ASOCIACIONES VECINALES

"Si no les importa mi salud, tampoco se aprovecharán de mi muerte": vecinos de Usera y Villaverde se rebelan contra el crematorio de Parcesa

La instalación de una chimenea reaviva el temor a emisiones tóxicas junto a viviendas, colegios y parques, por lo que las asociaciones vecinales preparan movilizaciones y llevarán el caso al Parlamento Europeo

Vecinos protestan contra el crematorio de la M40.

Vecinos protestan contra el crematorio de la M40. / CEDIDA

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

La empresa Parcesa instaló, hace unos días, una chimenea en la cubierta del Tanatorio de la M40 que está generando alarma entre las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde. Aseguran que siguen las obras para hacer este crematorio, a pesar de que el recurso judicial contra la concesión de la licencia municipal a la compañía interpuesto por ellas y por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 32 de Madrid todavía no se ha resuelto.

Hablan de las consecuencias que este crematorio podría tener en la salud de los vecinos más cercanos: los niños y niñas, adolescentes y jóvenes del I.E.S., del colegio de Primaria y de la recién inaugurada Escuela Infantil; así como la de quienes acuden a los centros de comercio y pequeños comercios; o a los centros de trabajo (Novo Sur, Lazsa), y de ocio, como el Huerto Comunitario o la Caja Mágica. "Todo ello sin olvidar los parques —que no son menos de cuatro— situados en el entorno más próximo, todos ellos a menos de 250 metros de su pretendido crematorio", aseguran.

Además, temen que el Ayuntamiento aproveche el verano para otorgar una licencia de actividad que permita a Parcesa iniciar en breve la actividad del crematorio. Ante esta posibilidad, en una asamblea que tuvo lugar el pasado martes, representantes de estas asociaciones vecinales decidieron preparar nuevas movilizaciones y elevar el problema al Parlamento Europeo.

Recogida de firmas

También darán impulso a una iniciativa que pusieron en marcha hace dos meses: una recogida de apoyos en Change.org en la que las personas que firman manifiestan su deseo de no ser trasladadas "a ninguna instalación de Parcesa cuando llegue el momento de elegir tanatorio o crematorio".

"También evitaré, en la medida de lo posible, que mis allegados elijan instalaciones de su empresa. Si a Parcesa no le importa mi salud, tampoco se aprovecharán de mi muerte", puede leerse en una petición que en el momento del cierre de esta edición, superaba las 1.700 firmas.

San Fermín, en Usera, y El Espinillo, en Villaverde, son las zonas residenciales que se encuentran más cerca de la parcela del crematorio, y por tanto más expuestas a sus emisiones tóxicas y que, según exponen, contendrán elementos como mercurio, dioxinas y furanos, óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO₂), monóxido de carbono (CO), partículas finas (PM10, PM2.5), compuestos orgánicos volátiles (COVs), cadmio, plomo y cromo, procedentes de los 1.000 cadáveres y sus ataúdes que Parcesa proyecta incinerar cada año.

 "Parcesa ha intentado abrir crematorios en otras zonas de Madrid como San Sebastián de los Reyes y Pozuelo, pero en esas ocasiones las licencias han sido denegadas a pesar de que las ubicaciones elegidas estaban muy alejadas de edificios de viviendas", añaden en un comunicado.

"Sin embargo, cuando se ha solicitado en el Sur de la ciudad, tanto la Comunidad, como el Ayuntamiento de Madrid, han puesto todas las facilidades para que se pueda llevar a cabo. Parece claro que los informes medioambientales, los efectos en la salud y los perjuicios para los habitantes de la zona sur significan una cosa diferente al resto de zonas de la ciudad", añaden las asociaciones vecinales de Usera y Villaverde, que el año pasado entregaron en Cibeles más de 16.000 firmas en papel contra "la peligrosa instalación".