VENTA ILEGAL

Cerrado de nuevo el estanco de Tetuán del cabecilla de la 'banda del whisky' que vendía alcohol 24 horas

El local permanece vacío y sin actividad desde hace semanas, después de que los vecinos denunciasen la venta ilegal de alcohol

Fachada del estanco cerrado del número 296 de la calle Bravo Murillo.

Fachada del estanco cerrado del número 296 de la calle Bravo Murillo. / H.G.

Héctor González

Héctor González

Madrid

Unos metros más arriba de la estación de Metro de Tetuán, en el número 296 de la calle Bravo Murillo, se encuentra la expendeduría de tabaco número 418, bautizada como Estanco Alma Cabero. Llama la atención por su gran tamaño- abarca toda la esquina entre la avenida principal y la pequeña calle Balsaminas- y por los distintos carteles que anuncia que abre las 24 horas los 365 días al año. O abría, al menos, pues el local lleva con las persianas bajadas y desmantelado por dentro desde hace alrededor de tres semanas.

El cierre coincide en el tiempo con la denuncia que realizó la asociación vecinal SOS Bravo Murillo a través de sus redes sociales el pasado 10 de febrero, cuando difundieron que el estanco en cuestión tenía en su fachada un cartel de neón en el que anuncia la venta de alcohol 24 horas. "No es que sea nuevo que muchos comercios se saltan la ley vendiendo alcohol de noche, pero sorprende que lo digan abiertamente en el escaparate", señalaba el mensaje publicado en X (antes, Twitter).

"El 15 de febrero, muy poco después de la denuncia pública que hicimos, ya lo vi cerrado y con movimiento empaquetado para llevarse el género", ha detallado la asociación a este periódico. Un relato que coincide con el de varios comerciantes de la zona, quienes también confirman la existencia del cartel de marras y un notable trasiego nocturno de personas comprando alcohol, "sobre todo de Uber" y otras compañías de delivery.

Interior vacío y sin mercancía del establecimiento.

Interior vacío y sin mercancía del establecimiento. / H.G.

Sin intervención policial

La publicación de SOS Bravo Murillo recibió respuesta inmediata de la concejala presidente de Tetuán, Paula Gómez Angulo-Amorós, afirmando que había comunicado los hechos a la Policía Municipal de Madrid para que tomara cartas en el asunto. Sin embargo, parece que no ha hecho falta. Los agentes de Comisaría del distrito "se han pasado por allí varios días y han constatado que se encuentra cerrado y sin signos de actividad", confirman fuentes del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, pero "no refieren que hayan llevado a cabo ninguna intervención al respecto".

Tampoco la Guardia Civil ha tenido nada que ver con el cierre, según han traslado desde la Dirección General del cuerpo. Al menos, en esta ocasión. Y es que no se trata de la primera vez que este estanco se ve obligado a cerrar sus puertas: ya fue precintado por orden judicial por la Guardia Civil y la Policía Nacional en mayo del año pasado, cuando apenas llevaba dos meses abierto, por vender tabaco y alcohol robados por la famosa banda de butroneros conocida como la 'banda del whisky'.

Según destapó entonces El Mundo, los aluniceros robaban en almacenes y distribuidores de toda la región empleando coches también robados para reventar puertas y escaparates. La mercancía sustraída la guardaban en una finca en Villaviciosa de Odón y lo vendían después a través de estanco de Bravo Murillo, propiedad del cabecilla de la banda, Javier Cabero, primo del butronero conocido como Niño Juan. De esta forma, la organización llegó a acumular un botín de cerca de un millón y medio de euros, tal y como puso de manifiesto la investigación conducida por la Guardia Civil del Área de Investigación de Navalcarnero y del Equipo de Policía Judicial de Arroyomolinos.

Reseña publicada por el dueño del negocio en Google el mes pasado.

Reseña publicada por el dueño del negocio en Google el mes pasado. / Google

La actuación policial se saldó con la detención de cuatro hombres y una mujer, de los cuales tres han entrado en prisión. El estanco volvió a abrir en algún momento antes de las pasadas Navidades. El propio Cubero defendió su inocencia en una reseña de Google publicada hace un mes en la que afirmaba que "como se ha demostrado, todo es mentira de la Guardia Civil y de alguien que denunció cosas falsas contra mí y mis negocios". El mensaje zanjaba asegurando que "todo lo que se vende es legal y dicho por un juez de la Audiencia, si no, no estaría abierto". No obstante, lo cierto es que no lo está. Por el momento el negocio continúa cerrado y sin visos de ir a recuperar la actividad próximamente.