NUTRICIÓN

Madrid, a la cola en consumo de alimentos ecológicos: 16 kilos menos por habitante y año que La Rioja

La comunidad es la número 13 de España en ingesta per capita de estos productos, con 2,5 kilos por debajo de la media nacional

Menú degustación de alimentos ecológicos en una feria gastronómica.

Menú degustación de alimentos ecológicos en una feria gastronómica. / MANU MITRU

Víctor Rodríguez

Víctor Rodríguez

Madrid

El año pasado los españoles consumimos casi 627.000 toneladas de alimentos ecológicos. Supone un 3,7% menos que en 2023, según se desprende del informe anual Consumo alimentario en España que publica el Ministerio de Agricultura. De acuerdo con este documento, no solo ha descendido la cantidad de productos ecológicos adquiridos para el abastecimiento doméstico, sino también, al hilo, el gasto de los hogares, si bien lo ha hecho en menor proporción, un 0,9%, hasta quedarse en 2.723 millones de euros.

De media, cada español consumió en 2024 13,37 kilos y litros de estos alimentos producidos sin utilizar abonos químicos, pesticidas o criando a los animales a base de alimentos orgánicos en el caso de la ganadería. Una cantidad, sin embargo, que varía mucho de una región a otra. Y que queda notablemente por encima de la que se registra en la Comunidad de Madrid.

Madrid se encuentra, de hecho, entre las autonomías en que menor es el consumo de estos productos. Ocupa el puesto 13 de las 17 comunidades españolas con 10,9 kilos y litros por habitante y año, 2,5 kilos menos que la media nacional. Muy lejos de los 27 kilos anuales per capita de La Rioja, los 19,8 kilos de Baleares o los 18 kilos de Cataluña. Solo en la Región de Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha y Canarias el consumo de alimentos ecológicos es menor. En Madrid, con el 13,9% de la población española, se adquieren el 11,5% de estos productos a escala nacional.

Las cifras, no obstante, son algo mayores que las del año 2023, cuando Madrid era la antepenúltima comunidad en esta lista por delante de Castilla-La Mancha y Canarias. Entonces la ingesta per capita de alimentos ecológicos de los madrileños fue de 10,2 kilos.

El estudio no detalla cuáles fueron los productos ecológicos más consumidos por autonomía. Sí se señala que en todo el país, la categoría de productos ecológicos más demandada son la fruta (24% del volumen total y 13,2% del gasto), las hortalizas (17,6% y 10,3%) y la carne (14,4% del volumen y 29,4% del gasto). Todos los productos salvo vinos y harinas y sémolas cayeron en consumo en España. De acuerdo con el barómetro del Ministerio de Agricultura, el precio medio de los alimentos ecológicos se situó en 4,34 euros por kilo y litro frente a los 3,12 euros por kilo y litro de media del resto de alimentos.

Modesta producción

Estas cifras coinciden con una estabilización de la producción ecológica en las explotaciones madrileñas. Tal y como reflejan los datos del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid (CAEM), el organismo encargado de certificar estos productos en la región, en 2024, la producción y envasado de estos alimentos alcanzó las 15.974 toneladas, por un valor de casi 57 millones de euros. A ello hay que sumar 39.070 toneladas y 88,7 millones de euros derivados de la actividad de empresas importadoras y comercializadoras. "Hasta ahora se ha experimentado un crecimiento lento pero sostenido en el tiempo, tanto en el número de productores como en el de elaboradores y comercializadores", valora Margarita Campos, presidenta del CAEM. "Estamos progresando y la producción es notable en olivar y viñedo, pero también en lácteos, con quesos premiados, y hay algunas conservas que tienen mucha fama".

El número de operadores, pese a ser modesto, no ha dejado de crecer en la región desde 2015, cuando eran 386, entre ellos, 271 productores, hasta los 554 (314 productores) consignados en 2024. En el número de hectáreas dedicadas al cultivo con técnicas ecológicas sí se observa una evolución distinta. En 2024 fueron casi 12.000, más que las 9.500 de 2015, pero por debajo de las 13.800 hectáreas de 2022, el año en que mayor superficie se ha dedicado.

El descenso ha sido notable en el caso de los cereales y las leguminosas, de más de 1.060 hectáreas en 2020 a 486 hectáreas el año pasado, y de las hortalizas, que han pasado de 59,45 hectáreas hace cinco años a 21,5 en 2024. Por el contrario, se ha incrementado progresivamente el suelo destinado a olivar ecológico: de 3.460 hectáreas en 2015 a 4.583 el año pasado. En cuanto al viñedo ecológico, se mantiene en 468 hectáreas, una cifra parecida a la que había en 2015 y algo inferior a las 627 que llegó a haber en 2021.

Más repentino ha sido el crecimiento de los frutos secos ecológicos. En 2015 representaban 30,46 hectáreas; en 2024, más de 10 veces más: 342 hectáreas. Y aún son algo menos que el año pasado, cuando superaron las 400 hectáreas.

En parte, es esa producción limitada en la Comunidad de Madrid en relación con otras lo que explica el menor consumo per capita respecto a otras regiones. A menudo la producción ecológica se asocia con consumo de proximidad. "Casi todo lo que se produce en Madrid se consume en Madrid. Es verdad que en la región no hay tanta producción ecológica de hortalizas y de fresco en general como en otras", detalla Campos. Frutas y hortalizas son, de hecho, las categorías que más peso tienen en la cesta ecológica de los españoles. "Tampoco está tan arraigado el hábito de ir a comprar directamente al productor. En otras regiones del norte sí es más fácil encontrar mercadillos, pero en la capital es más complejo", abunda. "Pero el consumo de alimentos ecológicos es alto. Cada vez hay más comercializadores y se abren paso en las cadenas y en las grandes superficies".

El precio, que en un pasado sí pudo ser una barrera, no es hoy, a juicio de la presidenta del CAEM, un elemento disuasorio. "Hoy no hay grandes diferencias", argumenta. "Lo que lleva a muchas personas a optar por alimentos ecológicos es la búsqueda de productos de gran calidad, sin añadidos, que se han cultivado sin pesticidas... En general yo diría que en Madrid hay un nivel de consumo bastante aceptable".

Coincide Pepe Navarro, vicepresidente de la Asociación Española de Elaboradores y Comercializadores Ecológicos (Asobio) y propietario de Herbolario Navarro, cadena que este jueves inaugurará en Valencia su tienda número 70 en España, 16 de ellas en Madrid. "Nuestras tiendas en Madrid funcionan muy bien, hay mucha demanda y estamos muy contentos", asegura. "En general se consumen los mismos productos que en otras comunidades autómomas. La fruta y la verdura funcionan muy bien y también refrigerados como yogures, hamburguesas, hamburguesas vegetales... La alimentacion, en general, se vende bien".

Navarro admite, no obstante, que hay comunidades que históricamente han sido más proclives o que fueron pioneras en la adopción de la alimentación ecológica y que entre ellas no está Madrid. Cita a Cataluña, a Baleares, a la Comunidad Valenciana... En cuanto a La Rioja, aventura que el dato del informe de Consumo alimentario en España puede deberse a que es una región con producción ecológica y esta suele asociarse a un consumo de proximidad.

"En general, el perfil de consumidor de alimentos ecológicos es el de una persona que sabe que la alimentación es la base de una buena salud, pero también concienciada ambiental y socialmente, porque en la producción ecológica se cuida más al agricultor, al ganadero o se buscan productos de comercio justo cuando son productos de importación", zanja. "Es, diría yo, gente concienciada con la salud del planeta y con la salud de uno mismo". El margen de crecimiento, no obstante, todavía es alto a nivel nacional. El porcentaje de su gasto en alimentación y bebidas para el hogar que las familias españolas destinaron en 2024 a la compra de productos ecológicos fue del 3,25%.