EXPOSICIONES

'Iconografía del mal': los siete pecados capitales de la Galería de las Colecciones Reales

Patrimonio Nacional inaugura una exposición temporal sobre arte textil que se podrá visitar en la Galería de las Colecciones Reales hasta el 28 de septiembre

Uno de los tapices expuestos en la exposición 'Iconografía del mal. Los tapices de los pecados capitales'.

Uno de los tapices expuestos en la exposición 'Iconografía del mal. Los tapices de los pecados capitales'. / EFE / MARIO MORÓN

Madrid

Durante siglos, los tapices fueron protagonistas en las estancias principales de los palacios. Las paredes del Palacio Real de Madrid, por ejemplo, se recubrían de paños cuando era momento de celebrar algo. También las de los palacios de Aranjuez, El Pardo o El Escorial, que los reyes habitaban por temporadas en las llamadas Jornadas Reales. No es tan común que esto ocurra ahora, pero los utilizados en España fueron conservados en las Colecciones Reales, que cuenta con uno de los fondos más ricos del mundo: custodian más de 3.000 tapices. La nueva exposición de la Galería de las Colecciones Reales, Iconografía del mal. Tapices de los pecados capitales, que se podrá visitar hasta el 28 de septiembre, exhibe diez de estas piezas que hablan de los pecados capitales.

Los diez tapices seleccionados para esta muestra temporal representan un pecado y su virtud opuesta: la caridad frente a la avaricia, la castidad contra la lujuria, la paciencia ante la ira, la templanza en oposición a la gula, la generosidad como antídoto de la envidia y la diligencia para combatir la pereza. El director de la Galería, Víctor Cageao, hablaba en la presentación de la muestra sobre la vigencia del tema que tratan estos textiles: "En el mundo actual hay bastante soberbia y bastante ira, por ejemplo". Coincide con él la directora de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva: "La iconografía del mal es, lamentablemente, como el mismo mal, una constante en la historia de la humanidad. Es una cuestión que en estos tiempos convulsos está más de actualidad que nunca. Esta exposición nos tiene que ayudar a reflexionar".

La sala de la exposición 'Iconografía del mal. Tapices de los pecados capitales'.

La sala de la exposición 'Iconografía del mal. Tapices de los pecados capitales'. / EUROPA PRESS

La exposición, comisariada por Roberto Muñoz, propone un recorrido dividido en cinco secciones temáticas que explican qué papel jugaron en la Corte como vehículo de enseñanza moral y de afirmación del poder real y la evolución del gusto por el textil en España. "Hay que recordar que los tapices no son solo objetos temporales, son emblemas de poder y mostraban la riqueza de la monarquía y el interés que tenían de mostrar determinados relatos metafóricos o simbólicos de su reinado. También estos tapices se utilizaban para cambiar perspectivas, cambiar arquitecturas, cambiar en parte el urbanismo", explica el comisario. Además de los diez paños, se muestran otras 38 obras de arte como pinturas, estampas o relieves.

Dos series de textiles

Aunque están realizados con algunos años de diferencia, los diez están repletos de alegorías, carros triunfales y paisajes imaginarios y, además, cuentan con cenefas y medallones que incluyen inscripciones en latín para reforzar el mensaje: todos advierten sobre los peligros de caer en los pecados capitales. "Hemos querido dar visibilidad a un patrimonio que siempre ha estado ahí, pero que ha permanecido en un discreto segundo plano frente a otras manifestaciones más protagonistas, como la pintura", explica el director de la Galería.

Isabel la Católica y el emperador Carlos V fueron quienes empezaron a encargar y conservar estos textiles, aunque se consolidó algo más tarde, durante el reinado de Felipe II, quien convirtió el tapiz en uno de los lenguajes visuales de la monarquía. Adquirió estos colosales tapices -miden 8 metros de ancho por cinco de alto- en el siglo XVI y desde entonces forman parte de las Colecciones Reales. Cuatro paños de la muestra proceden de la colección de su tía, María de Hungría, quien los encargó para decorar el Palacio de Binche (Bruselas) con motivo de la visita del emperador Carlos V.

Uno de los cuadros expuestos en la muestra.

Uno de los cuadros expuestos en la muestra. / EFE / MARIO MORÓN

La segunda serie, que perteneció al conde de Egmont, está compuesta por seis tapices. Fueron confeccionados en los talleres de Wilhelm Pannemaker en Bruselas a partir de los diseños de Pieter Coecke van Aelst, en un contexto donde los reyes españoles de la Casa de Austria dominaban también en los Países Bajos, el principal productor de tapices en la Europa renacentista. "Es la primera vez que se presentan con una voluntad científica, desde un enfoque museológico, como verdaderos protagonistas de un discurso narrativo", asegura de la Cueva.

Además, Patrimonio Nacional presenta en esta muestra una nueva adquisición: Retrato de Mariana de Neoburgo como viuda (Van Kessel, 1701-1706). La exposición también exhibe dos préstamos. El primero es un manuscrito de la Biblioteca Nacional de España, fechado entre 1546 y 1553, que habla de la importancia de los tapices de los pecados capitales tejidos por Pannemaker. El otro préstamo es un cuadro de la Colección Abelló que refleja la función de los tapices en los actos ceremoniales, titulado Ornato de la puerta de Guadalajara para la entrada de Carlos III en Madrid (atribuido a Lorenzo Quirós, 1760).