POBREZA

La economía crece en Madrid, pero no para todos: la exclusión social aumenta un 20% en un año

El empleo precario y la vivienda inasumible expulsan a miles de familias del sistema

Imagen de archivo de un comedor social.

Imagen de archivo de un comedor social. / EFE / PABLO MIRANZO

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

Cáritas ha atendido en 2024 a más de 106.000 personas solo en la Comunidad de Madrid. Casi la mitad (el 44%) acudían a la oenegé por primera vez, muchas en situación límite. 

El mensaje es que, aunque los datos macroeconómicos dan a entender una mejora económica de la Comunidad de Madrid, con un recorte de la tasa de desempleo (8,6) y una décima más de Producto Interior Bruto (PIB) que la media española, la tasa de exclusión social (AROPE) ha aumentado en la región un 20% este último año.

"Esto significa que el 21% de las personas que viven en la comunidad de Madrid está en niveles de pobreza o exclusión social", ha indicado Carmen Polo, directora adjunta de la entidad. Otro indicador, el Gini, que mide la desigualdad de ingresos o riqueza en una sociedad, alcanza el 31,8%, "el más alto de toda España". "La renta media de estas personas está un 60% por debajo de la media de la región", ha añadido.

Muchas de estas situaciones vienen provocadas por la crisis de vivienda. El precio del alquiler, que sigue al alza y sin freno, está detrás de gran parte de estos datos.

La otra pata de la pobreza es el empleo: aunque se creen cada vez más puestos de trabajo, sobre todo el sector servicios, es precario, muchas veces temporal y con salarios insuficientes para hacer frente a una vida cada vez más cara.

Mujeres y niños

"No son simples cifras: son verdaderos dramas para miles de personas y familias cada mes. La riqueza que está creando en la sociedad no llega a todo el mundo por igual", ha proseguido Polo, que ha hecho hincapié en cómo esta crisis se ceba con muchos menores.

Porque miles de niños, niñas y adolescentes en Madrid se están criando en una situación de pobreza que les coloca en una posición de partida más complicada de cara su futura vida adulta. "No se les está dando las mismas oportunidades que a otros menores. Esto tiene un impacto en su desarrollo físico, emocional e, incluso, de salud mental", ha señalado Polo.

En su memoria de 2024 se muestra que el 77% de las personas que atiende Cáritas en la Comunidad de Madrid son migrantes, fundamentalmente de Perú, Venezuela y Colombia. El otro 23% tiene nacionalidad española.

Las caras de la exclusión social

Además, el 57% son mujeres y el 30% menores de 18 años. Es el caso, por ejemplo, de Danielita (30). Vino de Perú para encontrar un trabajo que le permitiera que sus dos niños tuvieran un presente y un futuro en España mejores del que les ofrecía su país. Llegó sola con unas expectativas que fueron truncadas en el momento en que se dio cuenta de que estaba embarazada.

Comenzó viviendo en el salón de una amiga, pero ya no había casi espacio para ella. "Me acogieron en el Hogar Santa Bárbara. Allí estuve durante los primeros seis meses de recién nacido de mi bebé. Me dieron todo el apoyo necesario para mí y para mi pequeño, desde un plato en la mesa hasta el apoyo emocional", cuenta a este diario. Ahora su vida ha cambiado bastante: tiene un empleo, ha podido traerse a sus dos hijos de Perú y viven todos en un estudio.

A Daiane (33) le ocurrió lo mismo que a Danielita: dejó su país, en este caso Brasil, por la situación económica, de inseguridad y de represión política que vivía. También tenía dos hijos allí y se quedó embarazada al mes de llegar a España. De repente, se encontró en una situación de calle. Una amiga le habló de Cáritas. Gracias a ellos, expone, tuvo un hogar. Ahora comparte piso con dos personas. Tiene alquilada una habitación en la que vive con su pequeño de siete meses, está haciendo una formación de peluquería y espera seguir mejorando. Los papeles, expone, ya están cerca.

Programas

La atención de Cáritas en la Comunidad de Madrid cuenta con tres programas distintos.

  • Soledad no deseada en personas mayores: Madrid, como una de las ciudades con índice de envejecimiento más alto de España, y con más de 660.000 mayores viviendo en la capital, se enfrenta a una soledad impuesta para mucha gente. La oenegé cuenta con 37 programas de acompañamiento.
  • Salud mental en personas sin hogar: el proyecto San Felipe Neri detecta posibles casos de estos problemas para trabajar con la persona de manera integral (espacios de descanso, talleres, búsquedas de recursos...).
  • Respuesta ante la emergencia habitacional: acompañan a personas y familias en situación de exclusión residencial a través de alojamientos temporales, pisos de acogida y ayudas económicas. En todas se hace un acompañamiento personalizado para facilitar el acceso a derechos como la salud, la educación, el empleo o el arraigo comunitario. De los casi 7,5 millones de ayudas económicas entregadas por la oenegé, el 58% ha ido destinado a vivienda.