LA ENTREVISTA

Luis Zahera: "Un día un taxista me preguntó si yo era narcotraficante"

Otra vez un poli entre malos malísimos y no tanto. El actor protagoniza el thriller Tierra de nadie (entre las 5 más taquilleras del cine español en lo que va de año). La historia de una amistad tan auténtica y tierna como complicada, como él mismo, vaya, que cuesta arrancarle las respuestas, no sé, no sé. Pura duda.

El actor y humorista gallego Luis Zahera.

El actor y humorista gallego Luis Zahera. / EFE/ RAQUEL MANZANARES

No está para gaitas. Luis Zahera acaba de aterrizar en Madrid, viene de Bilbao de representar ese monólogo Chungo con el que recorre la geografía patria los fines de semana, incansable, desde hace unos tres años, "sigo con los monólogos y seguiré con los monólogos". Y no entiende bien qué demonios hace metido en un taxi, con unas ganas terribles de llegar a casa en mañana de domingo, y una entrevista colgada del pinganillo. Duda. No de la entrevista, que también, sino de todo; y así son sus respuestas, indefinidas. Tentado a creer que "todo está escrito en el cielo", se vira y no, "el determinismo no es lo mío". Nacido bajo el dual signo de géminis, en Santiago de Compostela, 1966, su carrera es como el camino de Pulgarcito, miga a miga, china a china. Empezó como extra (doblado) y trabajó 20 años en el show más cutre y popular de la TVG y, al tiempo, con la panda de los hermanos Coira y Luis Tosar, ensayaba cortos que se hicieron largos, de metraje y de alcance. Y muchas series de televisión. Hoy es –"eso me dicen"– el actor de moda. Nada gratuito, aunque él lo atribuye a una mezcla de suerte (donde la preparación se tropieza con la oportunidad), azar (que no es lo mismo, sino algo inexplicable) y mucho fajar ("soy muy traballadoriño"). No ha sido una conversación fácil ni cómoda, pero el final es bueno, ya verán.

¿Cree que si hacemos una entrevista de gallega a gallego se entenderá?

Ah, ¿pues entonces, la hacemos en gallego?

Usted hable gallego, que yo le traduzco. En el hampa, ¿qué línea moral separa al delincuente del poli?

Entiendo que son ámbitos antagónicos, en el hampa has de tener poca ética y moral, y hombre, las fuerzas de seguridad del Estado… ¿No es una obviedad esta pregunta?

¿Qué lectura hace entonces de esa amistad entre el picoleto, el dealer local y el depositario judicial, unidos frente al narco internacional? Polis y trapicheros jugando al fútbol con una botella vacía.

La amistad es ética y moramente amplia, aunque sean amistades complicadas, porque es muy fácil ser amigos cuando todos somos del mismo equipo, pero si somos de equipos contrarios… Me parece una amistad sana, normal, de verdad, envidiable, y cuando es así traspasa cualquier rivalidad y es legítima. Entendí mal la pregunta, es complicado lo que mencionas, no sabría… (concede y sonríe).

Luis, ¿sabe que al principio, los que no vimos Mareas vivas, es decir sus comienzos en Galicia, creíamos que actuaba usted de sí mismo? ¿Le hacen los personajes a medida, como trajes de sastre, o usted llega y los lleva a su terreno, el que domina, el de tipo duro e inquietante?

Hostia es que no sé, hombre yo hago malvados generalmente, pero no me los hacen a medida, intento defenderlos. Son por lo general personajes bastante alejados de mí. Preferiría que fuera la gente quien respondiera. Un día un taxista me preguntó si yo era narcotraficante, tal era su percepción. Yo trato de hacer cada personaje distinto, y si parecen todos iguales será que no lo estoy haciendo bien.

El actor Luis Zahera.

El actor Luis Zahera. / EPE

Desde su primera interpretación de borracho, un extra en Divinas palabras, ha sido drogata, delincuente, presidiario, asesino, poli, muchas veces poli y detective, siempre tipos oscuros. ¿Es una cuestión de físico? ¿Cree que su físico es muy determinante?

No, sinceramente creo que en este país se nos encasilla mucho, y en la profesión, también: los productores ven que tal actor funcionó en tal papel y repiten. Hay muy pocos actores/as que puedan escoger entre un abanico amplio de personajes. Lo primero que hice fue un corto con Tosar, O matachín, haciendo de ser terrible, y ya no paré de hacer malvados. Pero ¿y si hubiera sido un galán? Tal vez estaría en otro sitio. Esta profesión tiene mucho de azar, no sé, me gustaría reivindicar que podemos hacer más cosas. Igual que la gente come de todo, interpretativamente también debiera ser así.

Cuenta que en aquella primera intervención como extra le doblaron, y que vivió en Nueva York y no aprendió una palabra de inglés. ¿El acento lo imposta o es que no sabe entonar de otro modo?

Mi problema es que tengo poco oído. Yo no sé cantar, y cuando es así no consigues escapar de tu propio acento porque no sabes hacer otros. Ahora el acento es algo totalmente normal, y hablo como sé, y si no te gusta pues cambias de canal. Aprendí algo de inglés en Nueva York, pero trabajaba sobre todo con gallegos y portugueses, y mi novia era peruana, así que poco practiqué. Antiguamente los acentos eran un problema, nos obligaban a recurrir al neutro.

Mi problema es que tengo poco oído. Yo no sé cantar, y cuando es así no consigues escapar de tu propio acento. Por suerte hoy están normalizados los acentos de las 17 autonomías del país

Lo cierto es que lo ha convertido en un valor. ¿No es verdad que gracias a usted el acento gallego ha entrado con honores en la Academia del Cine Español?

No tengo ni idea, pero me parece muy pretencioso sostener algo así. Antes sólo había el neutro y el andaluz, y hoy existe una normalidad y uno puede tener acento vasco, catalán o de cualquiera de las 17 comunidades del país.

De extra a eterno y brillante secundario y de ahí, a actor de moda. ¿Cuándo se produjo el salto que no me doy cuenta?

La gente me dice que estoy de moda, sí, y ¿por qué?, no lo sé: esta profesión es difícil de analizar. Cumplo 60 dentro de dos años, cuando era pequerrechiño había dos cadenas, empecé a trabajar cuando comenzaban las tres autonómicas históricas, luego me vine a Madrid e hice pequeños trabajos en Antena 3 y Telecinco, y ya cuando empecé a ser popular aparecieron las plataformas. Podría decirse que siempre he estado en el sitio adecuado en el momento preciso (suerte). Pero esta profesión funciona mucho por azar, si alguien supiera qué película va a ir bien y cuál mal, harían las películas los bancos.

Esta profesión funciona mucho por azar. Si alguien supiera qué película va a ir bien y cuál mal, las películas las harían los bancos

¿Y el salto, fue con Celda 211?

Podría ser, sí, fue la primera vez que me citaron en una crítica de El País. Luego tuve mucha suerte cuando me eligieron para dos series junto a Coronado, que fueron muy bien.

Va por el libro y sin embargo le contó a Ruiz Mantilla que se siente cómodo en el caos: ¿hay que tener la cabeza muy bien amueblada para no sólo sobrevivir sino triunfar en el caos?

Interpretativamente me siento cómodo en el caos, soy un actor caótico, frente a Coronado por ejemplo, que es exageradamente ordenado. Pero, disculpa, ¿a dónde quieres llegar?

Fotograma de la segunda temporada de 'Entrevías' con José Coronado y Luis Zahera.

Fotograma de la segunda temporada de 'Entrevías' con José Coronado y Luis Zahera. / EFE/ Mediaset

Pues a esto de triunfar siendo caótico.

Me educaron en el trabajo, mis padres eran muy trabajadores y mis cuatro hermanas mayores me dicen, jo, qué trabajador eres. Sí, hombre, soy muy traballadoriño: siempre hice de todo, cortos, cine, teatro, televisión, monólogos, series… Vas sembrando para recoger, pero nunca se sabe por qué uno llega y otro, no; esta profesión es más rara que Jesucristo…yo qué sé.

Entiendo que le salva esa especie de adicción al trabajo: ¿nunca dice que no?

Bueno ahora con los años si no llego, digo que no… Pero sigue constándome mucho trabajo decir que no. Soy un enamorado de este trabajo, que es muy disfrutón, vuelves a ser un niño jugando y eso es muy agradable. Por eso también siempre he dicho sí.

Ha contado que era un mal estudiante en La Salle de Santiago, ¿recibió muchos capones "con pérdida de masa encefálica" que decía mi hermano, interno en el mismo colegio?

Sí, hombre, era una educación muy violenta. Llevé muchas bofetadas y llegué a hacerme pis encima de miedo; había un hermano que lanzaba las llaves y dejaba la cara marcada a los niños. En mi opinión aquellos curas eran terroríficos y no tengo muy buenos recuerdos, tela marinera. Pero mi padre ya había estudiado en La Salle así que tocaba seguir la tradición. Fue terrorífico, en plena Transición, un montón de drogas, muy complicada educación y muy mal estudiante. Tuve la ventaja de estar en los boy scouts y ahí disfrutábamos mucho.

Mire, salimos adelante aunque a veces uno no sepa cómo.

Sí, salimos, con nuestros demonios pero sí.

Dice que fue su madre quien le empujó a ser actor, y mira que es raro esto, ¿acaso era un perfecto payaso, buen monologuista o un gran imitador? ¿Qué vio su madre?

No, no, no, siendo niño mi hermana Ángeles me llevó al teatro y me quedé embobado con aquello. Y mi madre vio que era bueno que algo me gustara de verdad, vio la jugada y tiró para adelante, pensó que podía servirme, a mí que era un desastre como estudiante. Fue una casualidad. Aún guardo el programa en casa, Angélica en el umbral del cielo, de Eduardo Blanco Amor, 12 de febrero de 1982, y así nació mi destino. A veces puedes llegar a pensar que todo está escrito en el cielo.

¿Puedes llegar a pensarlo o usted lo piensa?

No, hombre, el determinismo no es lo mío. Pero con los años, rebobinando mi vida, me digo: qué cosa más marciana, ¿estará todo escrito? Pero no, pienso en el trabajo, la constancia y el azar, que puede confundirse con el determinismo. No sé, es complicada esta conversación, no sabría defender muy bien esta filosofía. Yo no le recomendaría a nadie esta profesión, o al menos le diría que tuviera un plan B.

¿De verdad? No tiene usted pinta de haber pasado malos momentos.

No, estoy en ese 7% que vive de esto. Desde que volví de Nueva York en el 92 nunca paré ni tuve que trabajar de otra cosa. Pero eran otros tiempos, iba a un casting y éramos tres. Me considero un afortunado aún sin entenderlo bien.

¿Ya era de la pandilla de los Coira y Luis Tosar, o esto vino después?

No, no, yo arranqué con ellos. Y nos fue muy bien, son gente muy trabajadora y genial.

¿Les une sobre todo el humor, un humor vive dios muy peculiar… virando a negro?

Hablan de la retranca y el surrealismo gallego, pero yo no soy un gran analista. No sé bien donde me muevo. ¿Negro? Bueno, sí, tenemos esta cruz los gallegos, es nuestra idiosincrasia.

Y tal vez les une esta otra cualidad: hacer que parezcan reales las situaciones más surrealistas jamás, ¿acierto?

Bueno, a mí surrealistas me parecen los andaluces, pero si los demás así lo ven…

¿Sabe qué?, que estoy segura de que en el fondo es usted un tierno romántico. ¿Caliente o frío?

Es que, claro, uno ha de defender a su personaje, y como siempre me dan los malos… Si fuera como mis personajes estaría preso o bajo tierra.

¿Pero se siente más cerca del tipo oscuro o del tipo tierno?

Hombre, evidentemente al lado del tipo tierno.