El Prado da vida a la escultura clásica a través de la danza de Antonio Najarro

Para celebrar el Día Internacional de la Danza, el Museo del Prado ha hecho bailar a algunas de sus esculturas clásicas —como Diadúmeno, Fauno del cabrito, Ménades, Hypnos y Ariadna dormida, habitualmente envueltas en silencio y serenidad— con Antonio Najarro, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Calificado por él mismo como "una intervención artística inédita en la historia de las salas de escultura clásica del museo" en sus redes sociales, en esta propuesta el movimiento dialoga con los volúmenes del mármol. Y lo hace sobre el Invierno de Vivaldi, interpretado por el violinista Ara Malikian y la Orquesta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

En el vídeo compartido por el Museo del Prado, se aprecia cómo la versátil coreografía de Najarro recorre las esculturas con precisión y sutileza. El repiqueteo de las castañuelas blancas, el vestuario grecolatino diseñado por Yaiza Pinillos y una cadencia envolvente convierten la escena en una celebración del arte y su capacidad para emocionar a través del tiempo.

Según ha expuesto el propio museo, esta intervención no solo pone en valor "la diversidad de estilos de la danza española", sino que también subraya la escultura como "una forma de expresión inmóvil que puede comunicar emociones y gestos".

29 de abril, Día Internacional de la Danza

Fue en el año 1982 cuando el Consejo Internacional de la Danza (CID) y el Instituto Internacional del Teatro (ITI) decidieron conmemorar cada 29 de abril la danza con la pretensión de resaltar la importancia de esta como lenguaje universal que trasciende fronteras y une a las personas.

El motivo de que se eligiese ese día es que fue cuando nació Jean-Georges Noverre, considerado el creador del ballet moderno y defensor de una danza más expresiva y menos rígida que las formas tradicionales de su época.