15 DE MAYO
Ser chulapo a los 80 años, una realidad en peligro de extinción que no solo ocurre durante las fiestas de San Isidro: "El chotis está más vivo que nunca"
La asociación cultural Chotis Siempre Madrid, fundada en 2021 y compuesta por 12 parejas, recorre cada domingo del año los rincones más emblemáticos de la capital

Antonio Sánchez y Araceli Lorenzo, de la Asociación Chotis Siempre Madrid. / DAVID RAW

El chotis está de moda. Más vivo que nunca. Así lo demostraron el pasado domingo las cientos de parejas que colapsaron la Puerta del Sol con trajes castizos. También Antonio Sánchez (81) y Araceli Lorenzo (82) cada domingo. Desde hace cuatro años y junto a otras 11 parejas, salen a la calle de forma semanal para recorrer el Madrid más tradicional a golpe de chotis. Una ruta con 14 paradas y tres bailes por cada ubicación que comienza en Sol a las 12:00 horas y finaliza en la Plaza de Oriente a las 19:00 horas. “Cuando salimos, la mente y el cuerpo funcionan bien. Bailamos durante casi cuatro horas y eso no lo aguanta cualquiera”, dice Antonio, presidente de la Asociación Cultural Chotis Siempre Madrid desde hace cuatro años. En 2021, cuando fundaron la agrupación, el Ayuntamiento de Madrid autorizó la ruta y, desde entonces, cuentan con un permiso anual para bailar en la calle todos los domingos del año, excepto en diciembre, cuando las fiestas navideñas toman protagonismo en el centro.
“Aguantamos el frío, el calor o el viento, pero si llueve no podemos bailar. Nuestro objetivo es que madrileños y turistas disfruten del espectáculo”. La jornada, que comienza en el denominado kilómetro cero de las carreteras radiales del país, transita otras 13 ubicaciones: la Plaza de Santa Cruz, la Calle Toledo, la Plaza de Puerta Cerrada, el cruce entre las calles San Bruno y Cava Baja, la calle Cuchilleros y la Plaza Mayor. “Llegamos a las dos del mediodía y nos esperan para comer en el mismo restaurante de siempre”, añade Sánchez. A las 17:00 horas retoman su itinerario y se desplazan hasta la Plaza de Callao para después pasar por la Calle Montera, el cruce entre las calles Alcalá y Canalejas, la Puerta del Sol de nuevo, la Plaza de Isabel II y la Plaza de Oriente: “Bailamos nuestro último chotis junto al Palacio Real alrededor de las 19:00 horas”. La pareja, casada desde hace 57 años, se puso los trajes por primera vez en 1983. Desde entonces, no hay mes de mayo que no hayan repetido.

Algunos de los componentes de Chotis Siempre Madrid en el Auditorio Nacional. / DAVID RAW
Si bien pertenecieron a otra asociación durante gran parte de su vida, Chotis Siempre Madrid les ha cambiado la vida. “Murió el presidente y, a raíz de eso, decidimos fundar una nueva con todo el equipo que teníamos. Nos conoce todo el mundo”, asegura. Cuando hace más de cuatro décadas, bailaron su primer chotis en unas fiestas de San Isidro, se enamoraron: “Es un baile tan bonito, señorial, elegante y majestuoso que no hemos dejado de practicarlo nunca. También el pasodoble madrileño, la mazurca o el pericón”. En los años 80, las fiestas se celebraban anualmente y los atuendos permanecían en el armario durante el resto del año. “Fue hace 20 años cuando empezamos a vernos con mayor frecuencia, cada tres meses. Y, tras fundar la asociación en 2021, nos pusimos en contacto con la Comunidad de Madrid y pedimos los permisos municipales para bailar en la calle cada domingo”, relata Antonio. Con su pasión, han resucitado la naturaleza castiza de la capital que habitaba en la sombra desde hace años: “Siempre ha habido chulapos, pero no salían tanto. Ahora, al vernos a nosotros, se han despertado y van a todas partes”.
El secreto del chotis
El chaleco, la parpusa y el pañuelo o safo son algunos de los elementos imprescindibles del traje de chulapo. Sin embargo, con el tiempo se han producido algunas modificaciones: “Antes el pañuelo se llevaba anudado al cuello, pero ahora funciona con un pin o imperdible. Todavía tengo compañeros que hacen el nudo original porque respetan la tradición”. El vestido de chulapa, en cambio, se ha sofisticado con el paso de los años. “Empecé con vestidos más clásicos y ahora tienen otras formas”, añade. Empezó a bailar a los 37 años, en el Centro Cultural Maestro Alonso con siete de sus amigas y Pepa, la profesora: “Fue ahí donde me hicieron mi primer vestido. Nos hicieron uno a cada una”. Desde entonces, ha confeccionado ella misma su colección made in Madrid. “Mi esposa tiene unas manos que Dios le ha dado”, bromea Antonio, quien se cerciora de que su mujer no repita modelo a lo largo de las fiestas. Apasionada de la moda, asegura que cada traje puede llegar a costar 350 euros, dependiendo de la tela o los adornos escogidos: “Yo les añado siempre las mangas de farol, un volante y cintas de pasamanería”. En otros casos, ha reciclado vestidos que guardaba en casa.

Los chulapos de Chotis Siempre Madrid recorren cada domingo los 14 rincones más emblamáticos de la ciudad. / DAVID RAW
En los últimos años, han enseñado a bailar a cientos de parejas que, con mayor o menor destreza, han seguido sus pasos en la pradera. “En la última, de 16 parejas, 10 estaban compuestas por mujeres y tuvimos que enseñar a la mitad a bailar como un chico. Nosotros siempre pedimos que sean mixtas, pero los tiempos cambian”, expresa Antonio, agradecido con cada persona que les para por la calle cuando visten el traje regional. El secreto para dominar el chotis está, según Araceli, en sentir la música: “Lo primero es saber escucharla para poder expresarla después. Las letras son tan bonitas que te hacen moverte al ritmo adecuado. No es difícil. Si bailas hacia la derecha, es el pie izquierdo el que se mueve hacia adelante. Y, si no, al revés. Cuando pasan los años vas cogiendo soltura”. Este jueves, Antonio, Araceli y el resto de la agrupación se reunirán con varias televisiones y actuarán delante de madrileños y visitantes: “Estaremos por allí disfrutando a tope del ambiente, atendiendo invitaciones y haciéndonos fotos”.
Una tradición con futuro
Madrid no sería lo mismo sin ellos. Y lo saben: “Todas las partes de España tienen su folclore, como la jota o la sevillana, pero el de Madrid es precioso”. El secreto detrás de su forma física pasados los 80 tiene tres ingredientes: chotis, deporte y pasión. “Siempre me ha encantado el tenis. Mis hijos y mi marido también han jugado toda la vida. He bailado mucho y nunca he dejado el deporte porque no me gusta estar sentada en casa. Una vez, una niña me dijo que hay que cuidarse hoy para vivir mañana y, desde entonces, no he dejado de hacerlo. Una vez al año voy a revisión y mi doctora siempre me dice que estoy fenomenal. Doy gracias a Dios por la edad que tengo”, narra Araceli, ama de casa desde que conoció a su marido. En los descansos, cuando todos aprovechan para sentarse, ella permanece de pie: “Se me mueven los pies, nunca descanso”.

La asociación Chotis Siempre Madrid nació en 2021 y, desde entonces, todos los domingos salen a la calle. / DAVID RAW
Antonio, por su parte, reconoce que trabaja más siendo el presidente de la asociación que cuando dirigía su propia empresa: “Estoy pendiente de la asociación, del personal, de los medios, de las actividades y de las invitaciones. En primavera visitamos colegios y vemos a los niños con una cara de felicidad que se nos contagia. También vamos a residencias de ancianos, que lloran cuando nos ven bailar. Eso es una satisfacción”. Pese a vivir una tradición diferente a la que descubrieron en aquella verbena hace 40 años, Araceli cree que el chotis vive su punto álgido: “Ha habido un empujón con el baile de Almeida en su boda. Le dimos clases y ahora lo baila mejor”. “Estoy segura de que esto no termina aquí. Tiene futuro”, dice. Y a la vista está. Sólo había que pasar por la Puerta del Sol el pasado fin de semana para darse cuenta.