EXPOSICIONES

El Museo Arqueológico Nacional acoge piezas de la cultura de la Celtiberia nunca vistas en conjunto, algunas robadas

La muestra, organizada por el MAN en colaboración con el gobierno de Aragón y con piezas de diferentes museos, exhibe siete valiosos cascos expoliados en su día del yacimiento de la antigua Arátikos

Archivo - El Museo Arqueológico acoge piezas de la cultura de la Celtiberia nunca vistas en conjunto, algunas robadas

Archivo - El Museo Arqueológico acoge piezas de la cultura de la Celtiberia nunca vistas en conjunto, algunas robadas / IRENE JUANES GIL - Archivo

EP

MADRID

El Museo Arqueológico Nacional (MAN) acoge Alas para la guerra. Aratis y la Celtiberia, una exposición centrada en el mundo celtibérico durante la Edad del Hierro (siglos VI - I a.C.) con piezas que no se habían visto en conjunto, algunas de robadas por dos vecinos de Zaragoza y recuperadas en 2019.

La muestra, organizada junto al Gobierno de Aragón, recoge una selección de casi doscientas piezas procedentes de las colecciones del Museo Arqueológico Nacional, el Museo de Zaragoza, el Museo de Teruel y el Museo Numantino de Soria, algunas de ellas nunca antes vistas en conjunto.

Distribuidas en tres unidades temáticas, la exposición profundiza sobre conceptos como el ámbito social y político de la Celtiberia, el mundo de la guerra y el guerrero. Además, reflexiona sobre la importancia de las labores de recuperación y puesta en valor, estudio y divulgación de los cascos de Aratis, un caso de expolio sufrido en el yacimiento de Cerro de Castejón en Aranda de Moncayo (Zaragoza).

La guerra en la Edad del Hierro era una expresión cultural más allá de la violencia que afectaba a todos los aspectos de la vida de las gentes de la Celtiberia, explica el MAN en un comunicado, por lo que la indumentaria guerrera también forma parte de la muestra.

Así, el casco era un componente fundamental pero también simbólico. Las 'alas' que los decoraban podían tener múltiples significados: alas de buitres que trasportaban al Más Allá a los guerreros caídos en la batalla; alas de las aves presentes en su entorno cotidiano que también poblaron su paisaje mítico.

Los siete cascos de tipología hispano-calcídica que pueden verse en la exposición proceden de la ciudad celtíbera de Arátikos, en Aranda de Monacayo, en Zaragoza, un yacimiento que fue sistemáticamente expoliado entre los años 80 y 90 por dos vecinos que llegaron a reunir una extraordinaria colección de piezas metálicas celtíberas correspondientes a la edad del Hierro.

Los bienes fueron exportados ilícitamente y vendidos en el extranjero. Finalmente, gracias a la colaboración ciudadana y la labor conjunta entre el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Aragón y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los siete cascos fueron finalmente recuperados en 2019. Tras su estudio científico, desde entonces pueden verse en el Museo de Zaragoza.