LA VIDA CONTIGO

La moda y la cosmética se rinden a la belleza de más de 60

El éxito de la actriz y modelo canaria de 61 años Pino Montesdeoca refleja cómo la industria ha puesto el foco en captar el interés de la población sénior

Pino Montesdeoca.

Pino Montesdeoca. / Europa Press/Madrid Fashion Week

Miguel Ayala

Las canas, teñidas o no, se han convertido en un nicho de negocio. El nuevo perfil de la población sénior —término que aglutina a las mujeres y hombres mayores de 55 años—, independientes, de importante poder adquisitivo y con una esperanza de vida que en España se estima en los 84 años de media, sitúa a ese target de edad entre los objetivos a conquistar por parte de la industria de la moda y la cosmética, una tendencia que tiene en la modelo y actriz grancanaria Pino Montesdeoca, de 61 años, uno de los mejores ejemplos dentro y fuera de España de la visibilidad de esta estupenda franja de la población.

Montesdeoca (Las Palmas de Gran Canaria, 1962) acaba de protagonizar la campaña publicitaria de Angel, el perfume de Thierry Mugler, así como el spot y la editorial de la colección que Simon Miller ha diseñado para Mango. "No hay ninguna novedad más", dice con mucha normalidad pero sin restarle ni un ápice de interés a ambos proyectos esta mujer que desde su aterrizaje en 2017 en el mundo de la moda se ha mantenido fiel al mismo discurso: no darle categoría de noticia a una situación que la sociedad actual debería haber asumido hace años.

"Algunas mujeres que me preceden tuvieron muy en cuenta que había que proclamar a los cuatro vientos que existimos, que no estamos obsoletas y que tenemos mucho en la mochila para entregar, quizá con bastante más peso que las personas de menor edad que actualmente están entrando en el mundo de la moda. Mis canas me encantan y son baratas", responde.

Perdida al principio

Pino Montesdeoca tenía 55 años cuando ocupa la portada de la revista canaria Con Estilo en septiembre de hace seis años. Era su primera aparición en los medios de comunicación a toda pastilla. "Como es lógico, en mis primeras experiencias me encontré perdida, en territorio desconocido porque ésta que es ahora mi profesión en aquellos tiempos no tenía nada que ver con lo que yo había hecho antes", dice esta exprofesora en Suecia y exproperty manager en Bahamas.

Fruto de un feliz y bastante singular matrimonio —Pino se ha casado en dos o tres ocasiones con la misma persona— nacen sus dos hijas, aún mas bellas que su madre, con quienes comparte desde fiestas exclusivas a bailes en TikTok.

"Yo soy una tipa normal, con una vida normal", dice haciendo referencia a la edad con la que desembarca en el mundo de la moda y el poco impacto que los focos han tenido en su personalidad.

Ni tan siquiera le da demasiada importancia a que la todopoderosa Ophra Winfrey incluyera una imagen de Pino Montesdeoca en la versión digital de su revista www.ophra.com. "Ilusión sí", confiesa.

"Estamos en la cresta de la ola, cariño», bromea. «Me parece superimportante y bastante curioso que sea la moda la que esté ayudando a que la edad en una mujer sea una pregunta más, no un hándicap para conseguir ese trabajo. La moda nos está abriendo puertas. Tener más de cincuenta años mola y mucho", añade esta canaria que ha ocupado páginas y portadas en Woman, Vogue España, SModa, Glamour, Vanity Fair, Elle, Hola!, Harper Baazar...

"Solo estoy donde quiero estar y eso incluso me lleva a ser autocrítica si luego me equivoco al tomar alguna decisión pero actualmente, en lo relacionado con mi profesión dentro de la moda y la interpretación, creo que estoy ocupando el lugar en el que quería estar y representando a la mujer que soy, que no es más que una de las miles o cientos de miles que en el mundo hemos decidido no sucumbir ni a los dramas de la edad ni a los dictámenes de la estética. Me sorprende", prosigue explicando la modelo y actriz canaria. "Cuando he trabajado con modelos profesionales de 20 años y las veo aterradas porque tienen una arruga cuando eso, lo primero que significa, es que estamos vivas. Me quedo con tías estupendas como es el caso de Ángela Molina, que luce su pelo y su rostro al natural y está maravillosa".

Cirugía "ni de coña"

"Ni de coña", responde Pino Montesdeoca tajante cuando se le pregunta si estaría dispuesta a pasar por el quirófano para someterse a algún retoque estético. "Respeto y admito que haya quienes entren en esa vorágine", dice, "pero no es mi caso. Pino es así, con sus arrugas y su pelo natural. No solo no me importa que mi aspecto refleje mi edad sino que en eso sí que le digo que me siento hasta orgullosa de haber podido aportar algo a quienes hemos decidido no sucumbir al bisturí, a los pinchazos y a todos esos tratamientos que seguramente son muy profesionales y efectivos para quienes los deseen utilizar, pero no es mi caso".

— ¿Le da miedo no reconocerse?

— Sí. Me da mal rollo.

"No soy de cuidados excesivos pero sí de buenos hábitos", cuenta al respecto la grancanaria. "Camino bastante todos los días, no soy de comer mucho y sí muy sano pero, sobre todo, cada mañana y cada noche me pongo mis cremas. Es un ritual. Habiendo nacido en una isla y al tener la piel muy clara, siempre he sido de tener la cara embadurnada con protector solar, que también ayuda. De todas formas, también es un poco de actitud: trato de ser feliz y de rodearme de personas que me aporten. Si no, siguiente".

El color del cielo o Way Down son dos de los proyectos cinematográficos donde la trilingüe de Pino Montesdeoca ha trabajado durante estos años además de los spots publicitarios entre los que destaca el de los helados almendrados Magnum en un palacio renacentista —"no sabe lo complicado que es grabar con los helados derritiéndose y venga a repetir y repetir tomas", confiesa divertida—.

La elegancia, una "dignidad que viene de dentro"

Sobre su concepto de elegancia, que es una de las características de la modelo y actriz, la canaria dice: "Para mí, la elegancia es una dignidad que viene de dentro. No importa si no tienes dinero". "Hay personas", explica, "que saben mover sus manos, que son innatas. Por ejemplo, Hellen Mirren. Es una tipa a la que admiro por su profesionalidad pero también por su saber pasar por la vida y porque me parece una tía con mucho rollo".

El metro sesenta y pico de Montesdeoca también ha desfilado en las pasarelas de toda España para importantes firmas, desde Duyos, Teresa Helbig, Claro Couture o Roberto Diz, y también ha hecho guiños luciendo firmas canarias como Pedro Palmas o Aurelia Gil.

"Yo estoy muy orgullosa de haber nacido en Canarias y es algo de lo que hago bandera allá por donde voy. Como he vivido mucho fuera y me vi obligada a relacionarme en otros dos idiomas quizá he perdido un poco el acento, pero soy y me siento canaria aunque a veces tengo la sensación de que en mi propia casa no saben quién soy; no han contando conmigo jamás para ninguna pasarela de las Islas", concluye.