SAN ISIDRO

'Boom' chulapo: los jóvenes revitalizan la tradición madrileña para regocijo de sus abuelas

Las redes sociales han ayudado a impulsar un traje que hasta ahora parecía estar reservado para los adultos mayores

Dos jóvenes recogen su traje de chulapa en D Pertiñez para San Isidro.

Dos jóvenes recogen su traje de chulapa en D Pertiñez para San Isidro. / Alba Vigaray

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Madrid

Solo falta un día para San Isidro y en D Pertiñez, una tienda dedicada al mundo del baile, apenas les quedan trajes y faldas de chulapa que entregar. Jorge Pertiñez, su administrador, se lamenta por no poder enseñar algunos de los 200 o 300 que han vendido para estas fiestas. Más si suman los de toda la temporada. Por su local no ha parado de pasar gente estas últimas semanas.

Diría que el boom por vestirse con este traje madrileño comenzó hace dos años. En parte por las redes sociales, pero cree que su éxito también ha venido influenciado por la Feria de Sevilla. "Mucha gente fue después de la pandemia y se impresionó por el ambiente que había allí, así que se preguntaron por qué no podrían crear algo similar en Madrid, cuando tenemos una fiesta tan importante como cualquier otra", expone.

Ahora, añade, "han organizado de alguna forma de quedadas" de grupos de edad que van desde los 15 o 16 años hasta los 40. "Es un perfil que nunca hemos tenido nosotros. De hecho, los chulapos de toda la vida son gente de 60 a 80".

Por eso no es de extrañar que muchas nietas jóvenes lleguen con sus abuelas que, previamente, habían comprado para sus hijas un traje en esta misma tienda. "De hecho, me enseñan las fotos de la madre y de la nieta vestidas de pequeñas. Es muy emocionante", asegura.

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No todas se emocionan tanto, pero sí que algunas tienen "sentimientos de chulapa" bien arraigados. Como las de Sara, de 22 años, que está en el mostrador viendo pañuelos. Es el segundo año que se viste. Lo hará con un grupo de seis amigas. El plan es ir cada una de ellas con su traje a la Pradera.

El mantón de manila es uno de los complementos del traje de chulapa.

El mantón de manila es uno de los complementos del traje de chulapa. / Alba Vigaray

Lleva unos pendientes que llaman la atención de Jorge, parecidos a los que tiene justo debajo del mostrador. "Me los dio mi abuela. La otra fue la que me hizo el traje", cuenta Sara. Ahora pertenece al grupo de Mazo de Madrid, un "movimiento para que las fiestas madrileñas vuelvan a brillar", como dice su biografía de TikTok. Estuvieron grabando en la tienda, cuenta Jorge.

Hijos y nietos de madrileños

Maty, una de las hermanas que atiende el negocio familiar que lleva su mismo nombre, y donde además de disfraces y otros trajes tradicionales tienen su sección chulapa, achaca este interés de los jóvenes a algo "lógico por el paso del tiempo" y no tanto a un boom. Viene, dice, por la tradición que se mantiene en los colegios, donde mucho se visten desde pequeños, y también por el impulso que le está dando tanto la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento.

La fiesta del pueblo les toca lejos; ya no la viven como antes, quieren la suya propia. Y esa es la de Madrid porque han nacido aquí.

Maty

Por su tienda pasan cada vez más jóvenes, chicas y chicos, que se animan a vestirse por primera vez; que quieren reivindicar una fiesta que hasta ahora había pasado desapercibida para generaciones anteriores, y que también buscan que se conozca más allá de la ciudad. "Entre otras cosas -prosigue- vienen porque ya el año pasado, o el anterior, fueron a la Pradera, a la zona de Lavapiés o de La Latina. Han visto que hay ambiente y les ha gustado".

También apunta a otra cuestión: que muchas y muchos de esos jóvenes son ya hijas e hijos, incluso nietas, de personas de Madrid. "Ya llevamos muchas generaciones de muchos madrileños. La fiesta del pueblo les toca lejos; ya no la viven como antes, quieren la suya propia. Y esa es la de Madrid porque han nacido aquí, porque sus padres están aquí e igual sus abuelos también", expone.

La historia del traje de chulapo

El administrador de D Pertiñez explica el origen popular del traje de chulapo y chulapa, que es una evolución de un traje de finales del siglo XIX. "Se hizo en contra de los que llevaban la aristocracia y el pueblo alto de Madrid. Es un traje para los modistas y trabajadores que fue cambiando de diferentes formas por barrios, hasta que al final terminó por imponerse el que se llevaba en el barrio de Maravillas (actualmente Malasaña)", expone.

Es un traje entallado de pecho, cintura y cadera, con un volante grande en la parte baja para las mujeres. Muchas de las personas que ahora se visten, especialmente las jóvenes, se hacen o adquieren solo la falda. "Hay grupos de TikTok que, desde hace algo más de un año, se han encargado de renovarlo", señala.

El número y color de los clavales indican el estado civil de la mujer que los lleva.

El número y color de los clavales indican el estado civil de la mujer que los lleva. / Alba Vigaray

La Asociación Creadores de Moda de España (ACME) y el Ayuntamiento de Madrid también han colaborado juntas este año para que cualquier persona pueda descargarse los patrones, tanto del vestido como del traje de dos piezas (pantalón y chaleco), de forma gratuita a través de un código QR desde la web oficial www.sanisidromadrid.com o en tarjetas repartidas en centros culturales, juntas municipales de distrito y puntos de información turística.

Qué clavel ponerse

Los claveles también tienen su historia. "Cuando eres soltera, tienes que llevar dos claves de blanco. Cuando se tiene novio, uno rojo y otro blanco. Si estás casada, dos rojos. Y, si eres viuda, dos rojos con uno blanco", explica Jorge.

Esto es algo que en los primeros 35 años de la tienda se seguía a rajatabla, también por Sara. "Como se puede ver claramente, son códigos de hace mucho tiempo. No corresponden a todas las posibilidades que existen, pero es lo que hay", bromea Jorge. "Aquí ha habido alguno que cuando se ha hecho las fotos, luego le ha llegado la noticia a sus padres y le han preguntado quién era", añade.

Para que nadie se pierda con esto, tienen un cartel en la pared. No incluyen triejas, ni relaciones abiertas, ni poliamor, ni otros tantos tipos de relaciones de pareja. De momento, en eso no se ha innovado tanto.