Los desalojos por las obras del Metro en San Fernando llegan al centro de Madrid: manifestaciones y teatro para concienciar

El primer cuento infantil de su hijo y recibos. Eso fue lo primero que cogió Eva María Medina de su casa antes de que la obligaran a desalojarla. Ella es una de las vecinas de San Fernando de Henares afectadas por la línea 7B del Metro de Madrid. Compró su piso en 1994 y el 21 de septiembre de 2021 tuvo que decir adiós a sus recuerdos de casi 30 años. La vivienda fue derruida y ella y su familia se trasladaron a un apartahotel donde ha estado viviendo hasta que también tuvieron que dejarlo, porque así lo exigía el acuerdo al que llegaron con la Comunidad de Madrid.

Ahora vive en un piso de alquiler de dos habitaciones por el que paga 1.100 euros, mientras que a la vez tiene que seguir pagando la hipoteca de su antiguo piso. Dice que con la ayuda de la Comunidad de Madrid no es suficiente, “si sumas no salen las cuentas”, explica.

Sin embargo, señala que lo que más le duele no es el dinero, “que te quiten tus recuerdos es muy duro”.

En su caso, el problema en concreto fue que desde la Comunidad de Madrid decidieron hacer unas infiltraciones en su vivienda para evitar que hubiera problemas, pero el resultado fue el contrario: “Empezamos a ver grietas por todas partes. Después vino lo peor, reventó la pared de mi dormitorio”, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Ahí comenzó, como ella misma describe, un infierno: “Tenía miedo de que lloviera, temblaba solo de pensarlo”, apunta. Finalmente, tuvieron que desalojar su casa y la de las 24 familias que vivían en el bloque. 

Manifestación en el centro de Madrid

La Comunidad de Madrid ha prometido ayudas, pero los vecinos no se fían, no lo consideran suficiente o, simplemente, necesitan manifestar su rabia por haber sido despojados de sus viviendas por la mala gestión de la Administración. Por eso han decidido poner un altavoz a sus problemas y acercarlos al centro de Madrid, para ver si de esa manera se les escucha más que desde su municipio del este de la región.

Lo harán con una manifestación este próximo domingo 8 de enero que llegará hasta la Puerta del Sol. “Nos sentimos completamente olvidados, si esto hubiera ocurrido en zonas céntricas de Madrid o dentro de la M-30 como el barrio Salamanca, esto ya estaría solucionado”, señala Alejandro Escribano, portavoz de la Plataforma de Afectados por el Metro de San Fernando.

La manifestación se ha convocado después del último desalojo preventivo y exprés de la noche del martes 3 de enero, que dejó fuera de sus casas a 50 personas, 18 de las cuales fueron realojadas por la Administración regional y 32 se quedaron con las familias, según explican desde la Consejería de Transportes e Infraestructuras.

La información oficial también apunta que tras el desalojo realizado por los bomberos, la Consejería ha realizado una revisión de la vivienda afectada que señala que los vecinos pueden volver a sus casas: "Ni las fisuras observadas ni los descuadres en carpintería responden a distorsiones importantes en la estructura que pudieran indicar que se hayan visto afectadas las condiciones de seguridad de forma apreciable”, según la nota facilitada.

El último anuncio del Gobierno de la Comunidad antes de este desalojo lo hizo el consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, el pasado 21 de diciembre. Ese día, Pérez informó de que se destinarían 7 millones de euros para la indemnización de los vecinos afectados hasta ese momento, cantidad con la que dijo que se pretende cubrir "el valor del inmueble, el mobiliario, el daño moral, el daño emergente y el lucro cesante, al que se le añade, además, el índice de garantía de la competitividad".

Semanas antes, a principios de noviembre, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, había anunciado inversiones por valor de 120 millones para intentar solucionar el problema de la infraestructura, que necesita de actuaciones integrales para garantizar la seguridad de la misma y de los edificios aledaños al paso de la línea 7. A estas alturas, las 50 personas afectadas esta misma semana por el desalojo se suman ya a las más de 120 que se han visto perjudicadas por haber tenido que abandonar sus viviendas y que desde septiembre de 2021 se encuentran en muchos casos realojadas en apartahoteles.

Para todas ellas, el Gobierno regional abrió en octubre una oficina de Información en el mismo municipio para atender a los vecinos que "quieran conocer más datos sobre el estado de sus indemnizaciones, de los anticipos, estado de las obras, los proyectos y de cualquier otra cuestión o iniciativa que quieren plantear. Allí se les informa personalmente y se resuelve cualquier duda que tengan sobre el estado de sus viviendas o expedientes de responsabilidad patrimonial", según la Consejería.

15 años de reivindicaciones

Aunque las consecuencias más duras se reviven ahora, el problema viene de lejos. El trazado de la línea 7 de Metro se ideó allá por 2007 para llegar, por petición de la entonces presidenta regional Esperanza Aguirre, hasta el Hospital del Henares. El problema es que poco después las tuneladoras que trabajaron en la construcción del túnel del metro facilitaron la entrada de agua en el subsuelo de los alrededores, que tiene un terreno "malo" para sostener esta infraestructura, según explican distintos ingenieros de caminos, y ha alterado la solidez del mismo hasta provocar que poco a poco se vaya hundiendo, afectando a los cimientos de los edificios y generando grietas en las viviendas.

Desde que se cerró la parada de metro de San Fernando en septiembre, fuentes de la Consejería explican que, además de las gestiones para tramitar las ayudas para los vecinos afectados, se realizan también trabajos técnicos de monitorización constante de la infraestructura. Las soluciones técnicas, en función de esos controles, se han basado, principalmente, en inyecciones de material para lograr una mayor robustez del terreno, algo así como meter ‘botox’ sobre la tierra para que resulte más sólida, pero también en labores de adecuación de la plataforma de la vía o en levantar las mismas.

La consolidación de los terrenos afectados desde el pasado 13 de octubre, según informa la Consejería, abarcarán 10.000 metros cuadrados y afectan, principalmente, a las calles Rafael Alberti, Presa, Pablo Olavide, Francisco Sabatini y Nazario Calonge del municipio. El problema del agua, explica un ingeniero que conoce bien la complejidad de este tipo de problemas, es que siempre encuentra la manera de moverse y colarse por los huecos.

Sin embargo, los vecinos insisten en que ya no confían en los políticos, “no hay voluntad política, porque siempre prometen en el programa electoral, pero luego no hacen nada”, apunta Escribano. Por eso dicen que para ellos la manifestación del próximo domingo es muy importante, porque necesitan que los vecinos de otros barrios y municipios de la Comunidad de Madrid conozcan su historia. “Va a ser histórico, esperamos que acudan cerca de 7.000 personas”, explica el portavoz de Plataforma de Afectados.

De la vida real a las tablas del teatro

La historia de Eva y la de las decenas de afectados llega ahora también al escenario. Lo hace con ‘Vidas rotas’, un documental y, a la vez, una obra de teatro, dirigida y guionizada por Iván Fuentes Medina y Diego Serradilla. El primero de ellos es el hijo de Eva, que ha visto cómo su madre ha luchado tanto durante todo este tiempo. Ahora este sufrimiento se transforma en una pieza teatral que se representará durante los días 14, 21 y 28 de enero, y 4 y 18 de febrero en la sala ‘La Escalera de Jacob’ en el barrio de Lavapiés.

El título de la obra es ‘Vidas Rotas’ y está producida por la productora ‘Todas las mentiras del mundo’, IFM Filmmaker y Agrupación Syntagma, y su objetivo es dar voz a los vecinos pero de una manera diferente. “Queremos que los vecinos se sientan representados, y que a su vez el público empatice con ellos”, explica en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Diego Serradilla. El argumento central de la obra gira en torno a esos 30 minutos exactos que tuvieron las familias para desalojar sus casas y elegir las pertenencias que se llevaban, “es un momento muy concreto en el que sufrieron mucho, porque no es fácil sacar toda una vida en apenas media hora”, añade.

La pieza que parte del documental homónimo está interpretada por los jóvenes Laura López y Blai Peris. Ella interpreta el papel de una joven treintañera que ha vivido toda su vida en este barrio madrileño y que un día a otro se ve obligada a dejar su vivienda. Él da vida a uno de los bomberos que participaron en los desalojos. Parte del dinero recaudado irá destinado a la Asociación de Vecinos Afectados por Metro Rafael Alberti Presa.