El centro de pacientes sin hogar de Puerta Abierta, sin aire acondicionado: "Hemos estado a más de 45 ºC"

El centro de acogida municipal para personas sin hogar Puerta Abierta se encuentra en el distrito de Latina, rodeado por la M-40 y el Aeropuerto de Cuatro Vientos. Fue construido en un descampado y el sol no ha dado tregua durante las olas de calor de julio a quienes viven entre sus paredes de pladur.

Algunos usuarios buscan un respiro a la sombra de los árboles de la calle Pinar de San José, donde se encuentra la puerta de entrada, y se refrescan con litronas de cerveza. Al subir las escaleras camino a los accesos, varios ancianos se saludan desde sus sillas y, sofocados, comentan los temas del día.

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Puerta Abierta tiene capacidad para acoger a 130 personas sin hogar con patologías graves y cuenta con dos plazas más para emergencias. La mayoría de ellos tienen edades avanzadas. Los pacientes que llegan a este espacio son "muy vulnerables", explican desde el Ayuntamiento de Madrid.

Sin embargo, ellos y los trabajadores del Grupo 5, la empresa que gestiona Puerta Abierta desde que abriese en 2001, han sufrido durante los últimos meses los estragos del calor. No contaban aire acondicionado. "No lo hemos tenido en años", apunta una empleada del centro. Pero ha sido este verano cuando la situación se ha vuelto casi insostenible.

Uno de los auxiliares entró hace unas semanas al cuarto de una paciente con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) para atenderla. "Estábamos a más de 45 °C en esa habitación", relata para

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"La chica estaba blanca, casi desmayada, sudando y no tenía aire acondicionado. Fui a hablar con la dirección y les dije que podía caer en cualquier momento", agrega. A partir de entonces, se habilitó una zona de emergencia en una habitación dotada con un 'pingüino', un climatizador portátil, y es allí donde acuden las personas del centro, trabajadores y residentes, cuando comienzan a notar los síntomas previos a un golpe de calor. 

"Hablamos de 130 personas sin hogar y de 76 profesionales sometidos al maltrato institucional del alcalde Almeida, que se lava las manos y no hace nada por solucionar esta lamentable situación", denuncia Javier Barbero, portavoz de Más Madrid de la Comisión Permanente Ordinaria de Familias, Igualdad y Bienestar Social.

Los ediles Javier Barbero y Mar Barberán se reunieron la semana pasada con los representantes de los trabajadores del centro y constataron que los usuarios no pueden usar ventiladores en sus habitaciones, ya que la red eléctrica del centro no cuenta con tanto soporte.  

Grupo 5 "le pasa la pelota" de esta gestión a la administración, afirma un trabajador. Es el Consistorio quien, a partir del último contrato, se hace cargo de las labores de mantenimiento del centro. "La refrigeración depende de la Junta Municipal de Latina, con la que estamos trabajando para que se solucione lo antes posible", traslada la empresa.

Los trabajadores informan de que no ha sido una cosa exclusiva de este verano. Llevan años sin aire acondicionado, pero en esta ocasión ha afectado más porque la última ola de calor "ha sido muy fuerte", justifican desde la compañía.

Desde el Ayuntamiento de Madrid aseguran que, a través de la Junta Municipal de Latina, están trabajando para solucionar lo antes posible esta incidencia en el aire acondicionado y señalan que "ya está arreglado en la mayor parte del edificio".

Varios trabajadores del centro lo contradicen. "Se han llevado los nueve motores [para repararlos], pero falta lo principal", dice una de ellos. El sistema de climatización está arreglado sólo en algunas áreas, como el comedor o los espacios reservados para los empleados, pero no en las habitaciones. Así lo ha podido ratificar in situ este periódico.

En el comedor, actualmente el espacio mejor climatizado, se ha colocado una televisión para que los residentes puedan reunirse allí. Han hecho lo mismo con la antigua sala de mujeres, un pequeño cuatro con sillas y sillones.

"El calor se reconcentra en el centro", afirma un trabajador. Incluso con el aire acondicionado encendido en zonas de paso, la temperatura dentro del centro sigue siendo alta. 

Muchos residentes prefieren salir a la calle que quedarse en Puerta Abierta, "porque en el centro es insufrible estar", indica este mismo sanitario.

Esas salidas desencadenan consumos de alcohol y otras drogas no vigilados, por lo que "se está yendo al traste la finalidad del centro, que es acoger a estas personas y que no tengan que salir a los lugares en los que normalmente consumen". Dentro de Puerta Abierta, quienes tienen adicciones pueden tomar drogas de forma controlada y voluntaria en una sala de reducción del daño, donde las dosis se van reduciendo poco a poco.

Meses sin aire acondicionado en el centro de pacientes sin hogar de Puerta Abierta: "Hemos estado a más de 45ºC"

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Sin vigilantes desde hace meses

Desde que en marzo de este año se renovase el pliego del contrato de la empresa, la dotación de personal de seguridad depende de la Junta de Distrito de Latina. "No se valoró la presencia de un vigilante cuando se revisó el pliego", señalan desde el Ayuntamiento.

En Puerta Abierta, llevan meses sin vigilante y se han producido situaciones que están "poniendo en peligro" a los empleados de Grupo 5. Hace unas semanas, se percataron "por casualidad" de que un usuario del centro llevaba una pistola de fogueo.

Los trabajadores han tenido que lidiar con intentos de agresión de los usuarios a la plantilla y se percataron hace unas semanas de que un residente tenía una pistola de fogueo

En ese mismo periodo, se ha producido también un intento de agresión a una de las cuatro empleadas del turno de noche y una persona sin hogar que no tenía plaza en el centro provocó que viviesen una situación preocupante, por la que tuvo que acudir la Policía Nacional.

"Tardaron 40 minutos en llegar", sostiene un trabajador, que opina que no pueden depender de que las fuerzas de seguridad puedan detener un suceso de este tipo en el momento en el que se produce.

Este centro de acogida cuenta con la figura del "conserje controlador", advierten desde el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social, dirigida por Pepe Aniorte (Cs). La función principal de este bedel es la de "velar por la seguridad del recinto" y anotar las salidas y entradas que se produzcan. 

"Son personas que deben tener asegurada la seguridad", recalca Javier Barbero. El concejal de Más Madrid recuerda al Gobierno municipal que "la responsabilidad no se externaliza", con la "excusa" de que se trata de un centro privado.

"Tanto el conserje controlador como los responsables y profesionales del centro tienen la posibilidad de avisar a las autoridades policiales si se produce cualquier incidente que requiera de su asistencia", agregan. 

Los conserjes de Puerta Abierta "no son vigilantes de seguridad". Ni siquiera tienen acceso a las cámaras de vigilancia, traslada un empleado.

Por ello, desde el Ayuntamiento están valorando la posibilidad de incorporar a la plantilla a un vigilante que complemente las labores del conserje y desde el distrito han solicitado más presencia policial en la zona por si se produjesen sucesos similares.