CAUSA SAHARAUI

Más Madrid ficha a una activista saharaui experta en big data para confrontar con el PSOE

Tesh Sidi ocupará el número once de la lista de Más Madrid y será, previsiblemente, la primera saharaui en ocupar un cargo electo en España desde la dictadura franquista.

17.03.2023. MADRID. Tesh Sidi, ingeniera informática de formación, ocupará el puesto número once en la candidatura de Más Madrid a la Comunidad. Foto: Alba Vigaray

17.03.2023. MADRID. Tesh Sidi, ingeniera informática de formación, ocupará el puesto número once en la candidatura de Más Madrid a la Comunidad. Foto: Alba Vigaray / Alba Vigaray

Elena Marín

Elena Marín

Tesh Sidi pasó parte de su niñez ordeñando cabras en Mauritania con su abuela materna, pero hoy, a sus 28 años, trabaja en Madrid en un importante banco como ingeniera experta en big data dirigiendo un equipo técnico. Lo suyo son las redes sociales y el mundo digital. Es saharaui, nació en el campo de refugiados de Tinduf y apenas ha pasado "temporadas intermitentes" con su padre o con su madre. Por casualidad, hace justo un año, el día que Marruecos filtró la carta en la que el Gobierno español daba un giro de 180 grados sobre su posición tradicional sobre la antigua colonia española, se encontraba en la sede del PSOE en Ferraz. No daba crédito a lo que estaba pasando. Hoy, doce meses después, se presenta a las elecciones autonómicas de Madrid en la lista de Más Madrid.

Su puesta de largo en la política regional el pasado miércoles, día en el que Más Madrid presentó formalmente su campaña con ella como uno de sus principales reclamos, quedó ensombrecida por la polémica en torno a las ayudas del bono social que ha salpicado a su jefa de filas, Mónica García. Un regalo inesperado para el PSOE madrileño que Juan Lobato ha sabido aprovechar. Pero ella, Sidi, es un fichaje que representa la defensa de una causa que Más Madrid apoya y que la formación pretende utilizar para agitar a una izquierda descontenta, precisamente, con un PSOE que desde el Gobierno ha abandonado la causa saharaui. También para simpatizantes de Unidas Podemos que han visto cómo su partido ha seguido ligado a Pedro Sánchez a pesar de las diferentes posturas que defienden respecto a la situación del Sáhara, entre otras tantas cosas. "Ningún fichaje es inocente", reconocen entre los diputados de la Asamblea que trabajan ya en clave electoral.

Sidi: "Perderemos derechos como españoles si no entramos en política"

Primer cargo electo

Sidi será la primera saharaui que ocupe un cargo público electo en democracia. Desde el Frente Polisario en España confirman que no ha habido representantes de su territorio en ninguna institución del Estado desde la época franquista, cuando el entonces Cabildo Provincial del Sáhara tenía a sus procuradores en Cortes.

El presidente del Cabildo Provincial del Sahara, Seila Uld Abeida Uld Si Ahmed, defendió en árabe el dictamen sobre el ordenamiento de la función pública en las provincias de Ifni y Sahara en las Cortes franquistas en 1967.

El presidente del Cabildo Provincial del Sahara, Seila Uld Abeida Uld Si Ahmed, defendió en árabe el dictamen sobre el ordenamiento de la función pública en las provincias de Ifni y Sahara en las Cortes franquistas en 1967. / EFE / Alonso

Saharaui, mujer y de segunda generación. Activista por los derechos saharauis y de las personas refugiadas y migrantes, experta en programación y big data, también fundadora del medio digital SaharawisToday. Un cóctel que Sidi pretende utilizar para sacudir las conciencias y dejar ver que el pueblo saharaui tiene “más cosas en común con otros colectivos” y las “mismas preocupaciones” que otros españoles. "Al sistema político le interesa la atomicidad de las luchas, que no veamos lo que tenemos en común, pero yo creo que es necesario abrirnos a más frentes".

Es decir, "defender la recuperación del territorio saharaui", "ser un altavoz del pueblo saharaui", sí. Pero también defender la sanidad pública, los derechos de las mujeres, el racismo o la educación digital, que son problemas que ella y su familia también sufren. "Yo soy saharaui, pero también española", dice, y no quiere que ninguna de las dos cosas se le escapen. En esa dualidad es en la que quiere moverse como representante público y, por supuesto, es consciente de que su figura es también un "mensaje" al Gobierno central: "Estamos vivos y podemos llegar".

Para todo eso Más Madrid contactó con ella allá por octubre. Antes había participado en algún acto con el senador Pablo Gómez Perpinyá, pero sin mojarse aún por el partido. Tardó en decidirse, asegura, pero al final dio el sí a los de García. Quiere que un español se pueda ver reflejado también en ella y "normalizar" la presencia de saharauis en la actividad política y social. Precisamente en esta línea de normalización defiende el portavoz del Frente Polisario en España, Abdulah  Arabi, el paso dado por Sidi. Su llegada a la política es vista como "consecuencia de la solidaridad y resultado del trabajo de la juventud saharaui en España, muy preparada y dispuesta a asumir responsabilidades en todos los ámbitos. Una muestra de integración", explica. Su visibilidad será "positiva" y "refuerza" al movimiento saharaui, añade, pero insiste en que no es más que "la consolidación de la presencia del pueblo" saharaui en nuestra sociedad.

El fichaje de Sidi se ha dado a conocer esta semana, coincidiendo que hace un año el Gobierno de Pedro Sánchez decidió apostar por abandonar su neutralidad en el conflicto del Sáhara y posicionarse del lado de Rabat al considerar su propuesta de autonomía como la más "seria, realista y creíble". Y también apenas un mes después de que el PSOE haya sido el único partido que en el Congreso haya votado en contra de conceder la nacionalidad española a los saharauis que nacieron antes de que España abandonara la colonia y a sus descendientes.

Niña de acogida y campo de refugiados

Pisó España por primera vez cuando tenía siete años gracias al programa "vacaciones en paz", que en los 90 y 2000 llenaba los municipios españoles de niños saharauis durante el verano. Su familia de acogida en Banyeres de Mariola (Alicante) la recibió durante los siguientes cinco años, a ella y a su mellizo, y cuando llegaba septiembre volvía al campo de refugiados. Pero tuvo suerte y aquella familia con dos niñas y un niño que ahora siente como propia le dieron a ella y su hermano la oportunidad de quedarse. Y lo supieron aprovechar. Su hermano estudió Económicas allí y hoy es analista financiero. Ella se marchó de casa a los 18 y luego prefirió venirse a Madrid: "Trabajé doce horas en bares para poder pagarme la carrera y el máster (Big Data e Inteligencia Artificial de la Universidad Europea de Madrid). Casi nunca llegaba a fin de mes y tuve suerte de que mis amigas me ayudaban con el dinero muchas veces". Gracias a eso hoy tiene un sueldo que le ha permitido traer a su madre de 65 años a España.

"Mi padre después de la guerra se vino a España, a encadenar trabajos precarios en Málaga", solo posible porque cuando todo estalló en la colonia española del Sáhara él se llevó su dni español y eso le ha facilitado las cosas, explica la ahora candidata. "Es un herido de guerra, tiene una bala en la espalda que no le pueden quitar y eso le impide andar. Mi madre ha vivido en campos de refugiados y el pasado verano conseguí traerla conmigo a España", añade. Antes fue imposible porque Sidi no logró la nacionalidad hasta septiembre de 2021.

La diferencia entre sus dos progenitores no es solo esa. "Mi padre se unió al Frente Polisario, siempre me ha contado historias de la guerra y de la vida de nuestro pueblo. Mi madre es un muro. Solo he vivido con ella seis años, esa es la realidad de muchos niños saharauis de mi generación. Primero tuvo que encargarse de criar a sus hermanas porque a su madre la mandaron a Mauritania; luego tuvo que criarnos a mí y a mis seis hermanos con la ausencia de mi padre, también en un campo de refugiados. Cuando me siento con ella e intento hablar para acceder a sus recuerdos se bloquea. Los padres cuentan muchas batallas y nuestras madres ninguna", remata asegurando que esto último es una realidad habitual.

Amistades socialistas

Ella es consciente de que al entrar en política su pasado y su origen pueden ser claves en la campaña. Sabe que es un mensaje de Más Madrid a los simpatizantes de otros partidos de izquierda y le parece bien. Pero también es consciente de que no todos los saharauis son un bloque con "una sola identificación política", "puede haber gente de derechas y de izquierdas".

De hecho, ella es muy amiga, confiesa, de Aman Hamoudi, también saharauis y desde hace un año largo vicesecretario de Organización de las Juventudes Socialistas de Madrid, un cargo dentro de una organización política pero que de momento no va integrado en las listas de su partido. Es con él con quien estaba en Ferraz hace un año. Se conocieron entonces. A ella le había contactado el representante de las juventudes del Frente Polisario, que venía a España a reunirse con representantes socialistas y ella iba a ayudarle con la traducción del español. Es uno de los primeros a los que llamó para contarle que se presentaba por Más Madrid. "Siempre he tenido una idea muy clara de que hay que ocupar posiciones políticas para conseguir cosas, perdemos derechos como españoles si no entramos en política", dice. Los dos amigos defenderán ahora su causa pero desde posiciones diferentes. Él, de momento, se ha mostrado desde el principio muy crítico con la postura oficial de su partido y del Gobierno de Pedro Sánchez respecto al cambio de posicionamiento sobre el Sáhara. “Soy saharaui y soy socialista. Pero soy antes saharaui que socialista. O más bien, no sabría una parte de mí ser sin la otra", escribía Hamoudi esta misma semana en su cuenta de Twitter.

Propuesta para Madrid

Lo que Sidi quiere hacer en Madrid, en cualquier caso, es centrarse en la digitalización. No quiere ceñirse a hacer "cosas para migrantes", dice. Cuando se le pregunta por proyectos concretos que pretende defender desde su escaño de la Asamblea habla de otras cosas: "No, yo quiero centrarme en la innovación, en utilizar mi perfil técnico para que mejore la vida de la gente. Usé la tecnología para el movimiento, incrementando la voz saharaui en redes sociales".

Ahora quiere trabajar para "mejorar y digitalizar la Administración pública para que la gente tenga una vida más fácil" y centrarse en la "educación digital" porque digitalizamos pero no acompañamos".