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Un 10 en cada nota sin necesitarlo: Mariana Sánchez, la pianista y biznieta de Ortega y Gasset que hizo una PAU perfecta

La alumna del I.E.S. Carlos Bousoño ha sacado una de las dos mejores notas de la selectividad en la Comunidad de Madrid

Mariana Sánchez ha sacado un 10 en la PAU.

Mariana Sánchez ha sacado un 10 en la PAU. / EFE / RODRIGO JIMÉNEZ

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

Mariana Sánchez ni siquiera necesita nota para estudiar Interpretación de Música Moderna en el centro que ha elegido, pero ha sacado un 10 en todo: en cada nota de Bachillerato y en cada una de las pruebas de acceso a la universidad (PAU) a las que se ha presentado.

Las notas no le han pillado especialmente preocupada. Su instituto, el Carlos Bousoño de Majadahonda, llamó a su padre; a ella, la Universidad Complutense de Madrid donde se presentó al examen. Cuando les devolvió la llamada, le dijeron que había sacado buena nota, pero no sabía que era para tanto.

A su llegada al instituto, varios compañeros la aplauden. "Con lo tímida que es", comenta un profesor. Una explica a este periódico que Marina es biznieta del filósofo y ensayista de José Ortega y Gasset.

Mientras habla por teléfono, sus docentes resaltan lo disciplinada y constante que es. Ya frente a la prensa, ella lo niega ligeramente. "No es que sea yo la más disciplinada y constante del mundo", apunta. La clave, dice, está en su interés: en la atención en clase y en el gusto por lo que estudia. También en escuchar a profesores como Nieves, de Artes Escénicas y de Lengua y Literatura, con la que ha montado la obra Las Troyanas de Eurípides y la razón por la que quería ir a clase; y a Julio, profesor de Historia de España. "Sabe tanto que le escuchas hablar y te interesa todo. Es increíble", resalta a este periódico.

Fan de Silvia Pérez Cruz

En una sala que su instituto ha habilitado para el encuentro, Mariana confiesa que la publicación de las notas de esta PAU le pilló en clase de piano, donde su profesora Constanza Lechner le estaba tocando todo lo que interpretará este domingo en un concierto en Madrid. La irá a ver.

El siguiente concierto al que acudirá será el de Silvia Pérez Cruz el próximo 2 de julio. "De lo que he descubierto de música estos últimos años, la que más me gusta y la que más me llega es ella", explica. También canta y toca la flauta travesera pero, sin duda, en lo que más tiempo ha invertido es en interpretar el piano. Lo hace desde los cuatro años, aunque nunca pisó el conservatorio.

"Es probable que, como le ha pasado a mucha gente, de haber tenido una mala experiencia allí me hubiera dejado la música. Lo llegamos a barajar en un momento, pero mi profe dijo: 'Va a ir al ritmo que ella quiera y no merece la pena gastar su amor por la música por tener un título'".

Por lo general, suele tocar sola. El año pasado lo hizo por primera vez en un combo de jazz en un campamento al que volverá. Le gusta este estilo por ser la base de la música moderna, pero espera descubrir más en el Grado de Interpretación Musical en la Universidad Alfonso X que comenzará en septiembre. Pasó las pruebas en marzo. Con su nota de bachiller, estará becada el primer año.

Sin músicos en la familia

Pese a que la pasión le viene de lejos, no se crio en una familia de músicos. Su hermana estudia Publicidad y Relaciones Públicas y se ha matriculado a distancia en Ciencias Políticas y Administración Pública. "Ella va probando porque no sabe lo que le gusta, mientras que a mí me gustan muchas cosas, así que de todo cojo", comenta.

Porque aunque ahora no necesite la nota -lo que cree que ha podido ser el éxito para su tranquilidad y excelencia en la PAU- cree que en un futuro le puede servir para estudiar otra carrera.

"Me gusta mucho el teatro, la Filología, las Matemáticas. Este año las abandoné pero me encantan. De hecho, lo primero que hice al empezar las vacaciones ha sido ponerme al día con mates. Puede que el futuro el piano no me dé para comer y quizá otra cosa sí. Pero haga lo que haga, será por gusto y no obligada", expone.

También lee. Igual no tanto como le gustaría, pero le agrada la literatura del siglo XX y coger novelas en francés de la biblioteca. "Estudié hasta 3º de la ESO en el I.E.S. Las Canteras de Collado Villalba, en la sección bilingüe en francés. Aprendí bastante y leer me ayuda a mantenerlo, aunque a veces no me entere de muchas cosas", comenta entre risas.

Celebración tranquila

La celebración de este 10, que comparte con un estudiante del Colegio Retamar de Pozuelo, será sencilla. Ya había quedado con su hermana y unas amigas. Otras, la miran cómo habla a unos metros de distancia. Como Silvia Rodríguez. Ella, que hará Interpretación Gestual o Musical en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) si consigue pasar las pruebas de admisión, solo tiene buenas palabras para su amiga, por ayudar a todo el mundo y por sus cualidades artísticas.

"Toca el piano, la flauta travesera, canta, hace ballet y actúa también muy bien. Espero que consiga lo mejor en la vida", añade. Como su amiga, Silvia también tiene un 10 de media en el Bachillerato de Artes Escénicas y Música y un 13,5 en la PAU. Ha salido buena clase.