DOCUMENTAL
El Barrio del Pilar y sus luchas vecinales, una historia de película
Cineteca de Matadero acoge este viernes, en el marco de Documenta Madrid, el preestreno de 'La memoria es nuestra', documental del colectivo Terrorismo de Autor sobre el popular barrio madrileño y sus vecinos

Una imagen del Barrio del Pilar en sus estadios iniciales. / Cedida
Para entender la sociedad española contemporánea y el devenir de sus figuras más relevantes, resulta imprescindible preguntarse cuál fue el papel que esas personas y sus familias desempeñaron durante la Guerra Civil. Un buen ejemplo de ello es José Banús. Según el perfil biográfico redactado por la Real Academia de la Historia, el famoso promotor inmobiliario fue "nieto e hijo de unos modestos empresarios del sector de la construcción" que "comenzó muy joven a trabajar en el negocio familiar" y "abandonó los estudios al terminar el bachillerato elemental". Según la misma fuente, "en 1935, creó una sociedad con su hermano Juan" y, tras una elipsis que coincide justamente con los tres años de guerra, se dice que "consiguió uno de los contratos de construcción del Valle de los Caídos". Contada así, la de Banús es una biografía prístina e inmaculada que resulta inspiradora y un ejemplo para las nuevas generaciones.
Lo que olvida la Real Academia de la Historia es que José Banús, nacido en Tarragona pero afincado ya en Madrid cuando se produjo el golpe de estado del 18 de julio de 1936, fue una de las figuras más destacadas de la quinta columna. Esos grupos que, desde dentro de la ciudad, colaboraban con las tropas franquistas que la asediaban desde las cuatro de vías acceso a la capital: las actuales carreteras de Burgos, Valencia, Andalucía y Extremadura. La complicidad de Banús con los sublevados fue tanta, que llegó a ser detenido, juzgado y condenado a muerte, aunque la pena le fue finalmente conmutada. En 1939, derrotado el gobierno constitucional, Banús hizo valer sus méritos ante Franco, y no solo se enriqueció con la construcción del Valle de los Caídos utilizando para ello mano de obra esclava de los presos republicanos, sino que, durante los años siguientes, obtuvo terrenos y permisos de construcción en condiciones más que ventajosas.

El promotor inmobiliario José Banús (1906-1984). / ARCHIVO
Por ejemplo, unas grandes extensiones de terreno rústico situadas en el noroeste de Madrid, aún no anexionadas al municipio y en las que se habían asentado muchas de las familias procedentes del mundo rural en su éxodo a la gran ciudad. En esos predios, Banús edificó los bloques de viviendas que dieron lugar al Barrio del Pilar, cuyos pisos fue vendiendo a plazos a cientos de familias con la promesa de que construiría en las inmediaciones servicios dotacionales y equipamientos, como colegios, parques y ambulatorios. Sin embargo, mientras que Banús no perdonaba ni una letra de cambio, los años pasaban y su parte del acuerdo no acababa de materializarse. Una actitud a medio camino entre la desidia, el desprecio y la impunidad, que acabó hartando a los vecinos del barrio que, desafiando las prohibiciones de la dictadura relativas al asociacionismo, decidieron organizarse para exigir sus derechos y mejorar sus condiciones de vida.
Cambio de planes
Entre las diferentes propuestas de la edición 2025 de Documenta Madrid se encuentra La memoria es nuestra, documental que relata la historia del Barrio del Pilar realizado por Terrorismo de Autor, colectivo surgido durante la crisis de 2012 con el objetivo de crear piezas de vídeo para internet y que ha terminado siendo un proyecto multidisciplinar del que han surgido, además, montajes teatrales y libros.
"Fundamentalmente somos cineastas, pero muy promiscuos. Al muy poquito de arrancar, fuimos acogidos por contextos artísticos o escénicos, así que nos dejamos querer. No hemos tenido miedo a afrontar otro tipo de proyectos que se nos hayan cruzado y es así como surge nuestro coqueteo con la escena o las varias colaboraciones en ese campo, desde la imagen o no, con otros creadores escénicos amigos", explican los responsables de Terrorismo de Autor, que comenzaron a trabajar en La memoria es nuestra después de un encargo del propio Ayuntamiento de Madrid, realizado a través de su programa CiudaDistrito.
"Era un programa pensado para mapear y detectar las necesidades de los vecinos y vecinas de los distintos distritos, para ponerlos en relación con determinados creadores y artistas, aportando, además de la mediación, ciertos recursos económicos —detallan desde Terrorismo de Autor—. En este caso, sabían de la existencia del Grupo de Historia Urbana del Bario del Pilar (GHU), un grupo de personas que llevaba tiempo trabajando con muchísimo rigor investigando, recopilando información y materiales de toda índole, y también divulgando, a través de charlas o paseos para los vecinos… y nos pusieron en contacto con ellos. Hicieron match".

Una manifestación en el Barrio del Pilar. / Cedida
Si bien en un primer momento el proyecto se concibió para que Terrorismo de Autor impartiera una suerte de taller que culminase en una pequeña pieza audiovisual sobre la memoria del barrio, cuando creadores y vecinos se conocieron, el plan original cambió por completo. "Vimos que eso no tenía ningún sentido. Su línea de trabajo era clarísima. Tenían muchísima información, gran cantidad de material audiovisual y fotográfico recopilado y, sobre todo, un relato perfectamente hilado. La historia de la que nos estaban haciendo partícipes era fascinante y nos dimos cuenta de que podíamos ser mucho más útiles poniéndonos al servicio de su investigación. Así que decidimos embarcarnos con ellos, de manera un poco suicida, sobre todo económicamente, en la creación del documental".
Estreno mundial
Inspirada por trabajos como La ciudad es nuestra, de Tino Calabuig, y utilizando imágenes de archivo, documentos personales, recortes de prensa y testimonios de los vecinos, La memoria es nuestra recorre la historia del Barrio del Pilar, desde la época en que la zona era campo y tierras de labranza, hasta la actualidad, haciendo especial hincapié en los últimos años de la dictadura, los primeros de la democracia y los grandes éxitos de la lucha vecinal. Entre ellos, reducir el tamaño original del centro comercial de La Vaguada, obligar al Ayuntamiento a que construyera en esos terrenos ganados a la especulación un parque, una biblioteca y un teatro o que, para llevar a cabo la edificación del centro comercial, se contratasen a vecinos en situación de desempleo.
"Quizá uno de los grandes temas no tratados haya sido el de la droga y la delincuencia, pues fue un barrio especialmente castigado por la heroína. Pero era necesario acotar, pues no era posible incluir todo en una película", reflexionan los miembros de Terrorismo de Autor. "También por ese motivo, y aunque las reivindicaciones y movilizaciones siguieron, por ejemplo con el tema de la M-30 o la instalación de los parquímetros, decidimos que la construcción de La Vaguada, como hito del barrio, era un buen broche. Luego, aunque hay nuevas generaciones presentes en la película, también contemplamos una especie de coda que recogiese el testigo de por ejemplo La Piluka, pero tuvimos que dejarlo fuera también por extensión. Entrar en todo el largo trabajo vecinal y cultural que han llevado a cabo, podría dar para una película propia".
Si bien el año de producción de La memoria es nuestra es 2021, la proyección de este viernes a las 18:30 en Cineteca de Matadero está anunciada como una preview que adelantará el que será el estreno oficial del documental en octubre de 2025. Una situación que puede resultar extraña, pero que es fácilmente explicable por varias causas: la primera, la irrupción de la pandemia con la consiguiente saturación posterior de festivales y espacios de exhibición al regresar a la normalidad; la segunda, una decisión política que impidió que la película se estrenase en el Centro Cultural del propio Barrio del Pilar.
"El proyecto se gestó durante el gobierno de Manuela Carmena, pero a la hora de mostrarlo, la situación había cambiado y el nuevo gobierno decidió que no era pertinente hacerlo. Además de ridículo, era algo muy injusto, porque la película estaba ya financiada, en parte por ellos mismos, el ayuntamiento, y habría sido facilísimo llevar a cabo una proyección en la que se apuntaran un maravilloso tanto con todos los vecinos y vecinas implicados o interpelados. En definitiva, todo el Barrio del Pilar", comentan los miembros de Terrorismo de Autor, que tuvieron la suerte de que se cruzara en su camino Intermediae. "Son ellas las que han recogido el guante y nos han propuesto, por un lado, llevar a cabo este pase dentro de DocumentaMadrid y, por otro, hacerle finalmente justicia al barrio con un estreno en Cineteca para el otoño, dentro de un marco inmejorable que ya se encargarán ellas de anunciar próximamente, y que nos llena de alegría".
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