Ayuso contrataca y promete un incentivo fiscal que contrarreste el impuesto de solidaridad de Sánchez

La respuesta de Isabel Díaz Ayuso al impuesto de solidaridad no se queda solo en el recurso de inconstitucionalidad que su Gobierno presentará a finales de este mes. Ayuso ha decidido contraatacar e imponer su criterio fiscal en la región que gobierna frente a las decisiones del Ejecutivo de Pedro Sánchez: Madrid aprobará un incentivo fiscal para los nuevos inversores que permita dejar en agua de borrajas el impuesto de solidaridad aprobado a finales del año pasado y que según la dirigente solo sirve para atacar las economías madrileña y andaluza.

El anuncio lo ha hecho Ayuso delante de los inversores nacionales e internacionales que durante estos días están concentrados en la 13 edición del Spain Investors Day, organizado por Estudio de Comunicación, consciente de que era un público mayoritariamente favorable a cualquier iniciativa que favorezca las inversiones de pequeño y gran tamaño.

Ayuso recurrirá al TC el impuesto a las grandes fortunas del Gobierno de Sánchez

El objetivo de esta iniciativa lo ha dejado claro la propia Ayuso en su intervención: es un incentivo fiscal para nuevos inversores "que actúe como contrapeso" a la bonificación del impuesto de patrimonio que se venía aplicando en Madrid y que el Gobierno de Sánchez ha querido anular. "“Con esta nueva deducción, quien venga a vivir a Madrid e invierta su patrimonio, ya sea una vivienda, en una empresa, en productos financieros… en lo que sea, va a obtener una reducción en el tramo autonómico de su impuesto sobre la renta correspondiente al 20% de dicha inversión".

La presidenta ha denunciado una vez más que el Gobierno de Sánchez, "en lugar de mimar" una región como Madrid que atrae a la mayor parte de las inversiones extranjeras en España ha aprobado un impuesto de solidaridad que, en su opinión, solo perjudica a la economía regional y en consecuencia a la española en general. Por eso justifica la necesidad de este nuevo incentivo fiscal del 20% del que los inversores se podrán beneficiar en los seis años siguientes. Para ello solo hace falta cumplir con dos criterios, según ha explicado. Primero, que sea un captial que venga de fuera de España y que quien quiera invertir lleve al menos cinco años fuera del país. Segundo, que "invierta su patrimonio en lo que quiera y cuanto quiera, pero que genere riqueza" en la Comunidad.

La lógica del Gobierno de la Comunidad y de la propia Ayuso dicen que toda inversión que llegue a Madrid terminará repercutiendo en la economía de la región, por eso ha insistido en que no es una iniciativa que beneficie solo a los ricos o grandes patrimonios, pues desde su punto de visto estas inversiones terminarán dejando su poso en el pequeño comercio, el consumo y en los autónomos. "Es una medida que beneficia a todos", ha concluido.

El objetivo de esta medida es, según ha explicado, "recibir a nuevos madrileños que vengan a vivir con nosotros" y "trasladar el mensaje de que en España hay contrapesos" a las decisiones económicas del Gobierno de coalición: "Aquí en Madrid hay futuro, y tras las elecciones generales, en España entera", ha rematado, en referencia a la expectativa que tiene el PP de que Alberto Núñez Feijóo desbanque a Sánchez de la Moncloa y sea el próximo presidente del Gobierno.

La medida no establece límites en el volumen de la inversión. El único tope anual, según explica el comunicado posterior enviado por Sol, "será la propia cuota de IRPF sobre la que se aplica la deducción del 20% de lo invertido, es decir, si es suficiente para compensar toda la desgravación, se podrá hacer el primer año de la inversión. Si no lo es, se irá repartiendo a lo largo de los siguientes cinco años".

Para poner en marcha esta nueva medida fiscal, explican desde el Gobierno regional, "se modificará el Texto Refundido de las disposiciones legales de la Comunidad de Madrid en materia de tributos cedidos por el Estado, aprobado por Decreto Legislativo 1/2010, de 21 de octubre. La previsión es que este cambio sea validado en las próximas semanas por el Consejo de Gobierno para iniciar así su tramitación parlamentaria en la Asamblea de Madrid y que la deducción entre en vigor durante este mismo año".

La presidenta ha querido poner ejemplos que clarifiquen cómo puede afectar esta medida a inversiones de distinta cuantía:

“Si un joven español tuvo que emigrar en la crisis de 2012 y quiere volver a casa y se instala en Madrid con su familia e invierte sus ahorros en comprarse *una vivienda aquí por valor de 300.000 euros, va a tener un ahorro fiscal de 60.000 en su impuesto sobre la renta que podrá repartir a lo largo de seis años”. 

O también: “Un gran patrimonio hispanoamericano, harto de las políticas de acoso y derribo y de la asfixia fiscal al que es sometido en su país de origen, se instala en Madrid e invierte un millón de euros en adquirir una participación minoritaria de una empresa madrileña también se ahorrará 200.000 euros en su factura fiscal que podrá repartir a lo largo de seis años”.