Qué hacer en Madrid esta semana: la danza contemporánea de Dovydas Strimaitis, música con vegetales, ciclo sobre la IA en el cine...

La Fundació Vila Casas lleva al Museo Lázaro Galdiano la exposición A Mar. A pesar de la ausencia, de Mayte Vieta (Blanes, 1971), galardonada con el Gran Premio del Salón de Montrouge. Con una fijación casi constante en su trayectoria en las fronteras entre lo tangible y lo etéreo, la última intervención de la artista gerundense se articula a partir de una relectura de la colección permanente del museo, abriendo un espacio de suspensión en el que el espectador queda flotando entre lo presente y lo ausente, lo efímero y lo eterno. Vieta retoma así en esta muestra sus vertientes escultórica e instalativa para construir un universo de imágenes detenidas que invocan la fragilidad del cuerpo ante una naturaleza vasta y contradictoria, y donde el mar, omnipresente y eje conductor de la propuesta, actúa como símbolo de lo inconmensurable. Una reflexión sobre nuestra relación con el paso del tiempo, los cuidados y la contemplación del exterior desde la poética del vacío.

Galardonado con el León de Oro en la última Bienal de Venecia de Teatro, el colectivo australiano Back to Back Theatre llega desde las antípodas con su singular propuesta escénica en la que lo normativo pierde su estatus hegemónico a medida que se desmontan las ficciones de lo convencional. Interpretada por varios miembros con diversidad funcional de la compañía y con su director artístico Bruce Gladwin al frente, la pieza que puede verse estos días en el Centro CondeDuque se presenta como una revelación teatralizada que nos recuerda que nadie es autosuficiente y que todos somos, en mayor o medida, responsables en una sociedad democrática. Lo hace a través de un canto al marginado que insiste en aspectos como el vínculo, la interdependencia y la fragilidad como rasgo común a los mortales. Una vez más, Back to Back no construye su discurso sobre la inclusión, sino desde la diferencia, rechazando la lógica del espectáculo como consumo y llevando a las tablas una declaración política de gran calibre. Una obra nacida del diálogo, la reflexión y la fricción social que llega a la cartelera madrileña para recordar que quizá somos más dependientes de lo que nos gusta pensar en plena era del individualismo.

Desde este mes de mayo y hasta final de verano, el Cine Doré de la Filmoteca Española proyectará más de 30 títulos que tratan la influencia de la inteligencia artificial en el medio audiovisual. Bajo el críptico título C:\CINEDORE\IA\FICCIONES\DOCUMENTALES.EXE y con propuestas para todos los públicos, el ciclo traza un recorrido por décadas de cine que han especulado con los límites del pensamiento artificial, abordando desde distintos ángulos sus implicaciones sociales, éticas y políticas. No será raro, por tanto, encontrar entre estos títulos desde visiones distópicas donde las máquinas superan a los humanos o relatos en los que la inteligencia artificial forma parte de nuestro día a día hasta conceptos como el humanismo post-humano, los dilemas morales del aprendizaje automático o la capacidad creativa de los robots. Durante el mes de mayo, se proyectarán los clásicos Metrópolis y 2001: Una odisea en el espacio, las distópicas Proyecto Brainstorm y El congreso, las multipremiadas Her y A.I. Artificial Intelligence y las cintas de animación El gigante de hierro y Wall-E.Thriller, animación, ciencia ficción y guiones llenos de buenas ideas -algunas casi premonitorias- en un programa que invita a pensar el presente y el futuro a través del cine.

La 26ª edición de la Feria Internacional del Disco está a la vuelta de la esquina. En pleno auge del vinilo, que en el pasado año protagonizó el 75% de las ventas de música en físico, y de otros formatos como la mítica cassete, la feria regresa al Recinto Ferial de la Casa de Campo convertida en uno de los eventos de la industria más consolidados de la capital y que atrae cada año a melómanos, coleccionistas, profesionales y fetichistas del disco en torno a una oferta tan diversa como especializada. Con 58 vendedores repartidos en 123 stands, el Pabellón de Convenciones se convertirá durante este fin de semana en el lugar donde más fácil será encontrar rarezas, ediciones limitadas, chollos y frikadas y joyas de cualquier género y época, además de libros especializados, merchandising y otras curiosidades. Desde ediciones japonesas en X Music o discos de free jazz y tecno de Detroit en Fauni Gena hasta joyas de rock progresivo en Discos Acetato o rarezas de punk hardcore de Metalway Records. Además de la compraventa, la feria acogerá un programa de actividades paralelas con presentaciones de discos, showcases, firmas y charlas.

El CaixaForum de Madrid acoge a partir de este sábado su nuevo taller Vegetales electromusicales, que convertirá sus espacios en un laboratorio creativo donde experimentar con el sonido y la electricidad sin necesidad de cables, explorando materiales alternativos con los que construir circuitos básicos. Recomendada para niños a partir de 7 años, a lo largo de la actividad los monitores plantearán a los participantes distintos desafíos diseñados para estimular la imaginación, la creatividad y el pensamiento lógico, al tiempo que aprenden conceptos clave de la física y la electrónica con los que convertir un tenedor, un plátano o una lechuga en instrumentos musicales digitales. Utilizando sensores y tecnología MIDI, el taller muestra cómo los elementos más inesperados pueden generar sonido y ritmo, haciendo que ciencia y arte se unan en una experiencia que promete más de una sorpresa. Un plan perfecto de fin de semana que invita a los pequeños curiosos a descubrir los secretos del funcionamiento eléctrico y la música electrónica.

La nueva pieza del bailarín y coreógrafo Dovydas Strimaitis aterriza esta semana en el Teatro Pradillo como parte de la programación del festival Madrid en Danza. Como ya hiciera el gran Romeo Castellucci en su instalación sonoroperformativa Senza Titolo, el lituano centra la atención sobre la escena en las cabelleras de sus protagonistas, las cuales se mueven libremente y casi de forma involuntaria durante la representación, al compás de una coreografía que plantea cuestiones como la identidad o la autonomía de nuestros cuerpos. Afincado en Francia y curtido en el cuerpo de compañías como el Ballet de la Ópera de Lyon, Strimaitis traslada a sus performances un enfoque riguroso del movimiento, donde la fisicalidad extrema se suma a una precisión obsesiva y casi matemática de la repetición, el ritmo y la escenografía. Hairy es la continuación lógica de sus anteriores coreografías, en las que no solo el cuerpo es cuestionado, sino también su relación con el espacio, el tiempo, el control y la mirada externa.

En una industria como la musical donde el éxito parece diseñado con escuadra y cartabón, cuesta imaginar un proyecto musical que consiga mover al público al margen de la idiosincrasia del sector y sin apenas hacer nada más que escribir, grabar y tocar canciones. The Brian Jonestown Massacre fue y sigue siendo un caso de estudio: un colectivo sin miembros fijos, con un sonido anacrónico y sin apenas relación con el mundo de las discográficas, pero con una trayectoria inmaculada. O casi. Ahora, con dos nuevos singles bajo el brazo -Makes Me Great y Out of Bod-, la mítica banda liderada por el excéntrico Anton Newcombe -famosa entre otros motivos por protagonizar el aclamado documental Dig! de Onti Timoner- regresa a nuestro país como parte de su nueva gira europea, que aprovechará para presentar en directo su vigésimo álbum de estudio, The Future Is Your Past, así como varios de los temas que la llevaron a convertirse en una de las formaciones de rock psicodélico más influyentes y notorias de todo el mundo sin necesidad de abandonar nunca su trono indie. No hay duda de que sus fans cincuentones tendrán una buena excusa este miércoles para salir de casa entre semana.

La Sala Canal de Isabel II acoge a partir del próximo miércoles la exposición Un tiempo para mirar (1970-2020), una retrospectiva dedicada a la fotorreportera Marisa Flórez, una de las grandes voces de la fotografía documental española galardonada en 1981 con el Premio Nacional de Periodismo Gráfico. Comisariada por la historiadora del arte Mónica Carabias Álvaro, la muestra recorre cinco décadas de oficio en las que Flórez ha documentado, con una mirada siempre aguda y una destacada sensibilidad, momentos cruciales del siglo XX en nuestro país. Desde la rueda de prensa en la que Lola Flores pedía una pesetilla a cada español hasta la despenalización del aborto en España o la llegada del Guernica a Madrid. Un total de 184 imágenes seleccionadas de su archivo personal, muchas de ellas inéditas, que revelan el estilo directo y luminoso de la fotógrafa leonesa, y una trayectoria marcada por la intuición, la paciencia y una mirada profundamente comprometida. Un recorrido visual que pone de manifiesto no solo un irrefutable dominio técnico, sino también el enorme respeto que Flórez mostró por sus fotografiados y que ha quedado reflejado para siempre en sus instantáneas.