PRESUPUESTOS DE MADRID

Almeida apura su última baza con 48 horas más de negociación

La bajada generalizada del impuesto del IBI propuesta por el equipo de gobierno del Ayuntamiento como línea roja atasca las negociaciones de los presupuestos

El grupo mixto sitúa la subida a los inmuebles de mayor valor como punto innegociable

Almeida y Villacís

Almeida y Villacís

Elena Marín

Elena Marín

Hay dos órdagos sobre la mesa y aún no se sabe cuál de ellos prosperará. El alcalde José Luis Martínez Almeida quiere sacar adelante sus presupuestos negociándolo todo salvo la bajada del impuesto del IBI, de la que hace bandera igual que la vicealcaldesa Begoña Villacís. Los cuatro ediles del grupo mixto están dispuestos a aprobar los presupuestos del equipo de gobierno municipal salvo que se baje el IBI a los inmuebles de mayor valor. Y este escollo que las dos partes sabían de antemano que existía antes de sentarse a negociar hizo ayer saltar por los aires una negociación que parecía bien encaminada.

Pero el alcalde necesita que el presupuesto se apruebe porque, tras casi dos años de pandemia y con unos fondos europeos en juego, la gestión municipal y la recuperación económica de la ciudad se afianzarán o no en función de las inversiones y gastos que pueda permitirse. En el grupo mixto, a su vez, quieren hacer valer sus votos y la utilidad de su "política pragmática y realista", pero necesitan visibilizar que su apoyo supone un cambio de rumbo y que su implicación en esta negociación es lo que ha permitido aislar a Vox en todos los recovecos de las cuentas. Así que tras el órdago lanzado por ambas partes, el equipo de gobierno diciendo que no cede y los carmenistas diciendo que en ese caso se acabó la negociación, ambos han dado un paso atrás y se han emplazado a verse dentro de 48 horas con los ánimos más calmados.

Cibeles se convirtió el martes por la mañana en escenario de un "vodevil", en palabras de una oposición ajena a la negociación a tres entre PP, Ciudadanos y Recupera Madrid. Los carmenistas anunciaban por la mañana, tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA a primera hora, que no tenía sentido seguir con las conversaciones porque entendían que el equipo de gobierno rompía con las negociaciones al rechazar su propuesta para reducir el IBI a los inmuebles de menor valor y subírselo a los de más de seis millones de euros. El entorno de Almeida salió inmediatamente a defenderse y decir que se habían aceptado el 90% de las propuestas recibidas y que la rebaja de impuestos era su línea roja, por lo que a la vista de lo sucedido convocaban la comisión de Hacienda para unas horas más tarde y que de esa forma todos los partidos tuvieran que retratarse. Distintas fuentes aseguran que la idea de Almeida era haber convocado esta comisión al final la reunión en la que todo quedó estancado, pero finalmente lo hicieron solo una vez que Recupera Madrid hizo pública la situación de las negociaciones. Apenas cuatro horas más tarde, el propio equipo de gobierno anulaba la convocatoria de urgencia y retrasaba la comisión 48 horas, hasta este jueves 23.

Móvil ardiendo

Las llamadas se cruzaron entre los tres partidos y entre sí durante las primeras horas de la mañana: los negociadores del PP a sus interlocutores del grupo mixto, los de Ciudadanos a los suyos, los ediles del mismo partido entre sí. Para que a media tarde la situación no fuera aún clara. "No sé cómo va a terminar esto", apuntan desde Recupera Madrid. "Conocen las líneas rojas y ahora es una cuestión de voluntad política por su parte", añaden en el entorno del alcalde. "Nadie lo da por perdido", sostienen voluntariosos en Ciudadanos.

Fuentes del equipo de gobierno aseguran que, dejando el IBI a un lado, los carmenistas estaban en condiciones de poder decir que hay aspectos ideológicos e importantes para ellos que han conseguido sacar adelante y cuya medalla podían haberse colgado, como el apoyo a los colectivos LGTBI, los relacionados con memoria histórica o incluso la propuesta de nombrar a la escritora Almudena Grandes como hija predilecta de la ciudad, cuando es algo que ni siquiera habían incorporado en sus enmiendas iniciales. Pero se empeñan en subir el IBI a las empresas "en el peor momento porque algunas están maltrechas" después de estos meses de pandemia, apuntan. Almeida había aceptado bonificar el impuesto a aquellos del tramo más bajo, aplicar lo que se conoce como IBI social a los que tienen un valor inferior a 250.000 euros, pero se negaba a subírselo a los del tramo más alto, los de valor superior a seis millones, según pedían los carmenistas.

La portavoz del grupo mixto, Marta Higueras, y el edil Luis Cueto, reconocen que la progresividad por tramos en el sector residencial tal y como la habían planteado no tiene cabida en el ordenamiento jurídico actual, pero están convencidos de que si se sube el IBI al 10% de los inmuebles más valiosos del sector terciario (permitido por las ordenanzas municipales) estos no van a verse afectados. "Ni el Real Madrid ni El Corte Inglés" van a ver afectada su caja si les suben este impuesto, aseguran.

El caso es tras el suspense del día, hay una nueva propuesta de los carmenistas sobre la mesa y el equipo de gobierno tiene ahora que aceptarla o hacer una contrapropuesta. De momento, la están estudiando, pero ni PP ni Ciudadanos han movido de sitio su línea roja y la última idea lanzada por los carmenistas sigue implicando que el equipo de gobierno tenga que cambiar lo ya anunciado. El grupo mixto estaría dispuesto a renunciar a la subida del IBI en los tramos más altos y a aceptar solo la bonificación en los inmuebles cuyo valor catastral esté por debajo de 200.000 euros si el gobierno municipal renuncia a la bajada lineal de 60 millones. Es decir, dejar el IBI como está ahora y ayudar solo a los del nivel más bajo. ¿Qué dicen en el gobierno? Que los carmenistas deberían entender que la bajada del IBI "se configura como una ayuda social" a todos. ¿En qué insisten en el grupo mixto? En que a los más pudientes no se les debería bajar ni mucho ni poco.

Atónitos en la oposición

Mientras PP y Recupera Madrid se debaten entre aprobar o no los presupuestos en función de la lectura que se pueda hacer de los mismos, PSOE y Más Madrid miran atónitos. La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, tacha la situación de "indignante" y a Almeida de convertir esta negociación en un "reality show". En su partido advierten de que "el caos" es el único modelo de ciudad que propone el alcalde. La socialista Mar Espinar, por su parte, incide en la doble gorra de Almeida y le acusa de haber "abandonado sus responsabilidades como alcalde" y dedicarse "a ser relaciones públicas de Casado, por eso le han estallado los presupuestos en las manos".

En el equipo de gobierno se preguntan si lo que busca Recupera Madrid no es "estirar la cuerda para que sigan teniendo protagonismo", es decir, provocar la prórroga de los presupuestos ahora y ofrecer un pacto más adelante, a inicios de 2022, que les permita seguir acaparando titulares. Cueto, ajeno o no a esta crítica, aseguró públicamente que para su agrupación no supondría un problema retrasar la aprobación de los presupuestos, puesto que es mejor negociarlos bien y con tiempo que con urgencia, como pretende el equipo de gobierno. Desde su grupo, ante esta crítica, contestan que "el que estira la cuerda es Almeida, que se ha pasado un mes y medio suplicando a Vox".