DISCURSO DE FIN DE AÑO

Ayuso explota la cara más social de su gestión y rechaza a quienes quieren un Madrid "triste y quejumbroso"

Ayuso en la Puerta del Sol junto al Belén

Ayuso en la Puerta del Sol junto al Belén

Elena Marín

Elena Marín

El discurso de fin de año ha servido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para reivindicar sus políticas y los proyectos puestos en marcha a lo largo del año, el carácter más social de las mismas y su apuesta por la "libertad", así como la "vitalidad y alegría" de los madrileños, que durante los últimos meses han demostrado una "dignidad impresionante".

Su intervención contó con una decoración totalmente navideña, con ella vestida de rojo frente al belén que los madrileños han podido visitar durante estos días en el interior de la Puerta del Sol. Ayuso se centró en destacar lo positivo de los ciudadanos de la región, pero lo hizo frente a aquellos que, dijo, "nos quieren dependientes, tristes y quejumbrosos", haciendo presumiblemente referencia a todos los que no comparten su gestión y se dedican a verter sus denuncias y críticas para azuzar a la población. "El desacuerdo no debería degenerar en polarización, ni la preocupación en hartazgo ni mal humor", apuntó

La presidenta hiló un discurso en el que la lucha contra el virus sigue siendo la principal batalla de todos, "el único enemigo" ahora y en el futuro, pero quiso teñir sus palabras para enfrentar el nuevo año de optimismo, recordando que los madrileños son "alegres, luchadores" y no quieren "depender de nadie" porque "queremos ser una oportunidad y no una carga".

Esto le permitió hacer un resumen de sus proyectos e hizo especial énfasis en que su gobierno apuesta por ayudar a quienes más lo necesitan: "En Madrid, luchamos por los que han perdido la alegría, por los que se sienten solos, por los que han caído en adicciones, especialmente los jóvenes, a los que ayudaremos a salir de ellas." Y en esta línea, remarcó que en la lucha contra el virus la unión será la principal clave para salir adelante, así como el objetivo de su equipo. "Conservar la alegría, ayudar a los que sufren, o se han desanimado, a encontrar la inspiración y la ilusión por la vida; cuidar de las personas que son maltratadas, explotadas, de los vulnerables, de los que han perdido su empleo, su empresa, o a un familiar…, estos son nuestros empeños para 2022, que me gustaría que compartiéramos todos".

No se olvidó de mencionar la libertad, el concepto con el que todo el mundo la identifica desde que lo convirtió en eje de su campaña electoral del 4 de mayo y de sus confrontaciones con Pedro Sánchez, y que, según sus propias palabras, se refleja en la vitalidad que se percibe en las calles de Madrid. "¿Libertad para qué?", se preguntó, "los españoles lo tenemos claro: para vivir".

Tuvo palabras de agradecimiento para todos los madrileños que han peleado estos doce meses para salir adelante, pero especialmente, para los profesionales del sector sanitario que estos días están en urgencias y en la atención primaria, mostrándose así ajena a las críticas que han realizado parte de los trabajadores de la sanidad pública, a los que lanzó una promesa para 2022. "Sin ellos, ¿dónde estaríamos? Para ellos, hoy, nuestro agradecimiento, y la apuesta de mi Gobierno por nuestros profesionales sanitarios. Asumo personalmente renovar mi apuesta por la mejora del servicio, del que todos nos sentimos orgullosos". e esta vitalidad que a todos sorprende.