DELITOS

La joyería de Usera que vendía artículos falsos de Chanel, Versace o Rolex a precio de oro

La Policía Municipal de Madrid investiga a dos personas por un presunto delito contra la propiedad industrial

Chapulin Joyería, el establecimiento donde la Policía Municipal ha intervenido.

Chapulin Joyería, el establecimiento donde la Policía Municipal ha intervenido. / Google Maps

Madrid

La Joyería Chapulin se ubica en pleno corazón de Usera. Concretamente, en la calle de Mariano Vela, a escasos metros de la Junta Municipal del distrito. Situado en una de las zonas más bulliciosas del barrio, cada día centenares de personas pasan por delante de su escaparate. Probablemente, ninguna de ellas podría imaginar que buena parte de los artículos de lujo que allí se vendían no eran más que meras falsificaciones de las principales marcas del mercado.

Esta supuesta joyería de lujo, tal y como ha destapado la Policía Municipal de Madrid, se habría dedicado presuntamente en los últimos tiempos a ofrecer productos falsos como si se tratasen de alta gama. La encargada del local y el titular del negocio, de 54 y 33 años respectivamente, vendían piezas falsas al público atribuyéndoles firmas tan conocidas como Rolex, Chartier, Chanel o Luis Vuitton.

Sin embalaje, etiqueta o certificado de autenticidad

Todos los artículos eran vendidos sin embalaje, etiqueta o certificado de autenticidad, lo que levantó las sospechas de los agentes. Esta misma semana se llevó a cabo una inspección de la Comisaría Integral del Distrito de Usera -- desde su Oficina de Atención al Ciudadano -- en la que también estuvo presente un perito mercantil. Algunas piezas expuestas en el escaparate también habían hecho dudar de su autenticidad a la Policía y algunos clientes.

Durante la inspección, la encargada abrió la caja fuerte del local y accedió a que las autoridades examinaran los artículos uno a uno. Allí encontraron anillos de Versace, colgantes de Mercedes-Benz, pendientes de Van Cleef o pulseras de Cartier. La mayoría de estas piezas, que se encontraban a la venta por precios que oscilaban los 600 y 1.400 euros, no tenían ningún distintivo que probase su autenticidad, tal y como atestigua el acta policial.

"Indicios racionales de falsedad"

Por su parte, el perito mercantil concluyó en su inspección que existen "indicios racionales" que invitan a pensar que los objetos analizados son falsos. La encargada del negocio y el titular del mismo no han sido detenidos, pero están siendo investigados por un presunto delito contra la propiedad industrial.