Almeida roza por fin el acuerdo con los carmenistas para sacar sus presupuestos

Tras una semana de desencuentros en la que todo parecía irse al traste, PP, Ciudadanos y Recupera Madrid ultiman un pacto en el que salvan el escollo fiscal y sacan de los presupuestos el rastro de Vox

No habrá bajada de IBI para las grandes superficies

Almeida con arco en la feria E-sports

Almeida con arco en la feria E-sports / EP / Eduardo Parra

Elena Marín

Elena Marín

Siete días después de la reunión en la que todo parecía saltar por los aires y tras varios aplazamientos de las supuestas reuniones definitivas, las aguas han vuelto a su cauce inicial y el gobierno municipal de Madrid parece entenderse con el grupo mixto. Habrá nueva ordenanza fiscal para el 1 de enero y nuevo proyecto de presupuestos y el acuerdo quedará sellado previsiblemente en la Comisión Extraordinaria de Hacienda convocada para este lunes 27 de diciembre.

El escollo principal y por el que la negociación parecía haberse roto la semana pasada estaba en la bajada del IBI anunciada por el equipo de gobierno en su proyecto inicial. Con esta reducción fiscal, con la que José Luis Martínez Almeida pretendía ahorrar a los madrileños 60 millones de euros, el alcalde confiaba en sacar adelante los presupuestos con su ya ex socio preferente, Vox, pero el idilio entre ambos se rompió hace semanas. La contrapropuesta del grupo mixto a este asunto, además de tener un planteamiento legalmente inasumible tal y como la presentaron, estaba en las antípodas de la mentalidad de un gobierno liberal. No era asumible ni para el PP ni para Ciudadanos y así se lo hicieron saber a los carmenistas. Ahí parecía acabarse todo. Pero cuando el grupo mixto estaba cerrando ya la puerta y dejando la silla vacía, los socios de gobierno gritaron "!parlamento!", como los piratas que piden una última negociación antes del desastre, y todos volvieron a sentarse a estudiar nuevas opciones.

Identificar el relato

Las dos partes (tres si se tiene en cuenta que los dos socios de gobierno han remado a ritmos distintos en esta trama) se han remangado estos días para llegar a un acuerdo definitivo y en ambos lados reconocen que ninguno de ellos quedará "100% satisfecho" con la propuesta definitiva del IBI, pero entienden que en eso consiste la negociación, en llegar a un acuerdo que supere las líneas rojas de ambos bandos y estas queden más cerca aunque sin tocarse. Lo importante, indican, es que las dos partes creen que podrán defender lo firmado, tener un relato.

Salvo novedad de última hora, este escollo quedará superado con una propuesta muy similar a la planteada por el grupo mixto: los carmenistas renuncian a incrementar el impuesto a los grandes tenedores si el gobierno municipal renuncia a una bajada lineal del IBI del que también se puedan beneficiar los inmuebles residenciales o terciarios de más valor. Y a su vez, en lo que no ha habido discusión, bonifican este impuesto a los inmuebles de un valor catastral inferior a 200.000 euros. Unos ganan diciendo que no habrá "regalos fiscales" para los más ricos, los otros podrán argumentar que tampoco suben los impuestos a nadie como pretendía la izquierda.

Para llegar a este punto fue necesario pasar por el cruce de órdagos entre las dos partes tras la falta de acuerdo en la reunión del pasado lunes entre la consejera de Hacienda y Personal, Engracia Hidalgo, el delegado de Economía, Innovación y Empleo, Miguel Ángel Redondo (de Ciudadanos), y la portavoz del grupo mixto, Marta Higueras, que asiste a estas reuniones junto al edil Luis Cueto. Tras la amenaza de ruptura del martes, se convocó de urgencia la Comisión extraordinaria de Hacienda para votar los presupuestos el mismo día por la tarde, pero en el último momento fue pospuesta 48 horas hasta el jueves para apurar todas las opciones. El jueves, a solo dos horas de que se celebrara, volvió a retrasarse hasta el lunes 27 de diciembre.

Paquete de acuerdos

Una vez que esta parte incluida en la ordenanza fiscal quedó prácticamente cerrada antes de finalizar el fin de semana, quedaba peinar el proyecto de presupuestos con dos objetivos. Los carmenistas del grupo mixto han estado pidiendo tiempo porque aducen que no tienen recursos humanos y materiales para analizar bien la propuesta con el escaso tiempo de negociación que han tenido. Además, lo han dicho sin tapujos, tampoco pasa nada si el proyecto de presupuestos se prorroga unas semanas y se aprueba más tarde, como le ocurrió a Manuela Carmena cuando estaba al frente del Ayuntamiento.

El equipo de gobierno lleva semanas advirtiendo de que una prórroga dejaría sin efecto algunas inversiones previstas o los fondos de recuperación europeos y que, además, peligrarían las subvenciones a asociaciones sin ánimo de lucro o determinados colectivos que favorecen la ayuda social, que es lo que más podría perjudicar políticamente al grupo mixto. El matiz es que las subvenciones nominativas y recurrentes no no tendrían porqué desaparecer si hay una prórroga de los presupuestos, sino que dejarían de recibir el incremento que pudieran haber previsto, no la subvención completa.

En cualquier caso, la idea de peinar el proyecto de presupuestos por parte de Recupera Madrid no es solo para añadir sus enmiendas, sino que la principal finalidad es que no se les cuele en el documento ninguna partida que pudiera estar prevista para contentar inicialmente a Vox o que sea tan contradictoria con las propuestas propias de la izquierda que tengan que arrepentirse después.

A su vez, al equipo de gobierno le interesa que el acuerdo incluya el pacto para ambos proyectos al mismo tiempo, la ordenanza fiscal y el presupuesto. De este modo, se evita poner el foco exclusivamente en la parte del IBI que va asociada a la ordenanza. El presupuesto incluirá modificaciones en materia de subvenciones a colectivos LGTBI (que podrían, además, sustraerse a asociaciones antiabortistas), también habrá aspectos que afectarán a nombres de calles y la memoria histórica y otros asuntos relacionados con la vivienda o la movilidad.