RUPTURA ENTRE EL GOBIERNO Y EL PP

El PP contradice a Sánchez y asegura que se mostró "arrogante, casi chulo" con Feijóo

En la formación califican de "desastre" lo ocurrido y culpan a Sánchez de haber estado negociando a dos bandas la renovación del CGP y la modificación del delito de sedición

Feijóo en Vitoria

Feijóo en Vitoria / EP / Pablo González

Elena Marín

Elena Marín

"Listo y preparado para ser firmado", decían los socialistas. Pero se coló la idea del Gobierno de reformar el Código Penal para rebajar la pena del delito de sedición y todo voló por los aires. Y mientras Pedro Sánchez afeó que "a Feijóo le han temblado las piernas" y entre los ministros tachan al líder del PP de "títere", en Génova apuntan que en la conversación telefónica que mantuvieron ayer los dos dirigentes, el presidente del Gobierno estuvo "arrogante, casi chulo".

Así lo desvelan fuentes conocedoras de la llamada que mantuvieron los dos dirigentes. "En la conversación de ayer con Feijoo, Sánchez estuvo arrogante, casi chulo". Y añaden que ha sido el Gobierno quien ha hecho saltar por los aires el acuerdo sobre el CGPJ intentando negociar a dos bandas asuntos tan relevantes como la renovación del órgano de los jueces con un partido de Estado como el PP y la modificación del delito de sedición con un partido republicano e independentista como ERC: "Feijoo quería pactar a toda costa, pero se lo han puesto muy difícil".

Sánchez apuntaba ayer en una conversación informal con los periodistas que le han acompañado en su gira africana, que el dirigente gallego no ha resistido las presiones para no renovar el CGPJ. Aseguró no haberse enterado de la ruptura de las negociaciones con el PP a través de Alberto Núñez Feijóo, pese a la conversación que ambos mantuvieron el jueves por la tarde. De hecho, explicó a los medios que tras su conversación habían quedado en verse para los últimos flecos el próximo 2 de noviembre después de que el pacto estuviera ya cerrado, tanto en el texto de la proposición de ley que se presentaría en el Congreso como en los nombres e incluso los suplentes del órgano de gobierno de los jueces.

El jefe del Ejecutivo afeó además al PP que haya filtrado esta conversación y que pretenda que él renuncie a un compromiso contraído en su discurso de investidura sobre la reforma del Código Penal a cambio de que el principal partido de la oposición cumpla con la Constitución, y recalcó que son dos cuestiones que no tienen nada que ver.

Las presiones que ha recibido Feijóo y a las que hacía referencia Sánchez , existentes tanto desde el poder judicial como desde parte del sector empresarial, iban en ambos sentidos dentro de su formación. La presidenta del PP, Isabel Díaz Ayuso, se ha pronunciado públicamente en los últimos días sobre este asunto, asegurando que Sánchez no era fiable para ningún pacto, tampoco para este, y así se lo hizo saber también en privado con distintas llamadas a lo largo de esta semana. No era posible, desde su punto de vista, separar ambas negociaciones y menos cuando se estaban dando al mismo tiempo. Pero Feijóo ha mantenido también conversaciones con otros los barones y miembros de la formación y no todos opinaban igual que Ayuso. Algunos incluso le han animado a diferenciar entre las dos cosas.

El resultado, "un desastre", en boca de fuentes populares. Tanto por haber volado por los aires el pacto como por haberse encontrado ahora con este dilema del cambio del Código Penal, que tendrán que enfrentar con dureza en lo que queda de legislatura mientras el Gobierno no se apee de su decisión de seguir adelante con ella. Mientras quienes advirtieron a Feijóo del desastre que supondría pactar en medio de esta otra negociación paralela probablemente se alegren de lo sucedido, otras fuentes populares consideran que las palabras de ayer de la ministra María Jesús Montero en el Congreso durante el debate de los presupuestos fue "una torpeza increíble" que dio al traste con las negociaciones de las últimas semanas.

El futuro

Respecto a lo que puede ocurrir a partir de ahora, el presidente Pedro Sánchez subrayó ayer a los medios que él no puede aceptar que se le imponga una exigencia para que el PP cumpla con la Constitución. Apunto que el PP usa una nueva excusa para no pactar el CGPJ después de una negociación que se ha dilatado más de lo previsto, ya que, según explicó, el principal partido de la oposición pidió tiempo para hablar con los posibles candidatos al órgano de gobierno de los jueces.

Lo que sí daba por hecho es que los presidentes tanto del Poder Judicial como del Tribunal Constitucional deberían ser designados entre magistrados del sector progresista. Sánchez mostró asimismo su enorme decepción por la actitud de Feijóo porque cree que no ha demostrado liderazgo y sigue poniendo en cuestión la legimitidad del Gobierno, algo que considera muy grave y antidemocrático. Lo peor de todo lo que ocurre, a su juicio, es que no hay alternativa y seguirá habiendo un Poder Judicial sin gobierno.