RINCONES

Esta es la calle de Madrid que lleva cerrada 200 años y a la que (casi) nadie tiene acceso

El misterio en torno a este rincón de Madrid ha llegado hasta la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento, dónde Antonio Giraldo, concejal del PSOE, llevó la cuestión a debate

Acceso al pasadizo del Panecillo, también vallado, desde la plaza del Conde de Barajas.

Acceso al pasadizo del Panecillo, también vallado, desde la plaza del Conde de Barajas. / ALBA VIGARAY

Madrid

En pleno corazón de Madrid, a la altura de la Plaza de Conde de Barajas, se esconde un pequeño rincón con casi dos siglos de historia: el Pasadizo del Panecillo. Su nombre se lo dio el cardenal Luis Antonio Jaime de Borbón y Farnesio en el siglo XIX, cuando utilizaba una de las ventanas del Palacio Arzobispal, ubicado en el otro lado, para entregar panecillos a los más necesitados. 

En 1829, el Ayuntamiento de Madrid tomó la decisión de cerrar el pasadizo con verjas en ambos extremos, sellando así el acceso a esta pequeña calle de apenas 60 metros de longitud. Desde entonces, ha permanecido cerrado al público, pese a que es un espacio de titularidad municipal.  

Un callejón inaccesible… o casi

Aunque oficialmente nadie puede pasear por este pasadizo, hay formas no convencionales de echar un vistazo a su interior. Una de ellas es alojarse en un apartahotel del edificio colindante, cuyos balcones ofrecen vistas privilegiadas a este histórico rincón. Sin embargo, el precio por noche no es apto para todos los bolsillos, con tarifas que oscilan entre los 396 y los 850 euros.  

Otra opción es aprovechar la entrada de vehículos al garaje privado que da acceso a la plaza interior y colarse justo detrás. Eso sí, quien se aventure a esta táctica debe saber que el otro extremo del pasadizo también está cerrado, por lo que salir de allí no será tan fácil.  

La tercera vía para acceder al pasadizo es aún más exclusiva: conseguir un permiso del Ayuntamiento de Madrid para un rodaje. No es casualidad que varias productoras audiovisuales hayan mostrado interés en este enclave, que ha sido considerado en más de una ocasión como posible escenario cinematográfico.  

¿Se reabrirá algún día?

El misterio en torno a este rincón de Madrid ha llegado hasta la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento. Antonio Giraldo, concejal del PSOE, llevó la cuestión a debate este lunes, 3 de febrero: "Traigo un tema particular y bonito", dijo el socialista.  

Lo que queda claro, es que el interés por este pequeño tramo, sigue aumentando y que de momento los únicos que pueden echarle un vistazo son los curas y los residentes en el apartahotel colindante.