ha sido el turno del segundo gran proyecto pendiente: el Parque Castellana. Los trabajos de soterramiento de la autovía de circunvalación al norte de la Castellana arrancarán el próximo martes 1 de julio, según ha informado la vicelcaldesa madrileña, Inma Sanz, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.

Y lo harán, al igual que en el caso anterior, con una serie de "importantes mejoras" añadidas al plan original que permitirán, entre otros beneficios, mejorar la movilidad en la zona, reducir la afección a infraestructuras ya existentes y más zonas verdes. El presupuesto definitivo se ha fijado en 110,2 millones de euros, una cifra 6,8 millones inferior al presupuesto base de licitación, pese a las modificacoines incorporadas por valor de 9,8 millones.

Entre las principales novedades destacan mejoras en la movilidad de la zona, como la reubicación del carril bici en el flanco este del parque y la creación de un carril bus en ese mismo lateral, lo que permitirá habilitar nuevas paradas en la acera. También se construirá un carril de aceleración específico para facilitar la incorporación de autobuses al Nudo Norte con destino a la M-607.

Mejor conectividad y menos afecciones

El plan prevé asimismo la mejora de la conectividad peatonal entre ambas márgenes del paseo y un incremento de la señalización, tanto fija como variable. Durante las obras, se adoptarán medidas para minimizar su impacto en la movilidad, como la creación de un carril bus adicional en el lateral norte-sur de Castellana y la ampliación de aceras en el lateral sur-norte para ubicar paradas de autobús urbanas e interurbanas. Además, se incrementarán los desvíos de tráfico y los itinerarios peatonales semaforizados, junto con nuevos semáforos provisionales.

Desde el punto de vista técnico, el proyecto introduce soluciones para reducir la afectación a infraestructuras existentes, como la galería del Canal de Isabel II. Se han rediseñado los accesos al túnel y las salidas de emergencia para evitar interferencias, y se han homogeneizado los métodos constructivos para agilizar la ejecución. En el apartado de equipamientos, se han mejorado los acabados del túnel, las escaleras y los cuartos técnicos, y se ha adaptado el diseño a los nuevos requisitos técnicos relativos a ventilación, iluminación y sistemas contra incendios. Además, el túnel podrá ser gestionado desde el centro de control de instalaciones urbanas.

Un gran parque urbano con múltiples espacios

El espacio generado sobre el túnel se convertirá en un nuevo parque urbano, con áreas estanciales, de recreo y de paseo, todas accesibles y conectadas entre sí. El proyecto incluirá la plantación de 787 nuevos árboles, que, sumados a los ya existentes, superarán el millar, además de más de 38.000 arbustos.

En la parte sur del ámbito, se creará una suave colina con bancos de piedra en su cima. Hacia el norte, se construirán siete líneas de piedra escalonadas en forma de gradas, creando un teatro al aire libre, junto a una fuente elíptica monumental rodeada de un banco de piedra.

El parque contará con una gran plaza central de dos círculos contiguos, uno despejado y otro con una pérgola de 25 metros de diámetro construida en acero y madera, con plantas tapizantes en la parte superior.