El derrumbe del Puente de Talavera guarda casos similares en Madrid: del Santiago Bernabéu al Puente del Rey

El derrumbe parcial del Puente Viejo de Talavera de la Reina fue una de las consecuencias que nos ha dejado el temporal Martinho y el acumulado en exceso del caudal de los ríos. En este caso, la violencia climática convirtió al Tajo en una oleada de agua que el emplazamiento antiguo toledano, construido en 1227, no pudo resistir.

El momento en el que el puente romano de Talavera de la Reina se derrumba

1450, 1459, 1815, 1835, 1841, 1850 y recientemente en el año 2000, el icónico puente fue reformado y mejorado con obras de conservación, según recoge el Archivo Municipal de Talavera. Una estructura cuyos inicios se remontan a la época romana, y que albergaba reflejo cultural y arquitectónico como sus arcos de medio punto.

El fenómeno ha dejado destruido uno de los grandes monumentos nacionales, pero no es la única ciudad afectada que ha traído viejos recuerdos con forma de pesadilla. Catástrofes naturales y fuertes temporales han dejado a ciudades como Ávila o Madrid obras históricas damnificadas.

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Madrid ya ha vivido derrumbes de edificios históricos por las inundaciones

Madrid, que ha vivido una crecida histórica del río Manzanares, multiplicando por 15 el tamaño habitual de su caudal, ha dejado a lo largo de los años grandes subidas del nivel del agua que han acabado en derrumbes.

Las crecidas del río que se junta con el Jarama han dado imágenes históricas en el siglo XX. La primera fecha destacada fue el 1906, cuando el río arrasó con el Puente Verde de la Florida, localizado a pocos metros del actual Puente de la Reina Victoria, en las proximidades de la ermita de la Florida. En 1910, el Puente de Garrido, construido también con madera, sufrió los efectos del Manzanares.

La Pradera del Corregidor, cerca también de la ermita y ubicada entre el paseo del Marqués de Monistrol y la actual M-30, se inundó en 1917 por una riada. En 1936, el Puente del Rey actual fue sobrepasado levemente por el caudal de un Manzanares que tuvo grandes acumulados de agua.

La peor crecida fue en 1947, cuando la Piscina La Isla fue sumergida bajo el agua, y necesitó la labor de los cuerpos de emergencias para acometer el rescate de algunas personas. El icónico lugar era una especie de isla artificial en el centro del cauce del poco caudaloso río donde había un edificio con una piscina artificial. Lo más llamativo era su forma de barco y se encontraba entre los puentes de la Reina Victoria y del Rey.

La final del Santiago Bernabéu que duró tres días por las lluvias

El caso, no obstante, más sonado se produjo en junio de 1995, cuando tres tormentas en la noche de San Juan atestaron con fuerza en Madrid, acabando con la vida de una persona y varios afectados. Un fuerte temporal de lluvias y rayos que no fue previsto hasta horas antes por los organismos meteorológicos.

La primera tormenta llegó entre la tarde y la noche, mientras que las otras dos cayeron por la madrugada. La inundación de la M-30 y de parte del Santiago Bernabéu fue una muestra de la parálisis total que vivió la ciudad. La final de la Copa del Rey entre el Valencia CF y el Deportivo de la Coruña fue suspendida por las trombas de agua y granizo. Los garajes acabaron por necesitar la labor de los bomberos para salvar a la gente atrapada. Tres días de final en la que el ganador fue el Deportivo.