La brigada 'antigrafiti' de la Policía Municipal de Madrid cierra su primer año de existencia con 384 denuncias

Creada hace ahora un año para combatir la actuación de los grafiteros, a la Sección de Protección del Patrimonio Urbano (Sepropur) de la Policía Municipal de Madrid le ha llegado el momento de hacer su primer balance. Lo ha realizado esta mañana la vicealcaldesa y responsable del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de la capital, Inma Sanz, quien se ha mostrado más que satisfecha. A lo largo de estos 12 meses, los agentes de esta 'brigada antigrafiti' han tramitado 384 denuncias y abierto 264 expedientes. En total, han identificado a 700 personas en relación con estas actuaciones, de los que un total de 42 han sido investigados.

Todas estas actuaciones han resultado en 117 atestados remitidos a juzgados de instrucción y nueve a la Fiscalía de Medio Ambiente por delitos de daños a edificios protegidos o de interés cultural. En los 10 meses anteriores a la creación de Sepropur apenas se realizaron 17 atestados policiales vinculados a pintadas en edificios o espacios públicos.

"Estamos comprometidos con la conservación del patrimonio de Madrid y, por ello, actuamos de manera decidida contra los actos incívicos y perseguimos enérgicamente estas pintadas vandálicas que deterioran nuestro entorno urbano", ha señalado Sanz durante su visita a la recién inaugurada comisaría de la calle Plomo, en el distrito de Arganzuela, donde la Policía Municipal ha concentrado todas sus unidades de Policía Judicial, incluida Sepropur.

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Integrada por 39 agentes, esta unidad policial presta servicio en turnos de mañana, tarde y noche durante las 24 horas del día y todos los días del año. Entre las intervenciones más destacadas de estos efectivos, están la investigación seguida contra dos grafiteros que hicieron pintadas en la parte posterior de la plaza de la Villa y en el monumento a las víctimas del campo de concentración nazi de Mauthausen en sus inmediaciones, o el seguimiento a otros 10 investigados por pintadas en el Museo de América, en el distrito de Moncloa, declarado Bien de Interés Cultural.

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En otra intervención, en el parque de la Cuña Verde, en el distrito de Latina, los policías antigrafiti de Madrid se incautaron de casi 200 botes de spray.

Seis millones de euros anuales para limpieza

Las sanciones previstas en la legislación municipal por realizar pintadas oscilan entre los 600 euros que conlleva hacerlas sobre mobiliario urbano, muretes, pilares y puertas a los 3.000 euros de multa que llega a implicar firmar en edificios emblemáticos. Las sanciones son acumulativas. Entre los grafiteros más multados de la ciudad, están un habitual de la plaza del Dos de Mayo, que acumula multas por valor de más de 20.000 euros, otro en Arganzuela, con 15.000 euros de sanciones y un vecino de Chamberí que tras ser sancionado con 8.000 euros pro varias infracciones acabó asumiendo la autoría y fue finalmente multado con 2.500 euros de sanción económica y 40 horas de trabajo en beneficio de la comunidad.

El Ayuntamiento de Madrid destina unos seis millones de euros anuales y 55 efectivos del Servicio de Limpieza Urgente (SELUR) a la eliminación de pintadas. Durante 2023, la limpieza sobre fachadas grafiteadas alcanzó los 722.534 metros cuadrados, un 124,5 % más que en 2022.