ATLÉTICO DE MADRID

El Mundial de Clubes no cambia la cara al Atlético de Madrid: adiós a una temporada para olvidar

El equipo dirigido por Diego Pablo Simeone finalizó el grupo B en tercera posición, por detrás de PSG y Botafogo, y abandona la competición en la primera ronda, poniendo fin a una temporada para el olvido

Diego Pablo Simeone completa su 13ª temporada al frente del equipo rojiblanco.

Diego Pablo Simeone completa su 13ª temporada al frente del equipo rojiblanco. / Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa Press

David Magán

David Magán

Madrid

Se acabó. El Atlético de Madrid pone fin a la temporada 2024/25, que, bien seguro, no dejará un agradable recuerdo en la memoria de los colchoneros. Los hombres de Diego Pablo Simeone consiguieron la victoria (0-1), insuficiente en términos clasificatorios, ante Botafogo en el último encuentro de fase de grupos del Mundial de Clubes. La diferencia de goles en un grupo formado por PSG, Seattle Sounders y los brasileños apea al Atlético de las rondas eliminatorias y pone fin a una temporada que se le ha hecho excesivamente larga, más en el plano psicológico que en lo físico. Ahora, llega el turno para desconectar, resetear y, sobre todo, tomar decisiones desde las altas esferas del club.

Una racha para la historia

El Atlético de Madrid realizó una apuesta importante durante el pasado mercado de fichajes veraniego. La incorporación de Julián Alvarez, Alexander Sorloth o Robin Le Normand, entre otros, reforzaba a un equipo que demandaba con ansias la llegada de futbolistas de primer nivel. Sin embargo, el arranque de curso no fue coser y cantar. Parecía que el Atlético continuaba en la línea de temporadas pasadas, siendo un equipo débil en los partidos como visitante y muy frágil en lo defensivo.

BARCELONA, 25/02/2025.- El delantero del Atlético Alexander Sörloth (2-d) celebra tras marcar el cuarto gol, durante el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey que FC Barcelona y Atlético de Madrid han disputado este martes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/Alejandro García

El delantero del Atlético Alexander Sörloth celebra tras marcar el cuarto gol, durante el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey. / EFE/Alejandro García

La adaptación de los nuevos fichajes fue un período paulatino, pero allá por el mes de noviembre Simeone ya tenía su equipo claramente definido. Y la cosa parecía funcionar. El conjunto rojiblanco acumuló 15 victorias de forma consecutiva. Lo que supone un total de 82 días sin conocer la derrota, entre los que se encuentran partidos de valor para el Atlético como las victorias a domicilio ante PSG y Barça. También se incluye un encuentro ante el Sevilla en el Metropolitano no apto para cardiacos.

Esto permitió al equipo de Simeone posicionarse en la primera posición de La Liga al término de la primera vuelta, después de asaltar Montjuic, y ocupar la quinta plaza en la liguilla de la Champions, consiguiendo plaza directa a los octavos de final, lo que terminó siendo el principio del fin.

El doble toque de Julián

Porque en octavos de final de la Champions se cruzó con el Real Madrid, en una eliminatoria que dinamitó la temporada de los rojiblancos. El Atlético tenía la difícil tarea de remontar al conjunto blanco en el Metropolitano, después de conseguir un 2-1 en el Santiago Bernabéu que permitía a los de Simeone seguir con esperanzas de cara al segundo encuentro de la eliminatoria. Los colchoneros tuvieron el mejor arranque posible, gol de Gallagher en los primeros segundos de partido. Vinicius, a falta de 20 minutos para agotar el tiempo reglamentario, envió un penalti a las nubes del Metropolitano. Parecía que la suerte estaba de lado de los rojiblancos, pero todo cambió en la fatídica tanda de penaltis.

El delantero argentino del Atlético de Madrid Julián Álvarez, en su lanzamiento en la tanda de penaltis durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid. EFE/JJ Guillén. Fútbol. Liga de Campeones. Champions League. Temporada 2024 2025. Penalti.

El delantero argentino del Atlético de Madrid Julián Álvarez, en su lanzamiento en la tanda de penaltis durante el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid. / EFE/JJ Guillén.

Julián Alvarez asumió la responsabilidad de lanzar desde los once metros. El argentino, en un acto de mala fortuna e involuntariedad, tocó dos veces la pelota, que acabó dentro de la portería de Thibaut Courtois, pero finalmente Marciniak anuló el tanto del delantero rojiblanco. A la postre, Marcos Llorente envió un balón al larguero y el Real Madrid, de la mano de Rüdiger, consiguió el pase a la siguiente fase tras una eliminatoria de mucho desgaste en lo físico y lo psicológico. ¿Y si hubiera ganado aquella tanda? Aquello fue un jarro de agua helada para el club y el aficionado rojiblanco, que vio como se esfumaba la enésima oportunidad de eliminar a su máximo rival en la competición fetiche de los blancos. A partir de ese momento, el equipo cayó por completo, sin que nada ni nadie pudiera evitarlo. Ni tan siquiera Simeone, experto en levantar vestuarios cuando todo parece perdido. Esta noche aún parece atormentar la cabeza de los jugadores, como si se tratara de una losa de la que no se pueden desprender.

Hundimiento final

Todo ello se agravó con el emparejamiento ante el Barça en la competición liguera y en Copa del Rey. En el torneo doméstico, los rojiblancos comenzaron ganando 2-0 el encuentro a los hombres de Hansi Flick, pero en cuestión de minutos el conjunto azulgrana volteó el marcador y consiguió una victoria agónica y decisiva en el campeonato. Fue el segundo golpe al mentón de los rojiblancos en apenas cuatro días, sin tiempo para recuperarse de lo sucedido ante el Real Madrid y, nuevamente, frente a su afición. A partir de ahí, comenzó un carrusel de partidos en los que el Atlético aún seguía en shock, parecía un equipo indolente, más propio de épocas pasadas que de la actual, un tanto irreconocible. Echando la vista atrás, pocas similitudes tenía este equipo con el que hace tan solo unas semanas dominaba LaLiga desde lo más alto.

Unas semanas después, Atlético y Barça se reencontraron en el partido de vuelta de semifinales de Copa del Rey. En la ida, disputada en Montjuic, los rojiblancos consiguieron un 4-4 de gran valor para sus aspiraciones, pero no fue suficiente para superar la eliminatoria. Un solitario tanto de Ferran Torres condenó al Atlético, que vio como un nuevo título se esfumaba ante sus ojos, esta vez la Copa del Rey. "Tenemos que aceptar el lugar que tenemos", verbalizó tras la derrota Simeone, apelando a la necesidad de "seguir mejorando para acercarnos cada vez más a los que están por encima de nosotros", añadió. Aún con varias jornadas de Liga por disputarse, el Atlético dimitió de la temporada, pese a que aún quedaba por disputar el Mundial de Clubes, donde el Atlético no ha sido capaz de paliar sus carencias esta temporada, sino que se han agravado.

Rodrigo de Paul  lamenta este lunes en Pasadena (California) la eliminación de Atlético de Madrid del Mundial de Clubes en la fase de grupos. EFE/Ángel Colmenares

Rodrigo de Paul lamenta en Pasadena (California) la eliminación de Atlético de Madrid del Mundial de Clubes en la fase de grupos. / EFE/Ángel Colmenares

Los de Simeone caen eliminados en un grupo formado por PSG, Seattle Sounders y Botafogo. A priori, el conjunto rojiblanco era uno de los favoritos a clasificar a la siguiente ronda, pero ya saben que el fútbol es mucho más que eso. En el primer encuentro fue aplastado por un PSG superlativo, que goleó a los de Simeone y les condenó a la eliminación con un cruel goalaverage. Ya en el último encuentro ante Botafogo, el Atlético le puso la garra y el coraje, pero el fútbol nunca llegó. Por el camino queda alguna nota positiva, como el buen rendimiento de Pablo Barrios durante la estancia en Estados Unidos, pero la cruda realidad es que el Atlético regresa del Mundial de Clubes peor, y era complicado, que cuando se fue. Así termina el Atlético de Madrid la temporada del 'lo que pudo ser y no fue'.