"CAÍ Y COMPRÉ DOS CAMISETAS"

Un 'outlet' de lujo en el barrio de Salamanca resulta ser un coladero de marcas fantasma

El 'outlet' Design Market se publicitó diciendo que tendría marcas como Balenciaga, Valentino, Saint Laurent y Gucci

Más de la mitad de las prendas eran de Petra Hoffmann y Alexandra Neel, dos marcas no registradas y sin referencias

"Mi sospecha es que usan las marcas de lujo de reclamo y el verdadero negocio lo hacen con las 'falsas'. En realidad, es una genialidad", dice una clienta que picó

Camisa de Petra Hoffman

Camisa de Petra Hoffman / A.P

Analía Plaza

Analía Plaza

La alemana Petra Hoffmann es autora de varios libros sobre manualidades, decoración, plantas para el hogar y punto. Es también una botánica y fisióloga que trabaja en el laboratorio del Instituto de Bioquímica Vegetal de Leibniz. Seguramente, atendiendo a los resultados de la red social profesional Linkedin, haya muchas Petra Hoffmann por el mundo: incluso una señora de Lexington (Estados Unidos) que hace unos años regentó una pequeña tienda de ropa llamada Petra Clothing for Women.

Lo que seguro que no es Petra Hoffmann es una marca de moda de lujo. Ni ahora ni en el pasado; ni en Reino Unido, ni en Europa ni en el resto del mundo. Las distintas bases de datos de marcas registradas —Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Oficina Europea de la Propiedad Intelectual y Oficina Británica de la Propiedad Intelectual— no ofrecen ningún resultado bajo dicho nombre y cuesta encontrar referencias en el resto de la red. Sin embargo, la misteriosa Petra Hoffmann ha sido una de las enseñas protagonistas del 'luxury outlet' organizado estos días en el distinguido barrio de Salamanca de Madrid.

Design Market abrió sus puertas el pasado sábado 12 de noviembre, en un espacio habilitado para eventos de la calle General Oraá, zona de bien entre Serrano y Velázquez. Venía de París, donde se ha celebrado varios años y donde las francesas hacen cola en la calle para entrar. Pese a no tener web activa, apenas haber salido en medios y contar solo con una desaliñada cuenta de Facebook y de Instagram, desde entonces y hasta este miércoles atrajo la curiosidad de cientos de mujeres (solo había ropa femenina) que pasaron por allí. Había chicas jóvenes, señoras de mediana edad, algún que otro señor acompañante y madres echando el rato con sus hijas. "¡Mira, mami, todo esto es cashmere!", se pudo escuchar.

El cartel tenía dos grandes reclamos. El primero, los descuentos de hasta el 80%. El segundo, la presencia de marcas de primera línea como Yves Saint Laurent, Gucci, Balenciaga y Valentino. Lo completaban otras algo menos conocidas para el gran público pero igualmente relevantes como Ba&sh, Elisabetta Franchi, IRO y Barbara Bui.

Ni de lujo, ni registradas

La realidad, una vez dentro, difería de lo publicitado. Nada más entrar había un estante con bolsos en el que la marca predominante era Cinnamon Paris, una compañía sin página web cuyos productos —bolsos y carteras de fabricación aparentemente italiana— se venden al por mayor. La marca, de acuerdo a varias búsquedas realizadas por este diario en las distintas bases de propiedad intelectual tanto por nombre como por logotipo, tampoco aparece registrada. Un bolso dorado de tamaño mediano se vendía en Design Market a cien euros.

La situación en los percheros no era mucho mejor. El primero, lleno de abrigos largos, ya dejaba entrever que aquello no iba de ropa rebajada de lujo. La mayoría de la ropa, aproximadamente la mitad de todo lo expuesto, pertenecía a dos únicas marcas: la ya mencionada Petra Hoffmann (London) y la desconocida Alexandra Neel (New York), que pudo existir en el pasado (aparece registrada por una empresaria francesa en Francia, Estados Unidos, Corea y Japón y lleva años caducada), pero que actualmente carece de referencia alguna en la red. Ambas están en la última fila del cartel publicitario. Sus prendas eran más baratas que el resto —cincuenta euros por un jersey, sesenta por una camisa y noventa por un abrigo de diseño y materiales poco lujosos— y no disponían de etiqueta propia. Solo llevaban la del cuello y un cartoncito blanco con la pegatina del precio establecido por el 'outlet'.

Abrigos de Petra Hoffmann / A. P


"Si te fijas, los botones y materiales son iguales en todas. No tienen más etiquetas que la del cuello y los clientes asumen que son buenas porque el nombre suena bien y porque están rodeadas de cosas que de verdad son de lujo, que hacen de precio ancla y que aumentan la disposición de la gente a comprar", cuenta una clienta especialista en marketing que prefiere permanecer en el anonimato. "Yo caí y me compré dos camisetas: una de Petra Hoffmann y otra de Alexandra Neel. Tienen los mismos botones en las dos marcas. Cuando estuve, escuché varias conversaciones de chicas pijísimas comentando que se sentían estafadas porque las marcas del cartel no estaban. Igual había dos prendas de las realmente caras. Mi sospecha es que usan las marcas de lujo de reclamo y el verdadero negocio lo hacen con las 'falsas', que fabrican ellos mismos o compran barato. A nivel de marketing tiene lecturas muy interesantes. En realidad me parece una genialidad. Y me encantaría pensar que medio barrio de Salamanca ha comprado jerseys de Petra Hoffmann pensando que es una marca de pasarela".

En Instagram, una clienta descontenta dejó un comentario en la misma línea. "¿Admiten devoluciones? Porque vaya tela con la chaqueta, aparte de no haber botones la marca es falsa, no sale en ningún lado en internet y no tiene ni una etiqueta con la composición. Lo demás será de marca, pero hay ropa mezclada".

'Outlet' no autorizado

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA visitó el espacio y preguntó a una dependienta por las marcas de alta gama. Estaban todas agrupadas en un único perchero con el cartel "multimarca". Había algunas prendas de Prada, Yves Sant Laurent y Valentino, pero en todos los casos se podían contar con los dedos de la mano. Preguntadas por si habían dado su permiso para estar en el evento y salir en el cartel promocional, desde Balenciaga dijeron que Design Market no aparecía en la lista de vendedores autorizados (pero que esta lista podía estar desactualizada) y desde Saint Laurent indicaron que el único 'outlet' autorizado para vender su ropa es La Roca Village de Barcelona.

Abrigo de Alexandra Neel / A. P


Fuentes del sector de la moda explican que es muy raro que marcas tan elevadas estén en un 'pop-up'. "Valentino, Gucci... Jamás van a hacer eso. Una vez que hacen todas las rebajas, venden lo que queda a empleados y amigos e incluso queman lo sobrante para que no haya prendas por ahí danzando", dicen. Este diario dio cuenta de esa misma práctica en un reportaje sobre los miles de productos en buen estado que Amazon destroza cada día en España, en el que un trabajador del sector de los residuos explicó que "hay marcas textiles que llevan a sus propios guardias a ver cómo se destruye la ropa para que no la birle ningún empleado y no termine en mercadillos".

Además de las marcas fantasma y de las poquitas prendas de gran lujo, había en el 'outlet' un puñado de marcas intermedias: algunas con etiqueta bien rematada y otras con la etiqueta del cuello cosida con una puntada. Una de las más notables era la italiana Elisabetta Franchi, que tiene tienda propia en la calle Serrano. La responsable de la colección de esta marca en España, Lourdes Andión, afirma en conversación con este periódico que las prendas a la venta son "antiquísimas" y que están ahí de forma legal. El trabajo de Andión consiste en vender ropa de Elisabetta Franchi a tiendas multimarca de todo el país. Cree que las que han llegado al 'outlet' lo han hecho a través de algunos de estos clientes, que habrán decidido liquidarlas así.

Bolsos de Cinnamon / A. P


Sin página web disponible, no es fácil saber quién está detrás del Design Market de Madrid. Además, invitan a pagar en efectivo (aplican un recargo del 10% al pagar con tarjeta) y no dan ticket. Preguntada in situ, una de las responsables explicó que una de las empresas organizadoras es el Cía de la Moda, un 'showroom' que representa a varias marcas en España. Algunas de ellas (Ba&sh y Essentiel Antwerp) estaban disponibles en la tienda. Esta misma persona indicó que, si había algunas etiquetas mal rematadas, podía ser porque las prendas venían directamente "de pasarela" y que Alexandra Neel y Petra Hoffmann eran marcas inglesas.

El extraño destino de Alexandra Neel y Petra Hoffmann

Borja Gómez Ballester es, además de dueño de Cía de la Moda, vicepresidente de desarrollo de negocio de Showroomprive para España, un portal francés de ventas privadas. Según indican fuentes de Cía de la Moda, es Ballester quien organiza el famoso 'luxury outlet'. Lo hace junto a un socio francés llamado Rony Halini, jugador de póker profesional y dueño de RH Consulting, la sociedad detrás del Design Market de París. Ballester recibió y leyó una petición de información de este diario para hablar sobre Alexandra Neel y Petra Hoffman, pero en el momento de cerrar este artículo no había contestado.

Fuentes de Cía de la Moda sí explicaron que, además de las marcas que ellos representan, Design Market vende "marcas de pronto moda o moda rápida. Son colecciones que se hacen y se venden de inmediato, no como las de marcas tradicionales que se diseñan con mucha antelación". Según esta definición, son marcas como Zara o H&M o incluso la china SHEIN pero absolutamente desconocidas y no registradas. Fuera del 'outlet', el único lugar en el que se venden prendas de estas marcas fantasma es en Vinted, una especie de Wallapop centrado en ropa. Allí, varias usuarias francesas tienen a la venta sus Alexandras y sus Petras, muchas de ellas sin estrenar. Al preguntarles dónde lo compraron, todas responden que en un 'outlet' celebrado en París.