TERRAZAS COVID EN MADRID

Almeida no se desprende de los carmenistas: vuelve a depender de ellos para la ordenanza de terrazas

Villacís cierra el texto de la nueva ordenanza de terrazas con el grupo mixto y el pacto se escenificará el próximo lunes

Con la nueva norma podrían desaparecer más del 70% de las 3.834 terrazas covid que se han autorizado en el último año y medio

Begoña Villacís en el centro de emergencias para víctimas de trata

Begoña Villacís en el centro de emergencias para víctimas de trata / MARTA JARA / EUROPA PRESS

Elena Marín

Elena Marín

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, dijo hace solo unas semanas al aprobar los presupuestos de la ciudad que el grupo mixto no iba a convertirse en su nuevo socio prioritario. Pero el próximo lunes se verá cómo los carmenistas vuelven a ser claves para la estabilidad de su gobierno. Prioritarios o no, con Vox fuera de la ecuación y una oposición de izquierdas que no tiene intención de regalar nada ni a Almeida ni a la vicealcaldesa Begoña Villacís, estos tres ediles se han convertido en los únicos de los que realmente puede echar mano el equipo de gobierno para sacar adelante sus proyectos. A cambio, los carmenistas imponen sus condiciones.

La nueva ordenanza de terrazas lleva gestándose desde junio de 2021, coincidiendo casi con el momento en el que este nuevo grupo municipal apareció en escena como alternativa (primero como no adscritos y desde septiembre como grupo mixto). Y la responsable de Ciudadanos en Madrid y vicealcaldesa de la ciudad ha tenido claro desde entonces que le salía más rentable ceder ante determinadas pretensiones de los carmenistas que verse emparejada por necesidad con Vox.

Es lo que ha pasado con la actualización de la norma que regula el espacio público para la implantación de las terrazas en Madrid. Para Villacís este proyecto es clave porque lo ha hecho suyo. Cuando en junio de 2020 se amplió el espacio para las llamadas terrazas covid con el objetivo de garantizar la supervivencia del sector hostelero, las quejas vecinales fueron muy escasas, era el momento en el que la ciudadanía salía de un confinamiento casi total de varios meses y "existía gran demanda para encontrarse con otras personas y tener momentos de ocio en espacios seguros", recuerdan desde el equipo de gobierno. Pero cuando llegaron las quejas por los ruidos en determinados barrios de la ciudad y se acercó la hora de volver a la normalidad, también para las terrazas, los diferentes grupos municipales empezaron a tomar postura respecto a cómo debía hacerse y Villacís vio la oportunidad de presentar un proyecto propio sobre este tema, puesto que su elaboración depende de una de las áreas gestionadas por Ciudadanos (Ordenación Territorial), en un tema de repercusión vecinal y público.

Desde que se aprobó la primera resolución sobre las terrazas covid en mayo de 2020 hasta el cierre de 2021, el Ayuntamiento de Madrid ha autorizado la ampliación o creación de 3.834 terrazas. Todas ellas tendrán que acogerse a lo que diga el texto de la nueva normativa que previsiblemente quedará acordada en la Comisión de Vicealcaldía convocada para el próximo lunes 17 de enero y aprobada en el Pleno de la semana siguiente.

Pinza Ciudadanos-Recupera Madrid

Aunque el texto recogerá probablemente algunas enmiendas de otros grupos municipales, solo saldrá adelante con los tres votos de Recupera Madrid, que ya ha confirmado su apoyo porque sus enmiendas quedarán integradas en el texto final. Y la foto será la de Villacís con Marta Higueras, la portavoz del grupo mixto. Una negociación a tres en la que, otra vez, el PP ha mostrado sus diferencias y se ha resistido en algunos puntos pero que, finalmente, sale adelante por la pinza de Ciudadanos y Recupera Madrid.

"Dicen que somos el comodín de Almeida, pero podría ser más bien al revés: ellos son nuestro comodín para sacar adelante algunas de nuestras propuestas", se defienden en el grupo mixto ante las críticas de quienes les reprochan que dan alas a un gobierno conservador. En Ciudadanos, por su parte, apuntan que son los únicos que se prestan a negociar, aunque reconocen que en Más Madrid también han presentado muchas enmiendas a esta nueva ordenanza y se han encontrado, en cambio, con más dificultades para negociar con el PSOE, que desde el inicio ha pedido que se tramitara una ordenanza totalmente nueva en lugar de actualizar la de 2013 ahora vigente.

El interés que ha levantado este asunto de las terrazas queda de manifiesto en las distintas propuestas recibidas en los últimos meses. Durante la consulta pública, el proyecto recibió más de 7.000 intervenciones a través del portal de participación ciudadana; después, en el trámite de alegaciones, más de 135 escritos que se tradujeron en 3.500 alegaciones y, finalmente, en el trámite de enmiendas, alrededor de 100 propuestas de los distintos grupos municipales.

Claves de la ordenanza

El objetivo de la nueva ordenanza es actualizar un texto que, tras lo sucedido con la pandemia, "permita combinar la actividad económica con el descanso vecinal". El escollo principal ha estado en la definición de las zonas saturadas o tensionadas. El PP, apuntan fuentes municipales, no veía necesidad de crear un mapa y adaptar las autorizaciones a los indicadores del mismo, pero ha sido una de las condiciones de Recupera Madrid y finalmente la normativa se aprobará con la creación de este mapa. Se hará público antes de que el texto se lleve al Pleno de finales de mes y el compromiso es que se actualice cada seis meses.

Con la nueva norma, lo previsible es que todas las ampliaciones de terrazas que se han autorizado en este último año y medio desaparezcan, muchas de ellas, situadas precisamente en los distritos donde más quejas se han recibido por parte de los vecinos a causa de los ruidos, como Chamberí o Salamanca. Aunque en el equipo de Ordenación Territorial dirigido por Silvia Saavedra no ofrecen una cifra cerrada de cuántas de las 3.834 terrazas covid podrían desaparecer con la nueva ordenanza, el edil del grupo mixto José Manuel Calvo aventuró ayer que se suprimirán alrededor de 73% de ellas. Prueba, según él, de que la nueva norma es más restrictiva que la actualmente vigente, que solo sobrevivirán aquellas que no entren en conflicto con los vecinos (principalmente en los barrios del interior de la M-30) y que las nuevas autorizaciones que se concedan a partir de su entrada en vigor serán también más restrictivas.

Además de incluir especificaciones técnicas, definir horarios, requisitos de accesibilidad, regular las superficies y distancias de ocupación entre las mismas y las sanciones para el incumplimiento de las nuevas normas, el nuevo texto incorporará también entre otros, a petición de Recupera Madrid, una fecha de caducidad para las estufas de gas, que los coches no vuelvan a ocupar la zona de aparcamiento que durante estos meses han estado ocupadas por las terrazas covid y una normativa que permita incorporar directamente cualquier normativa estatal de prohibición tabaco en terrazas.