VERANO E INSECTOS

No, no es una avispa asiática: estas son las especies que sí hay en Madrid y cómo diferenciarlas

Una imagen publicada por los Agentes Forestales autonómicos distingue cuatro tipos de avispas, entre ellas la temida, pero inexistente en la región, avispa asiática

Avispa asiática.

Avispa asiática. / EFE

Madrid

Con el ascenso de las temperaturas, también llegan las avispas... y con ellas, el habitual revuelo ciudadano. Cada verano se repite la misma escena: alguien fotografía una avispa de gran tamaño, la sube a redes y salta la alarma colectiva. ¿Avispa asiática? ¿Estamos en peligro?

La Comunidad de Madrid ha querido zanjar esta confusión con un mensaje claro: no hay avispas asiáticas en la región. Así lo ha informado a través de un tuit publicado por el 112, acompañado de una infografía comparativa con las especies más comunes.

¿Qué avispas hay?

La imagen publicada por los Agentes Forestales distingue cuatro tipos de avispas, entre ellas la temida pero inexistente (en Madrid) Vespa velutina, conocida como avispa asiática. Estas son las especies que sí se pueden encontrar en la región:

  • Vespula germánica: es la más común. De tamaño reducido (1,5 cm), abdomen rayado en negro y amarillo, y muy presente en entornos urbanos. Suele sentirse atraída por bebidas azucaradas y alimentos al aire libre.
  • Vespa crabro: conocida como avispa europea, puede alcanzar los 3,5 cm. Tiene patas oscuras y abdomen amarillo. Aunque su aspecto impone, no es agresiva si no se la molesta.
  • Vespa orientalis o "mamut": La más grande de Europa, puede medir hasta 5 cm. Tranquila por naturaleza, se distingue fácilmente por sus cuatro manchas amarillas en el abdomen. Su tamaño lleva a muchos a confundirla con la velutina, pero no representa peligro.

Aunque genera alarma, la Vespa velutina (asiática) no está presente en la Comunidad de Madrid, como subraya el gobierno regional. Esta especie invasora sí ha sido detectada en otras comunidades del norte de España, pero no ha llegado al centro peninsular.

¿Y si se sufre una picadura?

Desde los servicios de emergencia insisten en que la mayoría de las avispas no son agresivas si no se las molesta, y recomiendan no actuar con pánico. Además, recuerdan que estos insectos desempeñan un papel importante en el ecosistema, ayudando a controlar plagas y polinizando algunas especies vegetales.

Sin embargo, si se da algún episodio en el que se sufra una picadura, aunque en la mayoría de los casos solo causan molestias leves, es importante saber cómo actuar, sobre todo si se desconoce si se tiene alergia.

Lo primero es mantener la calma y alejarse del lugar, especialmente si puede haber un nido cerca, para evitar nuevas picaduras. A continuación, se recomienda lavar la zona afectada con agua y jabón para prevenir infecciones.

Para aliviar la inflamación, lo más eficaz es aplicar frío local —por ejemplo, hielo envuelto en un paño— durante 10 a 15 minutos. Es importante no rascarse, ya que esto puede empeorar la irritación o facilitar una infección.

En caso de molestias intensas, se puede recurrir a una crema con corticoide suave o a un antihistamínico oral, siempre y cuando no existan contraindicaciones médicas. ¿Cuándo acudir al médico o llamar al 112?

  • Si aparecen síntomas como dificultad para respirar, hinchazón en labios o cara, mareo, taquicardia o vómitos.
  • Si la persona afectada tiene antecedentes de alergia a picaduras.
  • Si la picadura es múltiple, en zonas sensibles (boca, garganta) o en niños pequeños.
  • Desde la Comunidad de Madrid recuerdan que ante cualquier duda, siempre es mejor llamar al 112 para recibir orientación directa y evaluar la situación.

Picaduras en las mascotas

Las avispas también pueden picar a perros, gatos u otros animales domésticos, sobre todo si intentan jugar con ellas o las atrapan con el hocico. Aunque en la mayoría de los casos la reacción es leve, es importante observarlos de cerca tras una picadura.

En primer lugar hay que revisar la zona afectada, que suele estar en la cara, el hocico o las patas. Después, igual que antes, aplicar frío local con una compresa o paño húmedo durante unos minutos para reducir la inflamación. Es importante evitar que el animal se rasque o se lama, ya que esto puede agravar la irritación. Tras la picadura, conviene vigilar la aparición de posibles signos de reacción alérgica, como dificultad para respirar, vómitos, babeo excesivo, debilidad o hinchazón generalizada.

Si el animal ha recibido varias picaduras, si presenta alguno de los síntomas anteriores o si la picadura ha sido dentro de la boca o cerca de los ojos, es recomendable acudir al veterinario lo antes posible. También si el animal es alérgico o ya ha reaccionado mal en otras ocasiones.